La fiebre del iPhone 6 llega a Marbella

Varios centenares de personas se agolpaban ayer a las puertas de La Cañada para adquirir el último modelo del móvil de Apple

adrián medina

Viernes, 26 de septiembre 2014, 12:17

El día amaneció ayer convulso en las puertas del centro comercial La Cañada. Más de un centenar de personas hacían cola frente a sus puertas, venciendo al sueño y al frío propio de últimas horas de la madrugada. Todos con el mismo objetivo en mente: salir de allí con un iPhone 6 entre las manos.

Publicidad

El nuevo teléfono inteligente de la estadounidense Apple ha causado el mismo impacto que sus predecesores:una auténtica fiebre entre sus seguidores más fieles, que no han querido esperar ni un segundo más del necesario para disfrutar del último modelo. Nadie se libra de su efecto: jóvenes, mayores, padres con niños en sus carritos, extranjeros de todas las nacionalidades... A primera hora ya había cerca de cuatrocientas personas esperando.

El centro comercial abrió sus puertas antes de lo normal, sobre las seis de la mañana, para acoger a los expectantes clientes, que pasaron de hacer cola en el exterior del edificio a hacerlo frente a la tienda Apple Store hasta las ocho. Entonces se los distribuyó dos filas distintas: a la izquierda, los que llegaban con el teléfono previamente reservado. A la derecha, los que venían a comprarlo en el mismo momento.

En un día como este, llegar a las seis y media era llegar tarde. Así lo relata Juan Murillo. «Cuando vine ya había una cola importante.Yo estaba casi al final del todo, en la plaza». Ahora, cuando están a punto de dar las 11, habla desde la parte delantera de la cola derecha, frente a las puertas de la tienda.

Los del lado contrario no tuvieron que ser tan madrugadores (si no tenían prisa). Francisco Herrera casi encabeza la fila, pero él apenas lleva desde las diez. En medio de la galería que conecta las dos plazas de La Cañada, por donde se extienden indistintamente compradores con y sin reserva, un pequeño cartel negro indica Clientes con reserva pasen por aquí. Francisco era uno de ellos; él ya se había asegurado su adquisición el pasado martes.

Publicidad

El tiempo avanza a ritmo normal durante la mañana;la cola, no tanto. Hasta cuatro horas han llegado a estar algunos plantados en el mismo sitio. Los más previsores han traído pequeñas sillas plegables para seguir esperando con calma. Otros recurren al mobiliario más cercano, en este caso las macetas distribuidas a lo largo de toda la galería. Yalgunos sencillamente se sientan en el suelo, con la espalda apoyada en los escaparates de las tiendas, o salen de la fila para dar un paseo y estirar las piernas.

Si hay algo tan parejo al lanzamiento de un nuevo producto de Apple como las largas colas que se forman frente a sus tiendas, son los precios altos. El último modelo de iPhone no es una excepción: el normal oscila entre los 699 y los 899 en función de su memoria interna. El Plus suma 100 euros extra, desde los 799 a los casi 1000 euros. Entre los viandantes satisfechos con sus teléfonos que pasean por las cercanías se oyen los comentarios habituales:¿Dónde está la crisis?, ¿Cómo se pueden soltar 700 euros por un teléfono?, preguntas que a lo largo de la mañana se reproducían en las redes sociales.

Publicidad

La fórmula no es única. Muchos, como Juan Murillo, han recurrido a la técnica de descarte. «Vendí mi [iPhone] 4s y he ido guardando», explica, aunque confiesa que ni siquiera así ha sido fácil. Juan Herrera, en cambio, ha optado únicamente por la hucha. «Llevo ahorrando un año, desde que compré el 5s». Este, el último modelo de iPhone en el mercado hasta ayer, permanecerá en su casa, pero pasará a manos de su mujer. También las hay que, como Sonia Martí, han escogido la opción sencilla:«Yo lo he sacado de la tarjeta» confiesa entre risas.

Por una opción parecida optó Brígido Sepúlveda. Él cargará el coste al presupuesto de su empresa. Pero tiene excusa: en su negocio, dedicado a la domótica y situado en Marbella, todos los empleados utilizan productos de Apple. «Podríamos haber elegido otra marca pero esta es la que mejor resultado nos ha dado» explica. El iPad y el iPhone que lleva entre las manos lo certifican.

Publicidad

Móviles de colección

La fiebre de la manzana mordida se viralizó en 2008 con el lanzamiento del primer iPhone. Yparece no tener cura. Muchos de los que están haciendo cola cuentan ya con una auténtica colección de modelos de estos móviles. «Me compré el [iPhone] 3 y desde entonces los he ido sustituyendo por el siguiente» afirma Sonia. ¿También con los ordenadores Mac y los iPad?«Sí, todo». En la misma línea se pronuncia Francisco, que tiene ya el iPad 2 y el iPad Air.

El inmenso número de compradores llevó a la tienda a desplegar previamente un doble dispositivo:el de los propios dependientes, con sus camisetas azules con el símbolo blanco de la manzana, y un apoyo de seguridad, vestidos de negro. Ambos con los motores al máximo desde primera hora de la mañana: ya antes de las ocho los empleados de La Cañada contaron hasta 750 personas, según relata el director del centro comercial, Javier Moreno. Ante un número tan desorbitado acabaron por desistir.

Publicidad

¿La cifra exacta de ventas?Imposible saberla. Desde su departamento de comunicación aseguran que Apple, como empresa global, no ofrece los datos particulares de ninguna de sus tiendas a lo largo del mundo. Ni de reservas, ni de ventas. Imposible saber, también, si hubo suficientes existencias en el almacén para atender a todos los compradores. Sobre las 11 de la mañana los empleados seguían lanzando mensajes tranquilizadores. «A mí me han dicho que sí, que habrá suficientes» comentaba Sonia desde el final de la cola (ella vino a las 10, pero sin encargar).

Hasta casi las siete de la tarde la cola de afectados por la fiebre del iPhone se extendía por la galería de La Cañada. Una fiebre que, como la de la gripe, ataca sin falta una vez por año.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad