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El misterioso negocio del pis de lobo

El misterioso negocio del pis de lobo

Es amarillo, pestilente y ahuyenta de las carreteras a corzos y jabalíes. La preciada orina se obtiene en «criaderos» de los que nadie quiere hablar: a los depredadores les llenan la vejiga de cerveza

ivia ugalde

Lunes, 4 de enero 2016, 00:04

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Es casi un secreto de Estado. Y eso que se trata del gran hallazgo contra los accidentes en las carreteras rurales del País Vasco y Cantabria. Una pestilente sustancia amarillenta que da arcadas y hace huir despavoridos a corzos y jabalíes. Llega de las gélidas tierras de Alaska. Embotellada y cerrada al vacío. Pero al lobo no se le ven ni las orejas, aunque se invoque al espíritu de la luna llena. Curiosa circunstancia cuando su orina es precisamente la pócima a la que se encomiendan las administraciones públicas para reducir los percances con animales.

La empresa que lo distribuye insiste en mantener en secreto el nombre del «criadero de lobos» que envía el pis desde esas remotas cumbres surcadas por trineos. El responsable de la empresa que ofrece el servicio a las diputaciones vascas y al gobierno de Cantabria, Sergio Álava, aclara que es un producto cien por cien natural, pero desconoce las características de esa misteriosa granja. Al menos eso dice. Cuesta imaginar cómo se mantiene en cautividad a este salvaje depredador y, más aún, cómo le extraen este valioso excremento. En Estados Unidos y Canadá es todo un reclamo entre granjeros y su fama también ha llegado a Suecia, Finlandia y Japón.

Los lobos, como cabe suponer, son un bien escaso si con su orina se pretende ahuyentar a especies que son una plaga de las carreteras de todo el mundo. Por mucho que algunas firmas, como la estadounidense Predator Pee, se empeñen en agasajarles con chorros de cerveza a presión para animar las vejigas de sus aullantes mamíferos. Desde el año 1986 se dedican a la venta de orina. También de zorro, coyote, oso y león. Con un solo clic, en su web pueden comprarse botellines y aerosoles de un tercio de litro por un precio que ronda los 36 dólares (unos 32 euros).

Afortunadamente para los lobos, su pis cuenta con la ayuda de la ciencia. «Al ser un producto orgánico que tiene una descomposición muy rápida, añadimos una serie de sustancias para ralentizar la pérdida de sus propiedades», detalla Álava. Además, recurren a repelentes específicos para jabalí y corzo y a otros compuestos, elaborados a base de resinas vegetales y feromonas de hembra, que atraen a los animales hacia otras zonas de paso. «Con una garrafa de diez litros da para varias carreteras», matiza en tono tranquilizador.

Pero, ¿cómo se obtiene exactamente el pis de lobo? Otra vez se impone el suspense al contactar con las principales empresas que comercializan el producto. Predator Pee opta por el silencio absoluto. Mientras, la también estadounidense Pee Mart suelta a cuentagotas algún detalle. «Tenemos acuerdos con zoológicos, granjas y organizaciones de rescate de la fauna. Cuando los animales están en sus corrales, la orina corre a través de un sistema de drenajes y se recoge en cubos», explica el propietario, Skip Theobald. El dueño de la compañía Wildlife Control Supplies Canada, James Korosil, solo precisa, sin que nadie se lo pregunte, que «ningún lobo resulta dañado». ¿Por qué será?¿Estarán encerrados en jaulas?¿Miedo a las organizaciones ecologistas?

El opaco camino que nos lleva tras las pistas de la orina de lobo apenas ha comenzado. El Ministerio de Fomento reacciona con sorpresa y contiene la risa al responder a la llamada. «¿Orina de qué?». «¿Has dicho orina de lobo?». En efecto. Lo recomienda y usa desde 2013 en carreteras y autovías de Cantabria. Y parece que da resultado. En el caso de Álava, durante el primer año, la Diputación comprobó que se habían reducido un 70% y un 50% los siniestros causados por corzos y jabalíes, respectivamente.

