¿Quiénes son las gitanillas de la popular fuente de Málaga?

Enrique Miranda

Málaga

Sábado, 20 de junio 2020 | Actualizado 22/06/2020 11:18h.

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Abanicos, vestidos con volantes y pose flamenca. Tres figuras femeninas de gran belleza que coronan una de las fuentes más emblemáticas de Málaga. La fuente de las Gitanillas vuelve a estar de actualidad, ya que esta semana se mudó a su última ubicación, la glorieta del Poeta Manuel Alcántara, entre la avenida de Andalucía y Armengual de la Mota. El conjunto escultórico vuelve a ver la luz después de varios años almacenado por las obras del metro, a la espera de su nuevo emplazamientos (hasta 20o2, la fuente se encontraba en la plaza de la Constitución).

Pero, ¿quiénes eran tres misteriosas mujeres que protagonizan el monumento? Pues se trata de tres jóvenes malagueñas que el escultor Adrián Risueño inmortalizó en 1959 y que entonces no podían ni imaginar que su imagen se quedaría ya para siempre ligada a Málaga. Mª Paz García Vicente Mata, Isabel Rein MacKinlay (que había sido Reina de la Prensa) y Mª Isabel Werner fueron las tres modelos y las dos primeras relataron para este periódico en 2003 cómo vivieron aquel proceso. «Recuerdo que un día Adrián Risueño vino a mi casa y me dijo: 'Niña, te voy a hacer una escultura para toda la vida'», explicaba entonces Mª Paz García Vicente Mata. Pero ¿por qué ellas? Tres jóvenes de unos 20 años que nunca habían sido modelos. Pues como ellas mismas relataron, por la amistad del escultor con sus familias.

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Adrián Risueño, formado en la Escuela de Bellas Artes de Málaga, era un artista bohemio que se movía en círculos muy concretos de la sociedad malagueña. Hizo amistad con los padres de las tres jóvenes, pertenecientes a familias conocidas de Málaga, y por eso surgió la colaboración. No hubo moldes ni se tomaron medidas de las modelos; de hecho ellas ni siquiera pasaron por el taller que tenía el escultor en Pedregalejo, cerca de Las Acacias. Solo se presentó en las casas de las jóvenes con un fotógrafo e hicieron una sesión de fotos vestidas de flamencas, bailando y con distintas poses.

La muestra de que las protagonistas no eran muy conscientes de la repercusión que iban a tener esas fotos es que no acudieron a la inauguración de la fuente en 1960 y no vieron su imagen esculpida hasta semanas después, ya con la fuente instalada en la plaza de la Constitución.