Una vida de rosa y plástico La mujer rusa que colecciona Barbies... y va por doce mil

Tanya Tuzova acapara muñecas desde que era una niña. Su casa, su coche, la ropa de su perro... todo en su vida es rosa. Lleva años invirtiendo dinero en su pasión, hasta convertirse ella misma en una Barbie a tiempo completo.
Viernes, 08 de Septiembre 2023, 13:34h
Tiempo de lectura: 4 min
Tiene 29 años (o eso es lo que cuenta en su página web) y además de 'mocatriz' (modelo, cantante y actriz), Tanya es una de las mayores coleccionistas de Barbie en el mundo. De hecho, toda su vida gira en torno al hobby que descubrió siendo una niña. «Desde pequeña he coleccionado muñecas Barbie. Padres, amigos y conocidos decían que yo parecía esa muñeca que tanto me gustaba y comencé a desarrollar esa imagen», explica. Ahora, y con una colección de 12 mil figuras, Tanya se ha convertido ella misma en una Barbie humana. «Llevo muchos años trabajando en mi estilo e invirtiendo dinero en ello y creo que Barbie es un modelo a seguir», cuenta Tuzova en el diario The Sun. Una fantástica vida en plástico, la de esta cantante rusa que, según el medio británico, le habría costado unos 140.000 euros en cirugía estética.

«Nací en Moscú en una familia de músicos. Desde los 6 años estudié música y canto. Durante mis años escolares siempre me destaqué por una imagen brillante, con color rosa predominante, tacones altos, cabello largo y faldas cortas y esponjosas. Mi familia ganaba poco, así que aprendí a coser y pude coserme ropa», cuenta en su página web. «Me teñí el pelo. Luego, con la ayuda de lentillas, cambié el color de mis ojos y perdí peso. Siempre entendí que la apariencia en la vida no es lo más importante, por eso dediqué mucho tiempo a estudiar. Hoy tengo dos títulos como profesora de música y gerente de relaciones públicas. Convertí un hobby en un trabajo. Grabé dos álbumes en solitario y cinco videoclips, obteniendo millones de visitas en YouTube, rodajes y giras constantes por ciudades de Rusia, Europa y América. Antes quería ser como una Barbie y ahora las chicas quieren ser como yo», cuenta.

Ahora la orgullosa propietaria de 12.000 Barbies ha donado 300 de sus muñecas para exhibirlas en el estreno ‘no oficial’ de la película en Moscú que iba a tener lugar este fin de semana. Y decimos 'iba' porque, después de anunciar que los cines del país proyectarína ahora una copia pirata, ya que los grandes estudios habían decidido dar la espalda al país por la guerra en Ucrania, ni siquiera eso va a ocurrir. Según informaciones de la agencia EFE, los cines rusos han aplazado el estreno por presiones del Ministerio de Cultura que considera que la cinta no se corresponde con los tradicionales valores morales defendidos por el Kremlin.
Pero Tanya no es, ni de lejos, la única que está viviendo su momento más rosa. Coleccionistas de todo el mundo están cosechando grandes beneficios tras el estreno de la película. «No te avergüences si coleccionas Barbies. No eres un bicho raro», cuenta la estadounidense Marl Davidson a la revista People tras conseguir el hito de vender una de sus muñecas por unos 18.600 euros.

Davidson es una vendedora de muñecas con sede en Florida que cuenta cómo los precios han subido un 25 por ciento en los últimos meses. Su página web Marl & B recibe alrededor de 3000 visitas diarias, el triple de lo habitual. Su último logro ha sido vender la primera edición de Barbie vintage pintada a mano y creada en 1959. Ella se lleva el 40 por ciento de los beneficios: «Siempre ha habido muchos coleccionistas secretos de Barbie, pero ahora el mercado ha visto la luz».

Las muñecas más buscadas del momento son las tres primeras Barbies que Mattel lanzó al mercado en 1959. «Son el Santo Grial. Están pintadas mano por un artista japonés», explica la experta en la revista estadounidense. «Cuando Mattel empezó a producir muñecas en Japón, los artistas les diseñaron las caras individualmente».
Más allá de lo beneficios económicos que genera la venta, muchos coleccionistas hablan de su pasión. Bradley Justice Yarbrough vive en Durham, Carolina del Norte, tiene 53 años y creció haciendo patrones para sus muñecas. Pagó sus estudios universitarios vendiendo duplicados que coleccionaba en su garaje. «El éxito de taquilla reavivó mi amor por Barbie», cuenta Sara Petty, otra fan de 42 años que vive en Southbend, Indiana: «La nueva película encarna lo maravilloso de Barbie: puede ser cualquier cosa», explica.

Pero quizá el mayor fan lo encontramos en Austria. Se trata de Manfred Reichel, de 58 años, más conocido como “el doctor de las muñecas”. Lleva cuatro décadas coleccionando y cuenta con 1800 Barbie. «Cuando yo era un niño, a finales de los años sesenta, la Barbie resultaban muy interesantes entre las niñas. Mis amigas tenían dos o tres de ellas y nos lo pasábamos muy bien jugando juntos”, recuerda Reichel en declaraciones a EFE. El coleccionista tiene una tienda en el centro de Viena y arregla muñecas. Cuando Reichel cumplió 50 años, compró la muñeca Barbie más especial que existe: el primer prototipo original, de 1959. «Fue un regalo que me hice a mí mismo y por el que pagué cerca de 5.000 euros».
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