Nieto retrata a la generación del botellón en 'El año de la rubia'

Parece que fue ayer cuando la plaza de la Merced se convertía en lugar de peregrinación para cientos de jóvenes que tres noches por semana se juntaban para beber y charlar (según unos), para emborracharse y molestar (según otros). Era el epicentro del botellón, en fenómeno disuelto en la realidad cotidiana de la ciudad y convertido en escenario de 'El año de la rubia', el relato con el que Jesús Nieto Jurado quiere retratar a lo que él denomina «la generación del botellón».

'El año de la rubia' constituye además la nueva entrega de la colección Monosabio, editada por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga. Su autor presentaba ayer el libro como «una historia de desamor en la que la literatura actúa como motor de la vida».

Una trama de «chico-conoce-chica», una relación que no sale demasiado bien y que tiene como telón de fondo esas reuniones al raso nocturno con botellas de licor, refrescos y bolsas de cubitos de hielo. «Ya se habla del botellón como algo pasado», reflexionaba ayer Nieto (nacido en 1985), que ha querido «retratar» aquellas concentraciones. Una generación que, en opinión de Nieto, «carece en muchos casos de referentes culturales, literarios o musicales», en comparación con los jóvenes de los años 80 ó 90.