
ESTER REQUENA
Sábado, 3 de noviembre 2012, 03:05
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Cuando hoy Julio José Iglesias llegue al altar vestido de chaqué de la mano de su madre y madrina, Isabel Preysler, no solo estará dando el 'sí, quiero' a su novia de hace ocho años. También rubricará junto a Charisse Verhaert uno de sus mejores negocios. Porque aunque no trascienda el cheque de la exclusiva y ni siquiera los paparazzis le quieran poner un precio, seguro que su cuenta bancaria rebosará de felicidad. Se habla de hasta 50 páginas en 'Hola' y eso equivale a un buen puñado de ceros. Saldrán a casi un invitado por página porque no serán más de 70 las ilustres caras que se paseen por la madrileña finca de El Rincón, del Marqués de Griñón, convertida en epicentro de la prensa rosa.
Lo más esperado: la histórica foto de familia... que al final parece que no va a ser tan histórica porque el clan no se reunirá al completo. Salvo sorpresa de última hora, parece que Miranda y sus cinco hijos no se dejarán ver por el enlace y Julio Iglesias aparecerá sin acompañantes. Otra importante baja de última hora ha sido la de Enrique a causa de compromisos musicales, como el que el pasado jueves lo llevaba a Puerto Rico justo cuando su hermano y su futura mujer celebraban en la madrileña discoteca Gabana una despedida de solteros conjunta a la que asistieron algunos de los excompañeros de Julio Iglesias Jr en sus incursiones televisivas en España como Santiago Segura, Toñi Salazar, Jesús Álvarez, Boris Izaguirre, además de su representante, Susana Uribarri, y su novio Darek, entre otros.
Aun así, el álbum de boda se antoja jugoso. Para empezar, sigue en pie el reencuentro de los tres maridos de la reina de corazones, además de la incorporación de los hijos pequeños de Papuchi y de los de Chabeli, incluida la pequeña Sofía, a quien su abuelo conoció en la portada de 'Hola'. Unas historias que tienen poco que envidiar a las de 'Falcón Crest', como incluso estos días ha llegado a bromear Julio José Iglesias o Julio Iglesias Junior, como prefiere que lo llamen.
Asiduo en los photocalls
El caché del segundo hijo de Isabel Preysler hace tiempo que se elevó y las marcas se lo rifan en sus photocalls. Y más desde que anunciase una boda que parecía que nunca llegaba con tanto retraso y excusas. ¡Porque llevaba casándose desde 2010! De este 'ahora sí', 'ahora no' también se ha beneficiado considerablemente Charisse. La modelo se ha hecho una fija en España y a pesar de su corto dominio del idioma ha sido imagen de Pronovias, Philips o Caramelo. Eso sí, ninguno de los dos llega a la cotización de la matriarca- a la que han acompañado en algunos posados de postín-, que dicen que no se deja caer por ningún sarao por menos de 80.000 euros, cuando Penélope Cruz ronda los 50.000. De hecho, la pareja parece que se embolsó hace un par de años 45.000 euros por ser la imagen de un parque temático. Así que vayan sumando cada vez que aparecen juntos o por separado desde que en 2004 surgiese el flechazo en un restaurante de Miami.
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A sus 39 años, la cartera de proyectos de Julio Jr. sigue aumentando... aunque la mayoría poco tiene que ver con la música, a lo que realmente se quiere dedicar. Lleva cuatro discos, pero no ha tenido la suerte de su padre y de su hermano, por más que haya llegado a ser el telonero de Cher e incluso hace unos meses actuase frente a Vladimir Putin y Sophia Loren. Tras ganarse al público español en el concurso de Antena 3 'Tu cara me suena', lo último que le han puesto sobre la mesa ha sido un 'reality' sobre su vida, al más puro estilo de 'Alaska y Mario'. Quienes conocen a Jos (su apelativo para los más íntimos) lo etiquetan como el más extrovertido y divertido de la familia. Con su particular acento español curtido en Estados Unidos -donde vivió desde los 9 hasta los 32 años-, lo mismo cuenta que compartió en su infancia jacuzzi con Ana Obregón, que ratifica que todos los hombres de su familia atesoran «un micropene... aunque yo tengo a mi novia muy contenta».
A pesar de la imagen que proyecta, le gusta lavar, planchar y cocinar, sobre todo pasta boloñesa con muchísimo queso, plato que le pirra a Charisse. También le van las chapucillas de fontanería y electricidad. Pero eso lo deja para su casa de Miami -donde la pareja reside oficialmente-, porque cuando llega a Madrid se deja mimar por su madre y su servicio. En el amplio chalet de los Boyer Preysler en Puerta del Hierro -conocido maliciosamente como 'Villa Meona'- cuenta con habitación propia. Y, por supuesto, con un baño, que para eso su madre lleva varias décadas como imagen de Porcelanosa.
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Julio Jr. ha heredado de Isabel Preysler, aparte de su blanca sonrisa y rasgos étnicos -muchos le llaman 'el chino'-, su «mal humor» y coquetería. Ese puntito presumido lo llevó a iniciarse como modelo y a posar para Versace. Curiosamente, para ninguna campaña le hizo falta depilarse al ser lampiño: «Solo tengo pelo en la cabeza», comenta siempre que le preguntan. Sus genes también se encuentran programados para cuidarse bastante y seguir las pautas de belleza de su madre. Así, aunque hoy se meta entre pecho y espalda el suculento menú que ha ideado para su boda la estrella Michelin Mario Sandoval y los postres de Isabel Maestre -premio Nacional de Gastronomía-, mañana ni madre ni hijo se saltarán su particular dieta depurativa: fruta y agua. Sin olvidar machacarse en el gimnasio o practicando cualquier tipo de deporte, como el surf, afición que comparte con su hermano Enrique, vecino suyo en Miami.
'Solo' cinco novias
Por la parte paterna, a Jos le 'tocó' su gran sentido del humor y su gusto por las mujeres. Si durante una época la prensa lo apodó como 'Julay José', realmente su pasión por las faldas le ha generado numerosos rollitos... aunque no llega a los miles del padre. 'Solo' ha tenido cinco novias formales. Una de ellas, la modelo Yvette Prieto, ahora convertida en la segunda mujer del mismísimo Michael Jordan. Con la sexta llegó la elegida: un bellezón belga con cierto parecido a Miranda Rijsburger y Anna Kournikova (de casta le viene al galgo) y en cuya maleta nunca faltan bailarinas de todos los colores para sus 178 centímetros de altura.
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Como buena modelo, a sus 30 años a Charisse le gusta ir de compras y siente predilección por Dior y Valentino, de ahí que en su 'cuñadastra' Tamara Falcó haya encontrado a toda una hermana y le haya confiado la organización de su boda. A diferencia de los Iglesias-Presyler y demás apellidos, la familia de la maniquí belga es minúscula. Solo su madre -que está divorciada y que vive en Bruselas- y un hermano dos años mayor. Su vida cambió radicalmente cuando un cazatalentos se la cruzó en la calle con apenas 15 años. Desde entonces no ha parado de trabajar. Cuando la fichó la reconocida agencia americana Ford Models, decidió mudarse a EE UU.
Tímida y discretísima, dicen que puede llegar aburrir de lo políticamente correcta que es. Cualidades con las que se ganó a su suegra, que enseguida le dio su bendición. Cuando hoy se la dé el cura, su nombre quedará ligado para siempre a la familia que ha hecho de sí misma su mejor y más rentable negocio.
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