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Cinco símbolos de calle Nueva

Cinco símbolos de calle Nueva

Tribuna de la Historia ·

Recuerdan cincos momentos históricos que van desde la construcción del Canal de Suez hasta un corazón por la Conventico de los Trinitarios Descalzos

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Sábado, 19 de octubre 2019, 16:54

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El Centro Histórico de Málaga puede depararnos múltiples sorpresas si somos asiduos paseantes de sus calles. Y para ello no hay que buscar mucho entre sus vetustas callejuelas y sus rincones añejos. Solamente debemos acercarnos hasta una de las principales calles, que ya en el siglo XV se le denominó con el nombre de «Nueva». En el siglo XXI se le sigue llamando de la misma manera, a pesar de que a lo largo de la historia, como es habitual, se le cambió de nombre en un par de ocasiones.

Esta calle ya existía en la etapa islámica de Málaga, pero no se prolongaba más allá de la actual iglesia de la Concepción. Tras la conquista de Málaga por los Reyes Católicos, se empieza a configurar una nueva ciudad y una nueva distribución espacial de la misma. Una de las actuaciones iniciales del primer alcalde de la ciudad, Garcí Fernández Manrique, fue la de comunicar de una manera directa la Plaza Mayor con la Puerta del Mar. Y en 1491 se decidía abrir una nueva calle. Para ello había que alinear las edificaciones existentes en la misma. Y se llevó acabo, colocando un poste de mayor altura que los edificios en cada uno de los extremos de la misma. Se ató un cordel de un poste a otro, y se atirantó dicha cuerda, y con arreglo a este atirantado se señaló, casa por casa, lo que cada una de ellas debería remeterse, o acercarse con respecto a ese alineamiento, haciéndose lo mismo en la acera contraria. Se dio un plazo para la ejecución de dichos trabajos, terminándose las obras a finales de 1492.

Calle Nueva se convertiría desde ese momento, y hasta la realización de la del Marqués de Larios, en la principal vía de la ciudad y en la más comercial de todas. En ella se instalaron roperos, sederos, lenceros, calceteros, plateros, sastres, etc. Durante algún tiempo se le llamó «República Argentina» y también de «Don Francisco Bergamín», pero al final ha prevalecido el nombre con el que fue rotulada en sus inicios, y que es con el que actualmente la conocemos.

Entre las singularidades de esta vía, hay una que nos acompaña desde 1990 en su pavimento, gracias a la idea de Eduardo Serrano, que fue el arquitecto que dirigió la remodelación del mismo, y cuya pretensión era que el vecino que conociera el barrio identificara rápidamente los símbolos y el que no, hiciera lo posible por tratar de conocerlos.

El suelo recoge la representación del Canal de Suez.
El suelo recoge la representación del Canal de Suez.

Si nos adentramos en esta vía por Especerías, la primera calle que nos encontramos a la derecha recibe el nombre de Fernando de Lesseps, diplomático y empresario francés que planificó la construcción del Canal de Suez. El éxito de la empresa le llevó a ser nombrado presidente de la compañía francesa que gestionó la ejecución del Canal de Panamá. Obra que resultó un fracaso por cuestiones políticas y financieras. Fernando de Lesseps estuvo viviendo un tiempo en Málaga, concretamente en Churriana. Quizás por ello, el suelo de la calle Nueva recoge la representación de ese famoso Canal de Suez que tanto prestigio le dio a Fernando de Lesseps.

Desgraciadamente, de los cuatro símbolos restantes tan solo se conserva integro uno de ellos; de los demás solo quedan retazos o han desaparecido en su totalidad debido a diversas intervenciones realizadas por el Ayuntamiento.

Desaparecieron las cinco bolas que nos recuerdan las existentes en la fachada de la iglesia de San Juan. En cuanto al significado de las mismas, hay algunos que aseguran que son cinco balas de cañón de 155 milímetros, de las empleadas durante el asedio de Málaga en 1487. Otros dicen que quieren recordarnos al Cirio Pascual, que tiene como adorno cinco pequeñas bolas de cinco colores: el azul del cielo y la pureza; el verde de la esperanza y de la vida; el rojo del fuego, el amor y el sacrificio; el morado de la penitencia y una bola amarilla, símbolo de la luz del sol y de la Majestad de Cristo, su Resurrección y Pascua.

Pero no contentos con estas dos posibilidades, se aventuran otras dos más: la primera que apunta a que esas cinco bolas hacen alusión a los arrestos que había que tener para transitar en otro tiempo por estas callejuelas, debido a la inseguridad y a lo dudoso del pelaje del personal que por ella pululaba. Y la última se basa en algunos historiadores que citan la existencia de un convento de monjas junto a la Iglesia de San Juan en el que se destinaba alguna de sus dependencias como casa de citas para los nobles de la ciudad. Esta cruz de cinco bolas señalaría la puerta por donde debían acceder al convento para tales menesteres.

El fantasma que recuerda la calle Duende.
El fantasma que recuerda la calle Duende.

El siguiente símbolo nos recuerda la inmediata calle Duende, que sabemos que ya existía cuando se construyó la calle Nueva. Como no podía ser de otra manera, representa un fantasma enorme que acompaña a los viandantes en su deambular diario por esta calle del centro.

Parte del corazón que recordaba el Conventico de los Trinitarios Descalzos.
Parte del corazón que recordaba el Conventico de los Trinitarios Descalzos.

Había otra representación alusiva a la calle Cintería, vía en la que se establecieron en el siglo XVI los vendedores de cintas y los merceros, de ahí que en su día aparecieran cintas adornando esta parte del suelo de la calle. Y el último de los símbolos, aunque un tanto mutilado, nos deja ver lo que queda de un corazón ardiente como único recuerdo del Conventico que estuvo ubicado entre las calles Marín García, Liborio García, Mesón de Vélez y Almacenes. Su nombre proviene del convento que la orden de los Trinitarios Descalzos fundara en este solar en 1634. Allí estuvieron los monjes hasta que llegó la desamortización, y muchas personas, comercios e instituciones fueron ocupando progresivamente el edificio olvidado. Un pavoroso incendio lo destruyó la madrugada del 19 de diciembre de 1901.

Como ven cinco símbolos para recordar cincos momentos históricos, que desde aquí aprovecho para reivindicar que sean restituidos a su aspecto original de 1990 por parte del Ayuntamiento de Málaga.

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