«Había un muchacho pidiendo auxilio porque su novia estaba debajo del coche»

Fernando Torres e Isabel Méndez

Málaga

Sábado, 6 de febrero 2021, 00:44

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Estaba paseando con su familia cuando escuchó «un gran estruendo». Se dio la vuelta instintivamente y vio un coche «volando» que aterrizó sobre otro vehículo que se encontraba estacionado junto a un kiosko. Manuel Ortuño reaccionó en cuestión de un segundo. Lo lleva en el oficio: es policía local en Teba –ha aprobado las oposiciones para incorporarse en el cuerpo municipal de Málaga el mes que viene–.

Es la historia de uno de los testigos del espectacular accidente que revolucionó ayer la barriada de la Virreina y dejó dos heridos graves y un tercero leve. El agente fuera de servicio salió corriendo hacia los dos vehículos, que empezaban a arder. «Había un muchacho pidiendo auxilio porque su novia estaba debajo del coche, no dejaba de pedir ayuda», explica a SUR. Juntos intentaron socorrer a la víctima, pero el tiempo jugaba en su contra porque las llamas avanzaban y la joven, que ingresó en estado crítico, no respondía. «Tenía pulso pero estaba inconsciente», recuerda, tan solo horas después del siniestro.

El coche que impactó contra la glorieta y acabó golpeando el vehículo de la joven –el conductor se encuentra en estado grave– circulaba sin control mientras que una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico lo seguía con las sirenas encendidas. Le estaban alertando de que tenía fuego en los bajos –la principal hipótesis es que el accidente se produjo porque fallaron los frenos–. Los agentes se sumaron a los intentos por rescatar a la joven y entre todos consiguieron apartarla de los coches en llamas mientras llegaban los médicos, que ya estaban de camino. «El chico estaba muy alterado, impactado, no dejaba de pedir una ambulancia».

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Con las víctimas ya a salvo, Manuel se centró en intentar apagar el fuego. Se identificó a los guardias civiles como policía y se pusieron manos a la obra: «Con los extintores del coche patrulla intentamos apagar el fuego, pero no hubo manera», recuerda. También se ofreció para apoyara a los dos agentes en la regulación del tráfico, necesaria para facilitar la llegada del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga y las ambulancias, ya que el accidente había provocado grandes retenciones.

A los pocos minutos llegaron varias patrullas de la Policía Local –futuros compañeros de Manuel– que se hicieron cargo de la situación, así que, sabedor de la importancia de dejar trabajar a los profesionales de servicio, se retiró. «Yo ya no podía hacer más», concluye.

El episodio se inició en la autovía, donde la patrulla de la Guardia Civil de Tráfico avistó al conductor que chocó contra la glorieta circulando con fuego en los bajos. Encendieron las señales luminosas para hacerle parar y alertarle del peligro, pero no fue posible. El hombre tomó la salida en dirección a la Virreina y condujo sin control hasta que se produjo el siniestro. El 112 recibió varias llamadas alertando de los hechos, y movilizó un amplio operativo que trabajó en la zona hasta dar por controlado el incendio.