Ayuda pública a cambio de una estricta dieta de adelgazamiento

El plan de reestructuración de CEISS supone una inyección de capital público de 604 millones de euros, un 70% menos de la cifra a la que asciende su déficit de capital (2.063 millones). El resto del saneamiento se conseguirá mediante el traspaso de activos inmobiliarios a la Sareb por valor de 717 millones de euros -que se materializará en febrero de 2013- y la asunción de pérdidas para los tenedores de instrumentos híbridos (participaciones preferentes y deuda subordinada), que tendrá lugar entre enero y febrero. Una vez saneada, la entidad será vendida.

A cambio, CEISS tendrá que someterse a una estricta dieta de adelgazamiento para reducir un 30% su balance antes de 2018. Tendrá que concentrar su actuación en su territorio histórico (Castilla y León, Extremadura y Madrid), focalizarse en banca minorista y deshacerse de su cartera de empresas participadas. Además, cerrará 260 oficinas y eliminará 1.500 puestos de trabajo en el plazo de dos años. Como el resto de entidades que van a recibir dinero público, CEISS se ha comprometido también a limitar las retribuciones, prohibir los pagos de cupón hasta que no se hayan aplicado las medidas de reparto de la carga sobre los híbridos, no hacer publicidad de la ayuda estatal ni utilizarla para realizar prácticas comerciales agresivas.