Frenar en seco la osadía de los animales sigue siendo, aun así, uno de esos peliagudos deseos que más vale pedir para el año nuevo. Por si se cumple. En la compañía Artea Medio Ambiente y Jardinería admiten que la orina de lobo «no es el Muro de Berlín», por mucho miedo que dé el feroz depredador en el cuento de Caperucita. Al campo es imposible ponerle puertas. Como prueba están los 469 accidentes con víctimas que provocaron corzos y jabalíes en 2014, según informa la DGT.

El potente brebaje que se echa en botellines con agujeros para que desprenda su olor tiene también fecha de caducidad. No ya por el mero hecho de tratarse de pis con conservantes. Las conclusiones que se extraen de la experiencia en otros países son rotundas. Suecia fue pionera en utilizarlo y pasado un tiempo comprobó que estas especies se acostumbraban. Volvían a cruzar las carreteras tan campantes. Lo mismo ocurrió en la isla japonesa de Hockaido: importaba la orina de Estados Unidos y luchó inútilmente contra los ciervos. En Finlandia han tenido que colocar vallas y en Bélgica y Suiza han construido pasos elevados.

El problema radica en el instinto de supervivencia más primario. Cuando rugen las tripas, hasta el más temeroso de los jabalíes se llena de coraje y atraviesan cualquier barrera. «El hambre es superior. La necesidad que les hace cruzar la carretera es cada vez más fuerte y poco a poco pierden el miedo al olor que les repele», explica Luis Lezana, doctor en Biología y experto en control de plagas. El secreto para ganar la batalla es, en su opinión, «la lucha combinada». Simultanear métodos y darles aleatoriedad. Por ejemplo, pis de lobo con ahuyentadores acústicos que emiten a intervalos sonidos reales de aullidos, cacerías y hasta de seres humanos. Como en la ley de la selva, el engaño es una de las mejores armas.

Recolectar pelo humano

Menos sofisticado y fácil de conseguir es el cabello humano. Agricultores y ganaderos tienen en las peluquerías el mejor almacén de repelentes. Los mechones se colocan como barrera para aislar cultivos, fincas y vías interurbanas. Con solo olerlos, los animales se alejan.

«¿Y, entonces, por qué no usar orina humana?», se preguntan en la empresa Arcomancha, especializada en la venta de accesorios de caza en Albacete. Creen que daría mejor resultado que el pis de lobo. La explicación: muchos animales no conocen a este depredador. Da igual como huela. Pensarán que se trata de un perrillo. Otras voces, por el contrario, defienden la existencia de memoria genétic.

La esencia de orín, desde luego, da mucho que hablar. Despierta curiosidad. Y hasta rabia. «Es algo cien por cien estúpido y tiene que ser denunciable», asegura Alexandra Stieber. Junto a su marido, ambos alemanes, regenta Lobo Park, una propiedad de 400.000 metros cuadrados en la localidad malagueña de Antequera. En cercas de entre 20.000 y 30.000 metros cuadrados albergan desde 2004 a treinta lobos. Ibéricos, europeos, de Alaska, grises...

Stieber, que lleva décadas analizando el comportamiento del canis lupus, sostiene que no son animales domesticables y requieren de mucho espacio para vivir. Por eso, tenerles encerrados en pequeños recintos para obtener su pis es, a su juicio, «un claro maltrato». Organizaciones ecologistas como Greenpeace y Amigos de la Tierra no opinan. Carecen de datos de una práctica tan insólita como esquiva.

Que se venda orina de lobo con la misma naturalidad con la que se vende un litro de aceite no debería asombrar a estas alturas. En internet ya se pueden comprar eructos enlatados, carne de unicornio y almas embotelladas. Es la era del espectáculo. Gusta el misterio. Más aún si hay lobo encerrado.

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