Ibon Navarro: «Lo normal es que Lima vaya convocado y no juegue»

Sobre el proceso que se seguirá con él, el técnico afirmó que, si todo va bien y los parámetros biomecánicos no fallan, sea uno más del equipo en un plazo de dos o tres semanas. También se refirió a los obligados descartes que el equipo ha de afrontar en la Basketball Champions League. «Tenemos que aprender del fútbol ahí», introdujo. «Los jugadores quieren jugar. No les hace gracia, y a mí tampoco me hace gracia no ponerlos. Cuando hay algún viaje complicado fuera hay alguno que hasta lo agradece, pero en casa, con el ambiente que tenemos, no. Seguimos con el mecanismo habitual. En algún partido hemos decidido por gestiones de cargas o desgaste físico. Vendrán peores momentos más adelante, cuando los partidos sean más importantes. No va a ser un descarte de los jugadores no cupos, sino también algún cupo. Una lección más que habrá que aprender. El baloncesto a día de hoy se encamina a tener plantillas largas», continuó.

Sobre el Falco Szombathely, añadió que es un equipo «bien trabajado y que prepara muy bien los partidos». Desglosó sus puntos fuertes: «Sin abusar de tiros de tres, tiene un porcentaje muy alto de acierto. Es un equipo bien trabajado, que preparar bien los partidos. Se agarra bien a las debilidades del rival y las explota. A Le Mans le metieron un parcial al final que fue demoledor. Cuando nos cogió allí nos generó problemas, creo que son avisos importantes de lo que nos podemos encontrar. Aún así, el partido ante el Manresa nos ha venido bien».

Sin creer en un favorito claro, confirmó el incremento de nivel de la Champions League esta temporada. «Cuando avance se va a poner muy interesante», expresó. Entre los candidatos al título, señaló a varias partes del mapa europeo: «Hablamos de equipos como el UCAM, el Tenerife, de los turcos… y los griegos. Más el tema de los israelíes, que están en una nube jugando lejos de su afición».

Ante el Szombathely será centenario. Cumplirá 100 partidos al frente del Unicaja. «Esclavo de los resultados» como todos los entrenadores, restó importancia a este tipo de méritos o premios. «Todas estas cosas de premios y tal… Ayer pagué bastante pasta en comprar pizzas para ellos por las victorias. Los entrenadores somos tan buenos o tan malos como los resultados digan. Somos fantásticos porque las cosas nos van bien. Mañana tenemos partido y estamos centrados en la competición».

La relación entre el Unicaja y la derrota es cada vez mejor. O peor. Porque casi ni se han conocido esta temporada. Sobre la posibilidad de caer, Navarro afirmó que «les sienta mal a todos», pero a nadie peor que a él. «El que más tendrá que entrenar ahí soy yo. Me va a fastidiar más a mí que a ellos. El que mejor lo tiene que gestionar es el entrenador. Esto es deporte y siempre se pierde alguna vez. Cuantos más partidos ganes, más cerca estás de perder el siguiente», declaró. Al final de su comparecencia se refirió a las pillerías en el baloncesto y mostró su rechazo con un ejemplo: «Ya me estoy imaginando partidos de minibasket con niños tirando el balón a un rival que está en el suelo… No, no».