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El alcalde y la concejala de Economía, María del Mar Martín Rojo.

El 'catastrazo' llega a su fin y el recibo del IBI apenas variará hasta 2018

De la Torre confirma la reducción de los valores catastrales y anuncia la congelación de todos los tributos municipales para 2015, año electoral

Francisco Jiménez

Martes, 30 de septiembre 2014, 01:31

Ya se sabe que año electoral suele ser sinónimo de congelación de impuestos, pero en el caso de Málaga el habitual gesto hacia los ciudadanos viene con propina en forma de actualización de los valores catastrales, una medida solicitada por el Ayuntamiento desde 2013 y concedida ahora por el Ministerio de Hacienda que va a anular no solo la subida gradual del 10% anual prevista para 2015 en el IBI, sino también las venideras hasta 2018, año en el que se completa la aplicación de las nuevas ponencias implantadas en 2009. Dicho de otro modo, el catastrazo adelanta su fin, dejando tras de sí el pico que supuso en 2013 la aplicación de una tacada de la subida acumulada desde 2009 que se habían ido esquivando mediante bonificaciones potestativas.

Lo pagado, pagado queda (en seis de cada diez viviendas registraron incrementos de hasta el 20%), pero el coeficiente reductor del 22% que el Gobierno incluirá en la Ley de Presupuestos Generales sí que va a provocar que en los próximos cuatro ejercicios el recibo apenas varíe en la mayoría de viviendas de la capital. Eso sí, siempre que el otro factor de la ecuación, el tipo de gravamen que sí compete fijar al Ayuntamiento, se mantenga como hasta ahora en el 0,4510 (la cuota se calcula multiplicando el valor del suelo por el tipo). Así será al menos en 2015, por lo que si hay subidas, serán leves; y si hay bajadas, también. De hecho, la previsión es que la cuota en los hogares disminuya una media de 2,3 euros, que será de los 7,2 si se tienen en cuenta el resto de inmuebles con otros usos (industrial, almacén, comercial, hostelería, oficinas,...). Para las arcas municipales, la estimación es que en 2015 se recaudarán 3 millones de euros menos que este año, en el que se han emitido recibos por por valor de 133,2 millones.

Otros impuestos a la baja

Además de afectar al IBI, la aplicación de ese coeficiente también supondrá una rebaja en otros tributos que tienen como base el valor de los inmuebles: estatales como el IRPF; autonómicos como los de sucesiones y transmisiones patrimoniales; y también municipales, como el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como plusvalía, que también registró en 2013 su particular catastrazo tras suprimirse la bonificación generalizada. Se dispararon los recibos hasta el punto de que en algunos casos llegaron a duplicarse, y trajo consigo que los ingresos municipales por este concepto se elevaran hasta los 26,6 millones, 10 más que en 2012. A partir de 2015, las aguas volverán a su cauce, ya que de forma automática se aplicará esa rebaja del 22%. Una disminución de la cuota que se verá reforzada con otras medidas como la eliminación del condicionante del valor catastral para beneficiarse de las bonificaciones por la transmisión de la vivienda habitual a cónyuge, hijos o padres en caso de fallecimiento, o la anunciada exención para los afectados por dación en pago en ejecuciones hipotecarias. «Estamos hablando de una moderación fiscal exquisita que va a suponer un gran esfuerzo del Ayuntamiento porque se va a recaudar menos, pero será en beneficio de los ciudadanos», afirmó Francisco de la Torre, quien cifró en 90 millones de euros el dinero que dejará de ingresar el Consistorio vía IBI y en otros 25 en las plusvalías por la congelación del catastro hasta 2018.

Después de la polémica surgida este año, el equipo de gobierno también va a reducir en un 2% la tasa de los vados para las viviendas unifamiliares con un máximo de tres plazas, que actualmente oscila entre los 88,55 euros para calles de primera categoría y los 37,6 para los de novena.

Ningún tributo municipal sube

En cuanto al resto de tributos, tasas y precios públicos, el año electoral vendrá con una congelación generalizada debajo del brazo. «No va a subir ningún impuesto que dependa del Ayuntamiento», remarcó De la Torre. En plena entrada en servicio del metro, las tarifas de la EMT no se tocarán, como tampoco lo harán las de los parkings municipales, la zona azul o la grúa.

Igualmente, también se mantendrán intactos impuestos como el de circulación (IVTM), el de actividades económicas (IAE) y el de construcciones y obras (ICIO), en el que se introduce además una nueva bonificación del 50% a organizaciones que se acojan al régimen establecido para las entidades sin fines lucrativos compatible con la de hasta el 25% para obras que se destinen al desarrollo de actividades económicas que generen empleo indefinido. Como gesto para incentivar la economía, se suprime la tasa por expedición de documentos administrativos que hasta ahora deben abonar las empresas adjudicatarias de contratos con el Consistorio.

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