Norwegian declara la quiebra en cuatro de sus filiales que emplean a tripulantes en Suecia y Dinamarca

Pilar Martínez

Málaga

Martes, 21 de abril 2020, 18:05

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La crisis del coronavirus comienza a dejar en el camino a grandes compañías. La aerolínea Norwegian ha declarado la quiebra en cuatro de sus filiales que emplean a tripulantes en Suecia y Dinamarca. La decisión adoptada en los respectivos consejos de administración deja en el aire la operativa de la que es la cuarta aerolínea más importante en el aeropuerto de Málaga. Esta compañía escandinava ha sido clave en la vuelta de los turistas nórdicos a la Costa del Sol hasta alcanzar cotas de 1.645.845 pasajeros durante el pasado año, precedida de Ryanair, Vueling y Easyjet. La aerolínea cuenta con una de sus bases principales en la Costa del Sol, donde ha llegado a tener basados cinco aviones. Precisamente, el Sindicato de Pilotos (Sepla) ha denunciado públicamente que Norwegian Air Shuttle anunció, «de manera repentina y sin previo aviso a los representantes de los trabajadores», el cierre de las bases que la aerolínea escandinava tiene en España.

Por su parte, el consejero delegado de Norwegian, Jacob Schram, señala que «el impacto que el coronavirus ha tenido en la industria de la aviación no tiene precedentes. Hemos hecho todo lo posible para evitar tomar esta decisión de último recurso y hemos solicitado acceder a apoyo gubernamental tanto en Suecia como en Dinamarca. En este sentido, precisa que »nuestros pilotos y tripulantes de cabina son el núcleo de nuestro negocio y han hecho un trabajo fantástico durante muchos años. Es desgarrador que nuestras filiales de pilotos y tripulantes de cabina en Suecia y Dinamarca se vean ahora obligadas a declararse en concurso, y lamento mucho las consecuencias que ello tendrá para nuestros compañeros. Estamos trabajando día y noche para superar esta crisis y volver con una Norwegian más fuerte, con el objetivo de recuperar a la mayor cantidad posible de compañeros en los cielos«. Schram explica que en Noruega existe un sistema eficiente de suspensión de contratos (o ERTE), lo que significa que el Gobierno corre con todos los costes salariales durante todo el período de suspensión. »Desafortunadamente, una cobertura equivalente no existe ni en Suecia ni en Dinamarca«, afirma.