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FRANCISCO GUTIÉRREZ fgutierrez@diariosur.es
Viernes, 28 de enero 2011, 03:29
Por toda la geografía andaluza se celebra durante este mes de enero la festividad de san Antón, aprovechando el pasado fin de semana o este en el que nos encontramos. El cielo se ilumina con la luz de cientos de hogueras con las que se celebra la festividad de san Antonio Abad. De Huelva a Almería son muchas las localidades que celebran alrededor de una hoguera una festividad en la que el fuego es elemento purificador. Además, en muchos pueblos hay elementos significativos de esta fiesta, tradiciones que han sobrevivido al paso del tiempo y que se han convertido en seña de identidad de sus habitantes. Desde los diablillos de Bubión a la carrera urbana de Jaén, los andaluces desafían los rigores de este frío y lluvioso invierno alrededor del fuego con buen vino, mejor comida y bailes hasta bien entrada la madrugada.
Una de las localidades andaluzas que ha fijado la fiesta en este fin de semana es la cordobesa de Belalcázar, situada en la comarca de Los Pedroches. La romería de san Antón se celebra junto a la ermita del santo el último domingo de enero. Algunos vecinos se desplazan con sus animales de compañía para que estos sean bendecidos por el santo. La tradición manda que los vecinos den tres vueltas a la ermita para que no les duela la barriga el resto del año. Es típico comer chorizo, sardinas, zanahorias en vinagre y vino de pitarra.
Su pasado señorial explica el conjunto monumental de esta población que dio lugar al nacimiento de un importante número de edificios religiosos y otros lugares de interés. La actual población fue fundada por los árabes hacia el s. VIII con el nombre de Gafiq, que cambió por Gahete tras la conquista cristiana. La etapa más importante de su historia se inicia en 1444, cuando Juan II la dona, con la vecina Hinojosa, al maestre de Alcántara Gutiérrez de Sotomayor, por los servicios prestados en sus luchas contra el infante Don Enrique. Elvira de Zúñiga logró en 1466 para su hijo Gutiérrez II el título de conde y terminó la construcción del castillo de la familia, que la llevó a cambiar el nombre del pueblo por el de Belalcázar o bello alcázar.
El monumento más importante de la localidad es el castillo de los Sotomayor. Está situado sobre un promontorio a las afueras del pueblo y es sin duda la construcción más espectacular de Belalcázar. La torre del homenaje, de unos 45 metros de altura y 17 de lado, es impresionante. La piedra que la conforma está detallada y artísticamente trabajada realzando así los garitones que la culminan junto al escudo de los Sotomayor y la cadena labrada que bordea toda la torre en referencia Los Zúñiga. Las labores que decoran el cuerpo del palacio plateresco (añadido en el siglo XVI) pueden observarse en la esquina orientada hacia el pueblo. Otras 7 grandes torres de granito acompañan a la del Homenaje constituyendo en conjunto una espléndida y colosal fortaleza a la que no se tiene acceso al interior.
La parroquia de Santiago El Mayor fue construida en el siglo XV, de estilo renacentista y destaca su majestuosa y elevada torre. Un hecho diferencial de esta iglesia es el jubileo concedido por Pío V el año 1564 según el cuál se alcanzan aquí las mismas indulgencias y gracias espirituales que durante el año santo se obtienen visitando el Vaticano.
Otros lugares de interés son la fuente del Pilar y abrevadero. Construida en 1570, se trata de una fuente con un gran pilón octogonal, y con un pilar barroco central del que salen cuatro caños de bronce. Lleva anejo un abrevadero y unos lavaderos públicos.
Convento de Santa Clara
En nuestro recorrido por esta bella localidad cordobesa no se puede de visitar el Convento de Santa Clara de la Columna. Fue fundado por doña Elvira de Zúñiga en el año 1476 siendo regentado al principio y durante 13 años por frailes franciscanos. Después, y hasta la actualidad, ha servido de morada a las monjas de la Orden de Santa Clara. Es el mayor convento de Córdoba (casi 13.000 metros cuadrados construidos). Por sus bóvedas de granito y bellos artesonados de madera está considerado el segundo monumento histórico-artístico de la provincia de Córdoba tras la Mezquita.
Otro monumento religioso de interés es la ermita de Nuestra Señora De Gracia de las Alcantarillas. Se encuentra edificada sobre un centro de culto romano y posiblemente su nombre debe aludir a la proximidad de un puente. Alberga a la patrona de la localidad. Se cree que esta ermita es del s. XIII y se compone de tres naves con cinco arcos formeros, destacando su amplio tejado así como un pórtico y las dependencias que la rodean recordando construcciones serranas de Extremadura y Castilla. A principios del s. XVI, se le añade un ábside cuadrado, de estilo gótico. Se encuentra situada a 22 kilómetros de la localidad en dirección a Monterrubio de la Serena.
Por su parte, la ermita de San Sebastián fue construida en el siglo XIII. Aquí fue bautizado el conquistador y fundador Sebastián de Belalcázar.
Pero la localidad cuenta con otras interesantes construcciones civiles, como es el Puente Romano de San Pedro, en el camino de la mesta. Parece, por su aspecto actual que fue obra del renacimiento. Sobre él pasaba una calzada romana de carácter secundario que enlazaba el balneario romano de Santa María de la Selva. Otro es el Puente de la Consolación, formado por losas de granito fechadas en el siglo pasado.
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