'Stranger Things' arrasa en Málaga

Más de dos horas y media de cola esperaron Adrián, Borja y Cristina en la jornada del sábado para poder entrar a la exposición, detrás de ellos una valla tras la que aseguraban que no pasaría más gente, aún así seguían esperando. Lo mismo ocurrió ayer domingo cuando, después de cerrada la espera a las cinco y media de la tarde, la gente seguía aguardando, a sabiendas de que el aforo era limitado y la exposición tenía una hora de cierre.

Un trocito de Hawkins, el pueblo de montaña de los protagonistas, llegó a Málaga este fin de semana, y desde luego se ha quedado pequeño. La famosa serie de Netflix 'Stranger Things', protagonizada por un grupo de niños, trajo parte de sus escenarios para vivir una experiencia del «mundo del revés», una dimensión paralela en la que se corre el peligro de quedar atrapado y hasta de morir.

Entre los lugares que se podían encontrar, uno de los más reclamados era el salón de Will, con el sofá de la casa y las lucecitas a través de las que la madre se comunica con el niño cuando este está perdido en la otra dimensión. El Muelle Uno se llenó de viernes a domingo de fans de la serie con camisetas, fundas de móvil y las gorras que se regalaban al salir.

Otro escenario para hacerse fotos recreaba la escena de la huida en bicicleta de Eleven, Mike y Dustin, con peluca, banda y gorra incluidas para sentirse dentro de la serie. También una puerta al mundo del revés y hasta un memorial en el que se podía dejar un mensaje a la difunta Bárbara. Pero la pop-up no se quedaba ahí y la inmersión era completa con la experiencia de realidad virtual, creada por Play Station. Era una recreación en la que con dos mandos, uno a modo de linterna, había que desenvolverse por la casa de Will, coger las llamadas y descubrir al 'demogorgon', el demonio de la serie que te puede comer.

La exposición de la producción norteamericana, con su atmósfera ambientada en los años 80, ha pasado ya por Madrid, Barcelona y Valencia. En Málaga ha superado toda las expectativas con más de 5.000 asistentes que ahora esperan ansiosos la siguiente entrega de una serie que comenzó en 2016 y que en el estreno de la segunda temporada, solo en Estados Unidos, sumó casi 16 millones de espectadores en el primer fin de semana.