
Un epidemiólogo aclara por qué las vacunas de Pfizer y Moderna no producen trombos
El experto asegura que el problema lo desencadenaría el vehículo que emplea cada medicamento para provocar la inmunización
Los casos de trombosis detectados en algunas personas después de que fueran inmunizadas contra el coronavirus han puesto en el punto de mira a las ... vacunas de AstraZeneca, Janssen, que ha paralizado sus entregas a Europa tras detener la vacunación en EE UU, y, también, Sputnik.
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Se trata de unos efectos que no se han detectado en los medicamentos de Pfizer y Moderna. ¿Por qué motivo?
El epidemiólogo Oriol Mitjà explicó este pasado martes en el programa Todo es mentira (Cuatro) las razones de por qué se pueden producir trombos con unas vacunas y con otras no. «Las vacunas tienen dos partes: una primera, la proteína de la espiga, que es la receta para que nuestro cuerpo construya el anticuerpo; la otra es el coche, el vehículo donde va metida esa receta. Casi todas las vacunas llevan un antígeno muy parecido. Luego tenemos dos vehículos: el ARN, que llevan Pfizer y Moderna, y otro es un adenovirus», explicó el experto.
El problema, subrayó Mitjà, está en el vehículo. «Es el adenovirus el que teóricamente induciría esa tormenta de trombos». «Sobre los trombos de AstraZeneca lo que se sabe es que por algún motivo las plaquetas se vuelven locas, se activan todas y disminuyen del tronco sanguíneo», ha asegurado Mitjà. ¿Y dónde está el problema? «No está en ese trocito de proteína de la espiga, el problema está en el vehículo», ha explicado. «Es el adenovirus el que teóricamente induciría esa tormenta de trombos», apostilló.
En este sentido, las vacunas de AstraZeneca, Janssen y Sputnik V utilizan como vehículo un adenovirus parecido. Mientras, las de Pfizer y Moderna emplean como vehículo el ARN mensajero, nunca probado hasta ahora, pero que que explicaría esa ausencia de casos de trombosis.
En las vacunas de Pfizer y Moderna, en lugar de introducir en el organismo un virus atenuado o una parte de éste para que el cuerpo reaccione y desarrolle defensas frente al invasor, lo que se hace es que el ARN mensajero da las instrucciones para que sea el propio organismo el que produzca el antígeno. En este sentido, el experto aclaró que todo apunta a que el sistema ARN mensajero es menos invasivo y eso explicaría que no se desencadenaran trombos con esas dos vacunas.
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