La Virgen de los Estudiantes vistió de riguroso negro por la muerte del papa Francisco. Ñito Salas

La Virgen de Gracia y Esperanza, de luto por el Papa en su traslado

La Soledad del Sepulcro, que también salió a la calle para dirigirse a la iglesia de Santa Ana del Císter, llevó un pañuelo negro y un rosario de azabache en señal de duelo por el Pontífice

Lunes, 21 de abril 2025, 22:57

La Iglesia católica, religiosos y laicos, llora este lunes de pascua, justo un día después de celebrarse precisamente la resurrección de Cristo, la muerte del papa Francisco, un líder espiritual innovador, valiente y cercano, que se ganó el cariño de todos, gracias a su carisma y a su forma de actuar y de decir las cosas. Su papado, desde 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, ha estado marcado por un llamamiento constante a la humildad, la solidaridad y la unidad de la Iglesia, a la que quiso transformar para acercarla a los más vulnerables, y, quizá, ha sido también el pontífice que más magisterio ha ofrecido a la piedad popular. Incluso, Francisco recibió en varias ocasiones a cofrades malagueños en el Vaticano a lo largo de este tiempo y ha sido el único Papa que ha dado luz verde a la celebración de un Jubileo de las Cofradías en el marco de un Año Santo ordinario, 'Peregrinos de Esperanza', que, si todo va como lo previsto, se desarrollará el próximo mes de mayo y contará con una Gran Procesión, que llevará a la Virgen de la Esperanza a recorrer, el 17 del mes que viene, las calles de Roma junto al Cristo de la Expiración (El Cachorro), de Sevilla.

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El apego del papa Francisco por las hermandades, a las que puso en valor como potencia evangelizadora y pidió proteger su herencia, le llevó a ser muy apreciado, cómo no, por los cofrades, que, en Málaga, han lamentado su pérdida durante todo el día. De hecho, las campanas de la basílica del Paso y la Esperanza han doblado como símbolo de duelo esta mañana, la Virgen del Rocío ha lucido en su mano derecha un rosario y dos lazos, uno de color negro y otro con la bandera pontificia de la ciudad del Vaticano a sus pies, mientras que otras corporaciones han elevado una oración por el alma del Pontífice y las dos hermandades que han realizado este lunes el traslado de vuelta de sus imágenes titulares tras la Semana Santa, Estudiantes y Sepulcro, han manifestado su tristeza y respeto no solo a nivel institucional, sino también en la forma de presentar a sus Dolorosas esta noche. Así, la Virgen de Gracia y Esperanza, una efigie mariana que no derrama lágrimas por sus mejillas, aditamento que suelen llevar las tallas de la Virgen en su iconografía pasionista, ha salido a la calle mostrando su vertiente más dolorosa, vestida por Guillermo Briales de riguroso luto, con un terno de terciopelo negro liso, una mantilla del mismo color sobre su cabeza y por el pecherín, y tocada con un halo de doce estrellas, una impronta inusual en esta imagen, aunque ya se mostró de esta guisa en febrero de 2023 por el fallecimiento del que fuera hermano mayor de Estudiantes, Ildefonso Fernández-Baca, quien estuvo en el cargo desde 1985 a 2000.

Momento de la salida del Coronado de Espinas desde la casa hermandad. Ñito Salas

Por su parte, la Virgen de la Soledad, de la Hermandad del Sepulcro, ha llevado un rosario de azabache y de su mano derecha pendía un pañuelo negro, el color del duelo.

Ambas comitivas han salido desde sus casas hermandad, en la calle Alcazabilla, donde se emplazan una al lado de la otra. Primero lo ha hecho Estudiantes, a las 21 horas, y unos minutos más tarde, el Sepulcro.

El cortejo estudiantil lo abría una cruz alzada con crespón negro y, a continuación, figuraba una veintena de hermanos con cirios blancos, que antecedían al Cristo Coronado de Espinas, sobre unas sencillas andas llevadas por una decena de portadores. Los miembros del séquito iban rezando en Ave María. Hermanos, igualmente con cirios, acompañaban a la Virgen de Gracia y Esperanza que, en lugar de marchar con una capilla musical delante de la imagen, como estaba previsto, llevó detrás de las andas tres tambores roncos de la banda de música Nuestra Señora de la Soledad, de la Congregación de Mena, para ofrecer mayor rigor, si cabe, a este traslado, que había tenido muy presente al papa Francisco.

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El Cristo del Sepulcro fue portada por hermanas a hombros. Ñito Salas

Recorridas las calles Císter y Santa María, la cofradía hacía los últimos metros del itinerario a un ritmo ágil hasta alcanzar la iglesia del Santo Cristo de la Salud a las 21.30 horas.

La Virgen de la Soledad, del Sepulcro, con el pañuelo negro y el rosario de azabache. Ñito Salas

Tras Estudiantes se colocaba por Alcazabilla y Císter, la Hermandad del Sepulcro, con el Yacente del escultor granadino Nicolás Prados López a hombros de hermanas, y la personalísima Virgen de la Soledad vestida para el tiempo de pascua, con diadema, en unas andas de madera barnizada, con flores blancas y dos candeleros con cirios blancos, y crespón negro lazado al escudo de orfebrería de la corporación que sujetaba la campana.

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El traslado de los titulares del Sepulcro, que también había presentado un cortejo de hermanos con velas, apenas duró unos minutos, ya que solo distan unos metros desde la casa hermandad a la iglesia del Císter.

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