Perry lanza un triple durante el partido contra el Reggiana. FIBA
Final Four Basketball Champions League

El arte de liderar (II): de la gestión al rendimiento

Tiro libre ·

El Unicaja ya no vive partido a partido, planifica como un equipo grande

Pedro Ramírez

Málaga

Viernes, 9 de mayo 2025, 00:34

Ya no hace falta imaginar tanto. Muchas de las preguntas que se lanzaban en aquella primera conversación ficticia con Ibon Navarro —la que titulamos ' ... El arte de liderar'— han encontrado respuesta en la realidad. El título de Copa del Rey no solo coronó un proceso, sino que consolidó un modelo. El Unicaja ha demostrado que no es flor de un día, sino un proyecto con raíces.

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Pero como todo equipo que se gana el respeto de los grandes, ahora las exigencias son mayores. Ya no basta con competir: se espera que gane. Y ahí vuelve a aparecer el arte del liderazgo, esta vez no desde la sorpresa, sino desde la responsabilidad.

Hoy la pregunta ya no es si Unicaja puede competir con Madrid o Barça. La pregunta es si puede ganarles cuando más cuenta. Y si puede ganar en dos frentes a la vez: la Basketball Champions League (BCL), objetivo declarado; y la Liga Endesa, donde llegar con ventaja de campo puede marcar la diferencia.

Aunque el Unicaja ya no vive partido a partido. Planifica como un equipo grande. Sabe que no todo depende de sumar una victoria más o menos en la fase regular. Lo esencial es llegar en las mejores condiciones —físicas, tácticas y emocionales— cuando la temporada entra en su fase crítica. El equipo malagueño ha dejado atrás la urgencia clasificatoria para abrazar una estrategia de picos de forma y de gestión de cargas, como hacen los verdaderos aspirantes a cualquier título.

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«Hoy la pregunta ya no es si Unicaja puede competir con Madrid o Barça. La pregunta es si puede ganarles cuando más cuenta».

El tramo final de temporada es, por tanto, un juego de equilibrios. Hay que cuidar las piernas sin perder el alma competitiva. Preparar un pico de forma sin abandonar del todo el presente. Porque en esta liga, ceder una victoria puede hacer peligrar tu puesto… o regalar una eliminatoria fuera de casa.

Y en ese contexto llega la Final Four de la BCL. Este fin de semana, en el Sunel Arena de Atenas, Unicaja buscará revalidar el título europeo. Su semifinal será precisamente contra el anfitrión: el AEK de Atenas. Un reto de máxima exigencia que pondrá a prueba la preparación y el enfoque del conjunto malagueño.

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Y el Unicaja llega con buenas sensaciones. Ha recuperado dinamismo, constancia defensiva y fluidez ofensiva. Las últimas victorias le han devuelto sus señas de identidad: el baloncesto coral y su eficacia defensiva en forma de forzar pérdidas al rival y anotar tras rápidas transiciones y, sobre todo, le han devuelto la convicción interna de que el plan sigue su curso. Lejos de llegar con dudas, lo hace con la certeza de que el trabajo silencioso de semanas anteriores empieza a dar frutos visibles.

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Desde fuera, algunos interpretaron cierto bajón de rendimiento como una señal de alarma. Pero puede que haya sido todo lo contrario: una pausa estratégica. La renuncia a la obsesión por el corto plazo, en busca de algo más grande. Porque no se trata de llegar primeros a los play-off, sino de llegar mejor.

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La confianza interna en el equipo es alta. Ibon Navarro lo transmite sin ambages, el equipo se prepara para competir por todo. Pero competir por todo no significa regalarlo todo en el camino. Significa saber elegir, priorizar sin renunciar, y entender que cada momento de la temporada exige un enfoque diferente.

La BCL es un reto asumido. Pero la Liga Endesa es otro gran termómetro, en ella hay una deuda pendiente de la temporada pasada, hambre y capacidad. Medirte con los gigantes y hacerlo de tú a tú es una oportunidad en la que ganar no sería ya una sorpresa, sería una confirmación. Una muestra de que aquel modelo que parecía tan solo alternativo, es en la actualidad una realidad.

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Por eso, esta recta final va mucho más allá de la clasificación. Se trata de consolidar un estilo, reforzar convicciones y llegar al momento decisivo con todos los recursos —físicos, tácticos y mentales— en plenitud. No es rendirse, es estrategia. No es relajarse, es saber respirar.

Unicaja ha pasado de soñar a construir. Y construir también es saber cuándo acelerar y cuándo contener. Lo que hoy puede parecer una renuncia, mañana puede ser una victoria. Y lo que hoy parece una duda, puede que sea solo parte del guion. Porque si algo ha demostrado este equipo es que cuando llegan las citas importantes, está. Y no solo está: lo consigue.

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Un anfitrión temible

Estilo de juego

El AEK de Atenas practica un baloncesto físico, intenso, con alta disciplina táctica y un claro énfasis en el control del ritmo y la defensa. Desde que Dragan Šakota tomó las riendas del equipo en 2024, el conjunto heleno ha experimentado una clara mejora en cohesión y rendimiento. En la BCL, su diferencial neto por cada 100 posesiones evidencia un crecimiento sostenido en eficiencia.

Jugadores clave

• Prentiss Hubb (Base): Promedia 13.5 puntos, 3,5 rebotes y 3,9 asistencias. Capaz de generar desde el “pick and roll”, anotar con alta eficacia desde el triple y en situaciones de uno contra uno.

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• Hunter Hale (Escolta): Motor ofensivo del equipo, especialista exterior con buena mano desde el perímetro (16,1 puntos por partido, 3,2 rebotes y 3,2 asistencias. Letal si encuentra su ritmo y en transición.

• Mindaugas Kuzminskas (Alero): Viejo conocido en Málaga. Inteligente, versátil y con capacidad para leer el juego a ambos lados de la cancha. Su experiencia puede marcar diferencias.

• RaiQuan Gray (Ala-pívot): Incorporación esta temporada que ha dado un salto físico al equipo. Atleta completo, peligroso cerca del aro y eficaz en situaciones de ayuda defensiva.

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• Grant Golden (Pívot): Referente interior. Con 10.1 puntos y 5.6 rebotes, aporta presencia en la pintura, juego en el poste bajo y eficacia en sus continuaciones.

Un técnico veterano

Veterano y estratega, Šakota ha devuelto al AEK su identidad competitiva. Sabe cómo manejar este tipo de torneos cortos, con lectura de partido y capacidad de adaptación. Su experiencia en fases finales es uno de los mayores activos del conjunto ateniense.

El escenario está preparado. Unicaja llega a Atenas con una hoja de ruta clara, el equipo entero enchufado y la convicción de que lo importante no es solo estar..

¿Puede Unicaja ganar otra vez? Sí. ¿Puede hacerlo contra los mejores? También. Porque hoy, más que nunca, se siente uno de ellos.

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