
Un exótico viaje por los ríos de la Axarquía
Rutas. El Chíllar y su afluente, el Higuerón, ofrecen durante el verano una de las formas más amenas y refrescantes de practicar el senderismo
JAVIER ALMELLONES
Domingo, 1 de agosto 2010, 03:43
Publicidad
Una de las mejores formas de disfrutar de la práctica del senderismo en la época estival en la provincia de Málaga pasa ineludiblemente por ... los cursos de los ríos más vivos de la Sierra de Almijara, el Chíllar y el Higuerón. El primero, que recibe las aguas del segundo, es sin duda alguna el más conocido tanto dentro como fuera de la provincia. No en vano su itinerario recorre algunos de los parajes más insólitos de Andalucía. Para realizarlo es necesario hacer un camino anfibio, es decir hay que alternar los senderos terrestres con el propio curso del río. De hecho, lo más interesante de esta sugerente excursión es que no hay otra manera de hacerla más que por el cauce del río o sus orillas. Aunque el presente año hidrológico ha sido óptimo, el río Chíllar suele tener agua todo el año, incluso en las épocas de dura sequía. Por esa razón, el mejor momento para realizar este itinerario es el verano. El simple hecho de andar por el arroyo con el refrescante roce del agua ya merece la pena. Pero la subida por el cauce fluvial no deja de deparar sorpresas al visitante. Paisajes llenos de vida, paredes de piedra caliza que nos adentran en otros mundos y un continuo goteo de pequeñas cascadas y pozas de agua consiguen cautivar todos los sentidos de los senderistas.
Los que nunca se hayan acercado hasta este río también tendrán la oportunidad de descubrir un paisaje insólito, en el que destacan los cahorros (o 'cajorros'), unas gargantas de origen kárstico por donde las aguas bravas del Chíllar han conseguido abrirse paso a lo largo de milenios. Algunos de estos cañones tienen poco más de un metro de anchura y resultan sorprendentes por su longitud y por su altura.
Dos accesos diferentes
El acceso al inicio de la ruta se realiza habitualmente desde Nerja, aunque también existe la posibilidad de realizarlo desde la localidad vecina de Frigiliana, si bien en este último caso es necesario atravesar una escarpada cima caliza. Desde el territorio nerjeño, sin embargo, basta con acercarse a la urbanización Almijara y desde allí tomar un carril que conduce hasta la antigua cantera situada junto al curso del río.
Pocos metros antes, junto a unos eucaliptos, se puede dejar aparcado el vehículo para emprender a pie el camino. En estos primeros metros, el curso no suele llevar mucha agua, ya que ésta se desvía más arriba para su aprovechamiento. En esta primera parte del trayecto se atisba lo que es un angosto valle que resulta ser una de las entradas del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Algunos pasos más adelante se accede al tramo en el que el Chíllar tiene un cauce considerable.
Publicidad
Hay muchas formas de disfrutar de una ruta por el Chíllar. Muchos prefieren no desafiar sus condiciones físicas y deleitarse con el espectáculo natural de sus primeros tramos. Los más osados pueden optar por subir por el cauce y llegar hasta la cascada situada a algo más de una hora a pie. También existe la posibilidad de seguir la ruta marcada por tierra en la zona izquierda del cauce, una vez se supera la parte más abrupta del río.
Primo hermano del Chíllar es su principal afluente, el Higuerón, al que se accede perfectamente desde el propio casco urbano de Frigiliana. Basta con desviarse por un carril cercano al cuartel de la Guardia Civil para descender a un valle que tiene similares características que el Chíllar, si bien suele estar menos transitado en verano. Siguiendo río arriba, el caminante se encontrará con el pozo de Batán, una gran alberca que se abastece del propio río y que sorprende por sus casi siete metros de profundidad.
Publicidad
Los cahorros del Higuerón
A diferencia del Chíllar, en el Higuerón es necesario hacer más distancia por el cauce para encontrar los singulares cahorros, que ofrecen también estampas singulares de la Sierra de Almijara. Estas angosturas ofrecen más dificultades e incluso suelen requerir de mayor esfuerzo. Por ello, resulta fundamental ser precavidos a la hora de adentrarse en algunos de ellos. Entre la flora que se puede ver en las orillas tanto del Chíllar como del Higuerón llaman la atención los abundantes palmitos, que le dan un toque exótico a este recorrido. También se encuentran numerosos cañaverales, juncales y adelfas, habituales en las zonas ribereñas. Otras plantas propias del bosque mediterráneo que se pueden ver en las orillas son romero, zarza y brezo. Tampoco faltan árboles típicos de este hábitat, como el pino carrasco, el algarrobo o la higuera.
Entre las especies animales propias de ambos ríos, no encontraremos peces, ya que sus aguas bajan muy rápidas e impiden prácticamente su reproducción. Sí se pueden apreciar, sin embargo, algunas escurridizas culebras de agua.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión