La tiranía de las flacas

La delgadez parece que está ganando la batalla. Estos días por Málaga han paseado su figuras escuálidas unas cuantas actrices, como Silvia Abascal o Najwa Nimri -más flaca que nunca- a la que daban ganas de invitar a pescaíto frito. No es solo un empeño nacional, ahí están Angelina Jolie y Megan Fox, que parecen competir por ver a quién se le notan más las costillas. Quedaban en el planeta de guapas oficiales las curvas de los ángeles de Victoria's Secret, la firma de ropa interior y de baño cuyos desfiles son protagonizados por las modelos más esculturales del momento. Pues ya ni eso. Alessandra Ambrosio, Adriana Lima y Candice Swanepoel han perdido sus curvas y no gracias al photoshop, como ha ocurrido otras veces, sino en la vida real.

Lo hipócrita del caso es que la misma sociedad que presionaba para que fueran cada año más delgadas se escandaliza ahora por ello. Vamos a ver, si vía retoque fotográfico les quitan cuarto y mitad de cada lado a unas chicas que viven de pasear su figura, es normal que hayan decidido ponerle remedio y quitárselo ellas mismas. El problema es que, para el 99 por ciento de los mortales, estar así supone literalmente matarse de hambre. Y no son sólo mujeres las que lo hacen: Alex de la Iglesia ha confesado que para adelgazar ha tenido que comer muy poco y no cenar. Más de una sigue su ejemplo con lo que en términos de operación bikini se denomina dieta salvaje. Claro que el ex presidente de la Academia ya ha parado y tenía reservas de sobra.

En la sociedad hay un elogio permanente de la juventud y la delgadez que aburre de puro homogéneo. Por eso es de agradecer que Scott Schuman en su blog The Sartorialist, dedicado a mostrar el estilo de la gente de la calle, se dedique a fotografiar a personas de distintos tipos y edades, desde indigentes a oficinistas, colegialas, granjeros o aspirantes modelo. Hay de todo, pero algunos son hallazgos (estilísticamente hablando) espectaculares. Hace tiempo que superó las cien mil visitas diarias. Pues acaba de enfrentarse a una polémica por elogiar las curvas de una bloguera. Por lo visto no deben tener curvas, solo rectas.

La tiranía de las flacas no es nueva. «Una mujer nunca es lo suficientemente rica, ni está lo suficientemente delgada», dijo Coco Chanel hace unos cuantos años. Pues no nos queda nada.