

Secciones
Servicios
Destacamos
La inmensa mayoría de los españoles que están encarcelados en el extranjero cumplen penas por tráfico de drogas. Son mulas, que es como se conoce en el argot a los portadores de estas sustancias, algo que suelen hacer de diferentes formas, desde llevarla en una maleta o adosada al cuerpo para pasar una frontera, hasta ingerirla en forma de bolas o introducirla en sus partes íntimas para transportarla sin ser detectados.
Las mulas españolas responden a un mismo perfil. Son hombres de unos 50 años, sin antecedentes penales y que se encuentran asfixiados por las deudas, explica la abogada Ester Pascual. La letrada asegura que los narcotraficantes suelen captarlos en la cola del desempleo, presentándoles a alguien que les cuenta que lo ha hecho varias veces y que nunca le han pillado. Lo pintan como un trabajo fácil en el que sacarse 10.000 euros por viaje.
Sin embargo, el perfil está cambiando. Los narcos saben ya que los agentes fronterizos cada vez están más atentos por si ven a un español de mediana edad que viaja solo. Levanta sus sospechas inmediatamente, por lo que ahora, para intentar pasar los cargamentos de droga con sus mulas, los traficantes empiezan a buscar personas más jóvenes, incluso en los campus universitarios.
Muchas veces, además de mulas, son cebos. La abogada explica que los narcos dan el chivatazo de que un miembro de su organización va con droga. El objetivo es que los policías se entretengan con ese sospechoso y pasar un cargamento mayor a través de otra persona.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.