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La aeronave, durante los ensayos realizados esta semana en la línea del AVE Córdoba-Málaga.
Un dron diseñado en Málaga para vigilar las vías del AVE de Arabia Saudí

Un dron diseñado en Málaga para vigilar las vías del AVE de Arabia Saudí

La aeronave teledirigida, que se ha desarrollado en el PTA, permitirá observar si la arena del desierto afecta al trazado sin la necesidad de movilizar a operarios

Ignacio Lillo

Domingo, 14 de diciembre 2014, 12:33

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El principal reto de las infraestructuras hoy en día es lograr que su mantenimiento sea económica y técnicamente sostenible, máxime cuando éstas se asientan sobre territorios con climas extremos y elementos ambientales que pueden dañarlas. El Centro de Tecnología Ferroviaria (CTF), ubicado en el Parque Tecnológico, lidera el estudio de las soluciones para hacer frente a estas circunstancias, con el objetivo de aplicarlas al AVE que un consorcio español está construyendo entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí.

El proyecto Arid-Lap, que así se llama la iniciativa, dio el miércoles un nuevo paso, con los primeros ensayos a nivel nacional de un dron, equipado en el CTF, capaz de observar al detalle fallos en las vías, en las catenarias y en las estructuras (especialmente en los viaductos, de difícil acceso). Para probarlo, se hizo una inspección a las pilas de un puente situado en la línea de alta velocidad entre Málaga y Córdoba, en el punto kilométrico 43.6, sobre el río Cabra, en el entorno de Santaella. No fue necesario interrumpir el tráfico, sino que estos primeros vuelos experimentales se hicieron sólo en la parte inferior del viaducto, por lo que no había riesgos.

Sobre el terreno, José Conrado Martínez, jefe de proyectos de tecnología I+D+i de Adif, explicó que estos ensayos responden a uno de los objetivos identificados en el proyecto Arid-Lap, como es el de poner a prueba las tecnologías aeroespaciales y su aplicación a las características especiales de la explotación ferroviaria. Para ello, cuenta con la financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).

El vehículo empleado fue un helicóptero teledirigido del tipo RPAS, equipado con dos cámaras de alta precisión y una tercera de infrarrojos, para tener un mayor detalle en el escaneado de los elementos, con un patrón del terreno y ortofotos (imágenes con la referencia geográfica). De la gestión del aparato y su pilotaje se encarga el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec), con sede en Sevilla. La entidad cuenta con un equipo móvil para controlar todos los parámetros del vehículo. «Permite descubrir desde el aire si hay algún fallo; es una herramienta de inspección visual, automática, con una visión efectiva por la altura a la que sobrevuela el terreno, frente a las actuales, que son inspecciones manuales, con los operarios a pie», añadió Martínez.

Desde el aire

El dron recoge imágenes y datos con precisión milimétrica, que después se procesan y se analizan en los laboratorios del CTF. Se está investigando a distintas alturas de vuelo, con lo que debe ser capaz de captar las dimensiones mínimas de piedras, rocas y matorrales; pero también anomalías en las catenarias y fisuras en las estructuras, agua y deslizamientos de los taludes, gracias a la cámara térmica de espectro infrarrojo.

Con los métodos actuales el acceso a muchos tramos es complicado y en el caso de los viaductos es necesaria una grúa e incluso que un operario se descuelgue, especialmente en las pilas que están ancladas en los cauces de los ríos. «Tenemos la posibilidad de investigar cómo esta tecnología puede ser una herramienta de apoyo a las técnicas de inspección actuales». En cambio, también tiene un punto débil, y es que el pequeño helicóptero no puede volar cuando hay rachas fuertes de viento.

Si los resultados son válidos, una de sus primeras aplicaciones comerciales será la de inspeccionar las vías del AVE entre La Meca y Medina, en Arabia Saudí. De hecho, esta es la razón por la que se incluye dentro de la iniciativa Arid-Lap. Pero también se puede exportar a otros proyectos en países con climas extremos, e incluso en la línea del AVE de Málaga, si se considera viable técnica y económicamente. Aunque la iniciativa es pionera en la red ferroviaria española, otros países europeos, como Francia, también están investigando con esta herramienta

Mantenimiento predictivo

Luis Turmo es ingeniero de Telecomunicaciones de la compañía Abengoa, que lidera el consorcio formado para este proyecto de I+D, junto con seis empresas más. Su empresa se ocupa de estudiar los posibles problemas en las catenarias (el sistema de alimentación eléctrica de los trenes) en este tipo de ambientes extremos. También es la encargada de monitorizar la infraestructura ferroviaria, con el objetivo de obtener un «mantenimiento predictivo», esto es, «ser capaces de anticiparnos a lo que está ocurriendo en la línea, por los problemas que da la climatología tan adversa, con gradientes muy altos de temperatura y la acumulación de arena, provoca en los materiales».

El proyecto Arid-Lap es un claro exponente de las iniciativas tecnológicas de investigación y desarrollo que Adif y las empresas asociadas llevan a cabo en el Centro de Tecnología Ferroviaria de Málaga, que tiene un papel importante ante el reto de minimizar los efectos adversos que se producen en la construcción y operación de la alta velocidad en las zonas áridas, no sólo en la línea de La Meca, sino ante encargos futuros en otros puntos del Planeta.

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