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JAVIER GUILLENEA
Lunes, 1 de octubre 2018, 00:43
Al 'novio distraído', la fotografía en la que un joven que camina de la mano de su novia mira con excesivo interés a otra chica que acaba de pasar, se le ha hecho decir de todo. Desde que apareció en internet ha sido pasto de memes, ese tipo de imágenes a las que se les suele añadir alguna frase graciosa, y aún lo sigue siendo. Los protagonistas de la imagen –en realidad tres modelos– han sido utilizados como metáfora de nuestro deseo de cambio, como símbolo de los errores que cometemos en nuestra vida, como ejemplo de un machismo descarnado y también como plataforma publicitaria. Si es cierto que hay imágenes que valen más de mil palabras, con la del 'novio distraído' sucede todo lo contrario. Son las palabras las que han acabado devorando a la imagen.
El pasado mes de agosto la compañía de internet Bahnhof publicó en Suecia un anuncio con la fotografía en cuestión a la que se le añadían unos cuantos comentarios desafortunados. Sobre el novio se etiquetó la palabra 'usted', a la novia se le colgó la etiqueta 'su actual empleo' y la mujer que pasaba por allí era Bahnhof, la empresa que ofrecía «un lugar de trabajo un poco menos aburrido».
Las críticas no tardaron en caer sobre la campaña. El Ombudsman de publicidad de Suecia la calificó de sexista y el Defensor sueco del Pueblo dijo que el anuncio es «discriminatorio por género», ya que sugiere la idea de que las mujeres «son intercambiables de la misma manera que un puesto de trabajo». Los reproches no tardaron en ir más allá y se centraron en la propia fotografía, que recibió todo tipo de acusaciones de machismo.
La instantánea tiene ya una larga vida, al menos según los parámetros de internet. La imagen se llamaba al principio 'Hombre desleal con su novia mirando a otra chica' pero más tarde adoptó el título de 'El novio distraído'. Su autor, el fotógrafo catalán Antonio Guillem, la tomó a mediados de 2015 en Girona y la subió a Shutterstock, un proveedor global de imágenes, vídeos y música con licencia. En tres años la fotografía se alejó de su creador y recorrió desbocada las redes sociales hasta que en marzo de 2018 fue citada como uno de los memes más influyentes para la difusión de etiquetados.
Meses antes el fotógrafo había publicado una segunda versión en la que los papeles se intercambiaban. En esta nueva instantánea es la novia la que se da la vuelta para mirar a un hombre y el novio quien la observa con disgusto. La imagen tuvo un éxito inmediato pero no ha llegado tan lejos como su reverso.
Aunque Guillem no lo pensó en su día, parece ser que el novio nos representa a nosotros, la novia a los errores que hemos cometido en el pasado y la otra chica a las decisiones que deberíamos tomar. Al menos eso es lo que ha quedado establecido entre los usuarios de internet y lo que se puede entrever en incontables memes como el que representa al hombre que mira al socialismo mientras el capitalismo se indigna, el que sostiene que el novio es el corazón, la novia la razón y la otra las «razones que la razón desconoce», o ese otro en el que el chico es 'yo', la novia 'ensalada' y la tercera en discordia 'pizza'.
Paradójicamente, su exitosa criatura le ha proporcionado a Guillem más problemas que beneficios. «Como siempre con este asunto, nos vemos en medio de situaciones absolutamente absurdas que nos están generando perjuicios incalculables», contesta por correo electrónico el fotógrafo, que vive de vender imágenes en stock para su uso en campañas publicitarias. La masiva difusión de la foto apenas le ha reportado ganancias porque, como lamenta su creador, «el público que hace y encumbra memes no deja ningún duro». Además, los datos personales de la mujer que hace de novia se han filtrado en internet. La modelo, que trabaja habitualmente con Guillem, ha eliminado sus cuentas personales en las redes sociales. Es una forma de protegerse de su meme infiel.
Antonio Guillem. Estaba en el paro cuando en 2012 se le ocurrió entrar en el negocio de fotografías en microstock pese a no tener muchas nociones del oficio. En mayo de 2017 ya había vendido más de un millón de licencias.
19 es el puesto que ocupa Guillem en la clasificación mundial de los fotógrafos más vendidos en el banco de imágenes Fotolia.
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