Del califa de las 'Mil y una noches' al rey macbethiano: Harún al-Rashid y Lulach I de Escocia

Albas y ocasos ·

Tal día como hoy nacía Harún al-Rashid, califa cuya fama y poderío serían inmortalizados en 'Las mil y una noches', y moría Lulach I de Escocia, hijastro del shakespeariano MacBeth.

maría teresa lezcano

Domingo, 17 de marzo 2019, 00:01

Tal día como hoy nacía Harún al-Rashid, califa cuya fama y poderío serían inmortalizados en 'Las mil y una noches', y moría Lulach I de Escocia, hijastro del shakespeariano MacBeth.

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Harún Al-Rashid. Del 17-3-763 al 24-3-809

Diecisiete de marzo del año 763. Nace, en la ciudad persa de Rayy, Harún al-Rashid, quien habría de convertirse en el califa más famoso de la dinastía abasí de Bagdad cuya fama y poderío serían inmortalizados en 'Las mil y una noches', en cuyo tapiz su esposa Zobeida y el propio Harún fueron entretejidos en numerosas historias. Hijo del califa Al-Mahdi y de una antigua esclava del Yemen, Harún transitó de la realidad acalifatada a la medieval recopilación de cuentos tradicionales del Oriente Medio, en la cual Sherezade usó a Harún como nexo entre diversos cuentos, sacándolo de su palacio con nocturnidad, alevosía y disfraces varios y acompañado por su visir Giafar y su porta-espada Masrur, con el objetivo de averiguar qué pensaban exactamente los súbditos acerca de su inalcanzable soberano. De esta guisa incógnitamente devaluado en mercader, iba el califa alternando socialmente con esclavos, eunucos y jorobados, tanto biológicos como existenciales, recorriendo el territorio general de un imperio en el cual se iba cruzando con Ali Babá y sus cuarenta ladrones, con un marino de nombre Simbad, un caballo de ébano, dos tragadores de haschisch y un mono jovenzuelo, así como por las calles particulares de una Bagdad transitada por un tal Aladín y su lámpara mágica , por vampiros, ángeles de la muerte, mendigos ciegos, príncipes de Israel y taimadas Dalilas, y acerca de la cual uno de sus poetas rezongaba: «Bagdad, ¿qué, es Bagdad? Su polvo». Y en polvo se convirtió la gloriosa Bagdad tras el paso del ejército mongol en el siglo XIII, siendo posteriormente reconstruida y vuelta a pulverizar durante la Guerra de Irak, con la actual consecuencia de que la antaño perla del Tigris es hoy en día una de las ciudades menos hospitalarias del mundo, por emplear un discreto eufemismo y no aseverar que fue doblemente saqueada por sendos golfos que no eran unos granujas, o tal vez también, pero que históricamente correspondieron a las dos Guerras del Golfo que mandaron el patrimonio cultural iraquí a tomar viento mesopotámico. Como dice un proverbio árabe: «si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate en un espejo». Salam.

Lulach I de Escocia. Del 2-1-1030 al 17-3-1058

Doscientos noventa y cinco años después del nacimiento persa de Harún al-Rashid, moría en Aberdeenshire Lulach I, rey de Escocia durante apenas siete meses ya que fue descabezado por Malcom Canmore, quien ya que etimológicamente podía hacer más, can more or not can more, that is the question, se calzó la corona de Alba, que era el topónimo entonces correspondiente a Escocia, acabando de un tajo literal con el período puramente céltico del país. Lulach fue fruto del matrimonio entre Gruoch de Escocia, que Shakesperare ficcionaría como Lady MacBeth, y su primer marido Gilles Goemgáin de Moray, el cual fue ahumado como un salmón de los fiordos escoceses junto a otras cincuenta personas. Ya letalmente asalmonado Gilles, Gruoch se amacbethó con su primo Mac Bethad Mac Findlaich, quien se convertiría en padrastro del pequeño Luloch y en posterior inspiración shakespeariana para su celebérrimo MacBeth, «Roncos graznidos lanzarán los cuervos, rey Duncan, a tu entrada a mi mansión»; arquetipo del personaje ambicioso que, tras haber escabechado a Duncan I para quedarse con el siempre bien remunerado trabajo de rey, fue a su vez afiambrado por el mismo Malcom Canmore, que al parecer sí que podía hacer más, y que lo desmacbethó a conciencia antes de hacer lo propio con su hijastro Lulach, quien aún no había dejado las huellas de sus reales posaderas en el trono de Alba cuando llegó el Canmore como un jabalí en una abadía y se canmoreó de la corte escocesa al tiempo que se iba a invadir Inglaterra nada menos que cinco veces, antes de ser él mismo desmalcomado en la batalla de Alnwick y sucedido por su hermano Donald III, el cual a su vez fue descoronado por una sífilis que, tras dejarlo como una sílfide, lo ectoplasmó en las Islas Hébridas, famosas por la Obertura que les dedicó Mendelssohn, por la producción artesanal de tweed y por el whisky que se destila entre sus depresiones tectónicas. Sláinte.

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