
J.V. Muñoz-Lacuna
Miércoles, 9 de marzo 2016, 15:45
Una gran bola de fuego cruzando el cielo de Hellín (Albacete). La imagen, vista por algunos vecinos, ya tiene explicación: basura espacial, la misma que cayó en varias zonas de la Región de Murcia a lo largo del pasado mes de noviembre. De hecho, Hellín es una localidad próxima a la región murciana, lo que hace pensar que estos restos de cohetes o satélites tengan la misma procedencia. En concreto, el material encontrado en Hellín es un depósito auxiliar de combustible aeroespacial de algún cohete o satélite cuya vida útil finalizó hace tiempo.
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Un senderista
El depósito de combustible aeroespacial está fabricado con titanio, pesa diez kilos, mide ochenta centímetros de diámetro y está recubierto de un material aislante. Un objeto capaz de causar graves daños personales y materiales si cae en una zona habitada. Por fortuna, en esta ocasión estos restos de basura aeroespacial ha ido a caer sobre un terreno de cultivos a las afueras de Hellín, en un paraje conocido como El Pocico. Fue un vecino de este municipio quien se encontró con el extraño objeto cuando salía a pasear por los alrededores. Al sospechar que podría tratarse de un regalo del espacio no lo tocó ni manipuló y avisó rápidamente al cuartel de la Guardia Civil de Hellín.
Una patrulla se trasladó de inmediato al lugar del hallazgo y lo comunicó al Centro Operativo de Servicios de la Guardia Civil de Albacete que, a su vez, alertó al Grupo de Desactivación de Artefactos Explosivos y de Naturaleza Nuclear, Radiológica, Biológica y Química (GEDEX) de la Guardia Civil de Murcia.
Agentes de este grupo han sido los encargados de recoger el fragmento aeroespacial, de forma ovalada, y trasladarlo hasta el Centro de Referencia Nacional de Formación Profesional (SEF) de Cartagena (Murcia) para su estudio e investigación.
Como la basura espacial de Murcia
Según un primer análisis, el fragmento de chatarra espacial caído sobre Hellín es de similares características a otros tres localizados el pasado mes de noviembre en las localidades murcianas de Mula y Calasparra. En aquellos casos, el SEF se hizo cargo de tres esferas metálicas recubiertas con fibra de carbono, restos de depósitos auxiliares de combustible procedentes de algún cohete o satélite.
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En todos los casos, según informa la Guardia Civil, este tipo de basura aeroespacial no presenta riesgo alguno de contaminación radiactiva para quien pueda tocarlo a pesar de que algunos viejos satélites usaban uranio y plutonio. No obstante, el vecino de Hellín que encontró este último fragmento tuvo la precaución de ni siquiera acercarse al objeto. Por si acaso siguieran cayendo sobre la superficie terrestre estos fragmentos de cohetes o satélites, el cabo Amado, portavoz de la Guardia Civil de Albacete, aclaró este miércoles que la población puede tranquilizarse porque no existe riesgo o peligro para las personas o el medio ambiente.
Según los expertos, este tipo de basura espacial cae a diario sobre la Tierra aunque en la mayoría de las ocasiones son episodios que pasan inadvertidos porque se precipitan sobre los mares y océanos o bien sobre zonas despobladas.
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