

Secciones
Servicios
Destacamos
Hay todo un universo teatral al margen de los circuitos convencionales, compañías que no tienen al alcance levantar el telón del Cervantes y que, en muchos casos, trabajan en precario. No son clandestinos, pero casi: se sienten al margen de la 'norma'. Un festival lleva en Málaga ese concepto al extremo con un punto reivindicativo y también de puro entretenimiento, convocando a las artes escénicas y a la música más alternativa en los lugares más insospechados. Y lo son por dos motivos: porque los escenarios se salen de la ruta institucional y porque usted no sabrá dónde es su función hasta 24 horas antes.
El Festival de Arte Clandestino de Málaga inaugura su primera edición del 28 de agosto al 3 de septiembre a modo de «fiesta privada con la cultura». Detrás de la iniciativa está Carlos Mesa, un joven que pese a sus solo 18 años tiene ya un recorrido a las espaldas en el sector. Formado en ESAEM, comenzó su carrera en el mundo teatral con quince años, hace uno fundó Verecundo Producciones y como dramaturgo ha estrenado más de una decena de obras. Suya fue la idea de poner en marcha un certamen escénico diferente «ante la necesidad de crear y tener espacios donde mostrar lo que se hace» en Málaga. Y enseguida se sumó al proyecto Ana Gámiz, responsable de la agencia de comunicación cultural La Hacedora. Buscan que sea una experiencia para el espectador, pero también lo es para ellos mismos. «Es una primera edición, una prueba para ver cómo responde la gente», explica Ana Gámiz.
De momento, la reacción de espacios y artistas ha sido positiva. Hasta 25 propuestas escénicas se presentaron a la convocatoria, de la que los organizadores han seleccionado seis, todas de Málaga. Les sobraban también escenarios atípicos, pero finalmente se han decantado por cuatro para adaptarse a las necesidades de las obras elegidas. Hay un salón, una galería y dos espacios multidisciplinares.
Todos están en el Centro de Málaga y el aforo nunca supera las 40 personas. «Queremos mantener un ambiente íntimo y hogareño», afirma Mesa. Transcurrirá de manera informal, con el espectador a un palmo del actor, de pie o en el suelo, y con un trato casi familiar. «Nos gusta que tenga su liturgia, que recibamos al público, nos presentemos y no sea una voz grabada la que te da la bienvenida, como en los teatros», cuenta Gámiz. Este formato se presta a que la experiencia no termine con la obra. «Se crea una relación entre artista y público y tras la función puedes compartir tus impresiones», añade el joven.
Pero lo que más diferencia a este de otros encuentros es su toque misterioso. El asistente podrá elegir la obra y el día (reservas y aportaciones en la web myplayz.com), pero nunca el lugar. Este lo descubrirá a través de un email que recibirá 24 horas antes de la función para mantener la clandestinidad que define al festival. «Le da un punto extra, algo distinto», dice Mesa. «Lo convierte en una experiencia diferente», afirma Gámiz. Los organizadores creen que de esta manera el festival puede resultar atractivo a personas que habitualmente no van al teatro, pero que sí consumen un ocio que se sale de la norma; además de a aquellas personas aficionadas a las artes escénicas en general.
Para dar cabida a todos los gustos, la programación incluye danza, teatro, música y magia de seis compañías malagueñas, la mayoría jóvenes y con propuestas inéditas. Tras una fiesta de presentación el lunes 28 de agosto, inauguran el festival el dúo de bailarinas de La Fáctica Danza con 'La casa' (martes). Les seguirán dos piezas cortas de teatro contemporáneo tituladas 'La verdad del zurcido' y 'Mi coño' de TaraTeatro (miércoles). La danza más actual regresa al festival con la Cía. Be Punto y 'Mente en estado' (jueves). La banda sonora la pondrá El Zurdo con un concierto íntimo en el que adelantará parte de su nuevo disco (viernes). El fin de semana llega con magia a cargo de José Tejada en 'Imagina' (sábado) y una propuesta 'Hybrida' que aúna teatro y audiovisual de la mano de Marity Manzanera y Jon Rivero (domingo). De viernes a domingo, las obras rondarán la hora de duración (8 euros), los días previos serán piezas cortas de entre 25 y 30 minutos (5 euros). Lo que se obtenga de las aportaciones se repartirá entre la compañía, el espacio y la organización para cubrir gastos.
«Hemos elegido piezas fuertes e intensas, que conmuevan», detalla Ana Gámiz. Son obras rompedoras, que buscan impactar y, en algunos casos, con un aire reivindicativo. «La idea es que el teatro te cambie un poco, que salgas pensando en lo que has visto y no solo sea un consumo del momento», concluye Carlos Mesa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran a una mujer de 79 años muerta desde hacía varios días en su domicilio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.