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Jueves, 14 de febrero 2019, 12:14
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Ruta de senderismo que recorre un itinerario histórico de Antequera, desde el casco urbano hasta el antiguo Convento de la Magdalena. El camino, que discurre a los pies del Pinar del Hacho, tiene un origen romano. En concreto, servía para el abastecimiento de agua hasta la ciudad de Antequera. Se trata de un itinerario homologado bajo la nomenclatura SL-A-51.
Comarca Vega de Antequera
Nivel de dificultad Baja
Tipo de ruta Lineal
Duración aproximada 1 hora y 15 minutos (sólo ida)
Longitud del trayecto 4,4 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima 495 metros
Altura máxima 640 metros
El punto de partida de esta ruta está en la zona noroeste del casco urbano de Antequera. Concretamente, el cartel explicativo de la ruta se encuentra en la zona más occidental de los Jardines de la Negrita (COORDENADAS 37.023128, -4.569539). Para llegar hasta allí en coche, lo más conveniente es usar la carretera A-7282, que hace una circunvalación de la ciudad de Antequera y evita entrar en el casco antiguo. En transporte público también se puede usar el autobús interurbano, que tiene una parada a menos de un kilómetro del inicio de la ruta.
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Este sendero recibe el nombre de las 'arquillas', unas construcciones que posibilitaban la llegada de agua canalizada desde el antiguo Convento de la Magdalena hasta la ciudad de Antequera. Para ello, tras un inicio meramente urbano, recorre una de las laderas del parque periurbano de Pinar del Hacho, uno de los pulmones verde de esta ciudad monumental.
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La cuarta parte de esta ruta discurre por un trazado eminentemente urbano. Así, desde el punto de inicio, en los Jardines de la Negrita, hay que ir hacia el sur por la Ronda Intermedia o A-343, para después continuar por la calle Margarita Xirgú, primero, y la de Federico García Lorca, después. Así, se verán los carteles que indican el desvío para comenzar a subir a los pies del Pinar del Hacho. Tras una ligera subida, el asfalto es sustituido por la tierra y el camino comienza a hacerse más angosto. Un nuevo cartel confirmará el camino a seguir en la ladera del Pinar del Hacho. A partir de ahí, la senda a seguir será prácticamente llana.
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Tras alejarse del casco urbano, dejando atrás una bonita postal compuesta por la propia ciudad y el telón de fondo de la Peña de los enamorados, se comienzan a ver las primeras arquillas, que antaño eran fundamentales para el abastecimiento de agua. Algunas se encuentran todavía en buen estado, aunque hay otras que apenas mantienen parte de sus paredes en pie. Estas construcciones, que jalonan este camino, hacen de hitos que confirman este itinerario homologado como SL-A-51.
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El camino de las Arquillas confluye poco después con el arroyo del Alcázar (también llamado de la Magdalena), con el que irá en paralelo hasta el final del camino, que se encuentran en el antiguo convento antes mencionado, que hoy está reconvertido en un lujoso hotel de cinco estrellas. Tras algo más de tres kilómetros de recorrido, el paisaje se convierte en un atractivo más de la ruta, ya que el cauce del arroyo se angosta y ofrece una estampa abrupta y escarpada, que contrasta con las llanuras de la Vega de Antequera que se han dejado atrás.
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Poco después, se comienzan a ver algunas infraestructuras que adelantan la cercanía del Hotel Convento de la Magdalena, como sus viales de acceso o su campo para la práctica del golf. Será la señal inequívoca de que se está llegando al fin de este sendero histórico, que pudo ser construido por los romanos para el abastecimiento de agua de la ciudad.
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Finalmente, se llega al hotel de cinco estrellas, que está situado en un sosegado enclave, que tiene como telón de fondo las abruptas sierras calizas que delimitan el territorio antequerano. Así, desde allí se ven la sierra de las Chimeneas, el Camorro Alto, el Torcal de Antequera y la sierra de Abdalajís. El regreso se hará por el mismo camino.
Este recorrido permite disfrutar de un bonito paisaje en el que se ven desde los pinos que dan nombre al parque periurbano del Hacho hasta encinas, olivos, almendros o acebuches que salpican parte del recorrido. Además de estos árboles destacan otras especies vegetales, como el lentisco o el romero. En el arroyo del Alcázar, situado a cierta distancia del itinerario se intuye una tupida vegetación ribereña. En lo que se refiera a fauna, hay que tener en cuenta que parte del recorrido discurre a los pies del Pinar del Hacho, donde hay catalogadas más de medio centenar de aves, más de una docena de mamíferos y varios reptiles y anfibios.
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