El Aula de Mayores gradúa a la primera promoción de su nuevo plan de estudios

El XVIII Aula de Mayores de la Universidad de Málaga tocó a su fin esta mañana. 807 alumnos mayores de 55 años pasaron este curso por clase, sin dejar que la edad les fuera un impedimento para seguir aprendiendo. Esta es la primera promoción que se gradúa con el nuevo plan de estudios en los que los asistentes han sido evaluados voluntariamente hasta en 18 asignaturas durante tres años. Esta mañana llegó el momento más deseado por todos, y es que los alumnos de tercer curso subieron al estrado y recibieron su beca, demostrando el fin de sus enseñanzas.

Gloria Puche estaba sentada en el paraninfode la Universidad de Málaga viendo orgullosa como su marido, Juan Altamiral, recibía su banda. Él está encantado con estos cursos, sobre todo con las asignaturas de arte. Desde que está apuntado, ha rejuvenecido. No ha faltado ni un sólo día en tres años. Menos mal que tiré de él y le insistí en que se apuntara, explicaba la esposa.

Antes de comenzar la ceremonia, varios alumnos de ese último año llamaban la atención en las afueras del edificio. Iban vestidos de época y una pequeña orquesta tocaba música con sus flautas sentados en el césped. Todo esto era la previa para la representación que abriría el acto. Mari Ángeles Lavín, alumna del Aula, decidió preparar un pequeño teatro para amenizar la jornada, y metió al propio Velázquez con sus meninas en la graduación.

Esta obra teatral, que consistió en varios poemas que los actores y actrices que representaban las figuras del famoso cuadro, es un símil perfecto para el significado que el Aula de Mayores tiene para la sociedad. Así lo plasmaba Isabel Morales, directora del Secretariado de Igualdad y Asistencia a la Comunidad Universitaria, que alababa la creatividad y la iniciativa de estos alumnos. No se quedaron en una obra, sino que todo el último curso ha editado un libro lleno de poemas, reflexiones y opiniones, que les fue entregado junta a las becas.

Esta imposición de las bandas a los graduados la hicieron la propia Morales junto a la vicerrectora de Extensión Universitaria, Isabel Calero, el delegado de Bienestar Social e Igualdad, Daniel Pérez, el investigador principal de los proyectos de investigación relativos al Aula de Mayores, Jesús Delgado, y la presidenta de la Asociación de Mayores Amigos de la UMA (AMADUMA), Teresa Tudea.

La ceremonia de las becas es algo novedoso para algunos. Alfonso Miranda se licenció en Ingeniería Técnica en su primera época universitaria, pero su graduación fue distinta. En mis tiempos no se estilaba el ponerte la banda, y la verdad que me ha hecho mucha ilusión comentaba el alumno. Iba acompañada de su esposa, Carmen Mas, también graduada. Los dos acudían a clase en pareja, y es que el Aula de Mayores sirve para romper la rutina que la jubilación trae consigo. Nos apuntamos por hacer algo diferente, aparte de pasear, para mantenernos activos, explicaba Miranda.

Ellos acabaron encantados con los tres años pasados. Disfrutaron sobre todo de Literatura, asignatura en la que Mas alabó la labor de su profesor, y de Historia. Los dos tienen pensado seguir apuntados en los cursos de especialización, ella en Historia del Arte, y él, en cualquier tipo de historia. Pero el lazo que les tiene unido a la Universidad es mayor. Yo estudié en el edificio que ahora es Bellas Artes. Curiosamente, mi hijo es profesor allí comentaba el marido.

Jesús Delgado parafraseó a Picasso durante la ceremonia con una cita que resume el espíritu de estas clases: Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer cualquier cosa, la hago inmediatamente. Con ese mensaje, la Universidad animó a que los graduados sigan vinculados con los cursos de especialización, y esperan que con el tiempo, este segundo ciclo pueda seguir creciendo como lo han hecho los tres cursos correspondientes al primer ciclo.