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Laura Insausti, al frente, con Javier Forero, Rafa Insausti y Gerard Mases 'Lere', en su local de ensayo en Málaga. :: Salvador Salas
«Martini ya no, ahora bebemos gin-tonic que es más de puretas»
Dry Martina. Banda malagueña

«Martini ya no, ahora bebemos gin-tonic que es más de puretas»

«Ahora es el momento perfecto para hacer lo que uno quiere», asegura la banda, que el 19 de mayo se estrena en el Cervantes

REGINA SOTORRÍO

Viernes, 11 de mayo 2012, 09:27

Lo suyo es música de garaje, en sentido literal. En el aparcamiento de un céntrico edificio se esconde su guarida, el lugar en el que en los últimos meses han ensayado una y otra vez sus canciones para presentarlas en directo. Es un local muy 'a lo Dry Martina', con lámparas de flecos, mesa de mimbre y un magnífico sofá Chester rescatado de la basura que solo necesita un buen tapizado. Una decoración que casa a la perfección con el estilo 'retropop', ese término que la misma Laura Insausti -exvocalista de la Free Soul Band, grupo que fundó su hermano Rafa- acuñó para definir sus canciones con letras de hoy y músicas que beben de los años 70 hacia atrás.

Soul, jazz, rock y hasta mambo componen el cóctel que Dry Martina ofrece en su primer disco, 'Momento perfecto', que el 19 de mayo se presenta en el Cervantes. Será a las 23.00 horas para que quien quiera vea la final de la Champions... y luego brinde con un martini seco. Ellos ya se han pasado al gin-tonic. Han madurado en todo.

-Ha costado llegar hasta aquí.

Laura Insausti: ¡Uf! No sabría por dónde empezar.

-Es el primer disco, pero son muchos conciertos, muchas bandas.

L. I.: Todos nos tiramos un montón de años tocando en garitos hasta que se va conformado un repertorio y llega el momento de sacar un disco. Nosotros hemos tardado un poquito más, pero también porque nos hemos distraído por el camino.

-¿Con qué se han distraído?

L. I.: Con todos esos conciertos que hemos dado, además de los proyectos que tenemos aparte. Vivimos de la música y hasta que uno se sienta y se pone a sacar lo que quiere hacer, entre concierto y concierto, se tarda un poquito.

-¿Les hubiera gustado que este momento llegara antes o ahora es perfecto?

Gerard Mases 'Lere': Es el momento perfecto para nosotros como músicos, como compañeros. Es el momento en el que sentimos que las canciones están a punto, que tenemos las energías y las ganas suficientes de emprender este proyecto. Por eso es nuestro momento perfecto, a pesar de que todo el mundo dice que la industria musical se va a pique.

L. I.: Pero por eso mismo es el momento perfecto para hacer lo que uno quiere y autoeditarse su disco, sacarlo sin que nadie te diga lo que tienes que hacer. Es el momento de apostar por lo que uno quiere.

G. M.: Es ahora... o a lo mejor luego se nos pasa el arroz. Luego he visto en el telediario que no es el momento perfecto, pero en el local de ensayo sí. Hay que hacerle caso a los locales de ensayo.

-Cuelgan las canciones en la web. ¿Cómo le salen las cuentas?

L. I.: No salen (risas). Quien se dedica a esto es por amor al arte, soñando que tus canciones sea tu modo de vida. Hay que hacer muchas versiones para poder pagar la hipoteca. Y se pueden escuchar en la web, pero hay gente que quiere escucharlas en el coche. Además lo estamos enviando nosotros mismos a casa con su notita y todo nuestro cariño.

-¿Cómo se trabaja entre hermanos? La confianza a veces es un problema...

Rafa Insausti: Bien. Empezamos hace mucho tiempo. Ella entró en mi cuarto un día y yo la eché. Pero entró al segundo día, al tercero, al cuarto. y ya la escuché. Prometía la chiquilla. Luego se la presenté a todos mis amigos y fue mi gran error (Laura se ríe), un error que llevo toda la vida sufriendo. Pero bien. Montamos Duty Free y tocamos por todos los sitios del mundo. Cantábamos en inglés, pero se nos olvidó y ahora cantamos en castellano.

-¿Es un atrevimiento? Dicen que cuesta menos escribir sobre temas personales cuando es en inglés.

L. I.: Cuando cantábamos en inglés nos regañaban y ahora nos preguntan que por qué no lo hacemos en ese idioma. Nos apetece en castellano, quizá ya no nos importa desnudarnos. Aparte, nos parece mucho más interesante encajar melodías de jazz, de swing o de rock and roll con palabras esdrújulas, llanas. no son los golpes de voz del inglés. Además, ya hay un montón de grupos que hacen nuestro rollo en inglés, ¿por qué en España no hacerlo en español?

-¿Han dejado ya el Martini?

L.I.: Bebemos gin-tonic que es más de puretas (risas). Ya pasamos la época del Martini. Eso fue culpa mía. El nombre salió de una borrachera de Martini. Y con la resaca me siguió pareciendo buena idea.

-¿Cómo será el concierto del Cervantes?

R. I.: Apoteósico. Lo estamos preparando con mucho cariño. Van a venir colaboradores, un grupo de trombones llamado Town Bones, que van a ser la sección de metal de la banda. Hemos prescindido de trompeta y saxofón, queríamos un sonido muy potente. Creo que podremos resquebrajar el teatro.

-Será el estreno de Dry Martina en el Cervantes. ¿Creen que ahora los escenarios de Málaga se abren más a los artistas locales?

R. I.: Eso es algo bueno de la crisis. No hay dinero para traerse a grandes bandas... y ahora las pequeñitas sí entramos.

L. I.: Pero me parece también un gol por parte de la gestión del Cervantes y el Echegaray, que vean que en Málaga hay muchos grupos que tienen que salir para adelante. Si no se les da una oportunidad, es muy difícil que salga un 'sonido Málaga'.

-¿No tienen la impresión de que ahora hay más bandas que nunca?

L. I.: ¡Siempre las ha habido! Y en Fuengirola hay un montón más que en Málaga.

Javier Forero: Es un punto de encuentro entre Marbella y Málaga, y hay muchos músicos y mucha mezcla de gente que viene de Inglaterra y de países escandinavos. Además, el rollo de garitos y bares en Fuengirola funciona muy bien, hay muchos más sitios para tocar que en Málaga, que es la capital. Es triste. Aquí hay teatros, hay salas grandes, pero son para grupos que vienen de fuera.

-El Ayuntamiento de Málaga trabaja en una nueva regulación que permita las actuaciones en vivo en los bares con condiciones.

G. M.: Hay que legalizar la música. y la marihuana, es fundamental (risas). La música sobre todo. Es que parece que nos traten como delincuentes. La normativa es tan absurda que si una persona saca una guitarra al dueño del bar le puede caer una multa.

L. I.: Sí, pero luego ponen el 'chunda-chunda' a tope. ¿Eso cómo va? Por favor, Damián Caneda, legalice la música. Nos da igual la hora, como si lo ponen a las 9 de la mañana, pero que nos dejen tocar.

G. M.: Y lo de la marihuana no te lo tomes a mal. Es una frase que se suele decir (risas).

-¿Y ahora qué?

L. I.: Ha costado tanto trabajo sacar este disco que de momento queremos disfrutar. ¿A dónde queremos llegar? ¡Al Wembley Arena! No nos ponemos límites, pero somos conscientes de la situación y vamos poquito a poco.

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