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andrés camino
Sábado, 9 de abril 2022, 21:42
La erección de la Hermandad de la Humildad se debió a un grupo de devotos de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, que se reunió para fundarla el 30 de abril de 1694 en la iglesia conventual de Nuestra Señora de la Merced. Los cofrades volvieron a congregarse el 4 de abril de 1695, adoptando algunos acuerdos, como limitar el número de hermanos a 72 y a elegir el color de la túnica. Al año siguiente, salieron en procesión visitando los sagrarios en la noche del Jueves Santo y fueron aprobadas oficialmente sus constituciones.
En los primeros años del siglo XVIII, se registraron numerosas peticiones de hermanos solicitando que sus cuerpos fuesen sepultados por la 'Hermandad del Santo Cristo de la Humildad' en su capilla del convento de la Merced.
La Desamortización de Mendizábal obligó a los cofrades de la Humildad a establecerse en la parroquia de Santiago, a diferencia de otras corporaciones nazarenas que continuaron en el templo, que pasaba a manos del clero diocesano. Posiblemente, la imagen estuviese situada en una capilla del claustro del convento, lo que terminó por provocar el desalojo de su sede fundacional. Una situación parecida la vivió la Hermandad de Llagas y Columna, que tuvo que abandonar la Merced y erigirse también en Santiago. En la nueva sede, recuperó el pulso institucional, volviendo a celebrar sus cultos y procesiones.
El periódico La Unión Mercantil anunciaba, el 8 de junio de 1895, lo siguiente: «Función de Estatutos. La hermandad de N. P. Jesús de la Humildad en Santiago, la celebra el próximo domingo 9 del corriente, á las diez de la mañana». Un año más tarde, el mismo rotativo informaba que realizaría la salida procesional con «la sagrada efigie de Cristo de la Humildad».
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad registró una escasa actividad en los primeros años del siglo XX hasta que, en la década de los veinte, se produjo un relanzamiento corporativo.
Según el periódico El Regional del día 8 de noviembre de 1920, la «Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad» había celebrado un cabildo general, eligiendo como hermano mayor honorario a Vicente Ortín Herrero y mayordomo a Juan Prieto Barcegui. Ingresó en la Agrupación de Cofradías en 1923 y, en ese año, la imagen del Señor de la Humildad, conocida como la del 'Balcón de Pilato', recorrió las calles del Centro de la ciudad. También salió en 1924, pero ésta sería la última vez, dado que surgieron graves problemas en el seno de la hermandad que abocaron a su desaparición de la escena cofrade.
En los sucesos del 11 y 12 de mayo de 1931, la iglesia parroquial de Santiago fue objeto de la furia iconoclasta, perdiéndose la efigie del Ecce Homo, realizada en 1750 por Miguel García.
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad fue reorganizada oficialmente el día 24 de septiembre de 1980, en el Santuario de Santa María de la Victoria, gracias a la iniciativa de Juan Bautista Casielles del Nido, que contó con el apoyo de un grupo de jóvenes cofrades.
Con motivo de este resurgimiento, los hermanos decidieron encargar al escultor hispalense Francisco Buiza Fernández la imagen del Señor, culminándola en 1983 Francisco Berlanga de Ávila, por la muerte del primero.
El 24 de septiembre de 1980 se incorporó a la incipiente hermandad la advocación de Nuestra Madre y Señora de la Merced. La talla de la Virgen se encargó en 1981 al artista sevillano Luis Álvarez Duarte, quien la realizaría en 1982, recibiéndose en Málaga el Domingo de Pasión de ese año. Sin embargo, no sería hasta 1983 cuando se obtuviese el permiso de erección canónica en el Real Santuario y parroquia de Santa María de la Victoria y la Merced. Una fecha que quedó grabada en la reciente historia de esta hermandad fue la del 23 de abril de 1983, en la que se bendijeron los sagrados titulares en la nueva sede.
La hechura de San Juan Evangelista, realizada por Álvarez Duarte y bendecida en 1986, se concibió para acompañar a la Virgen de la Merced en su trono de procesión en la tarde-noche del Domingo de Ramos.
Bajo la presidencia de Juan Antonio Quintana Urdiales, la hermandad reingresó en el año 1986 en la Agrupación de Cofradías y, una década después, ya siendo hermano mayor Clemente Solo de Zaldívar López (que se convertiría en presidente de la entidad agrupacionista en el período comprendido entre 1997 y 2003), Nuestra Señora de la Merced salía bajo palio, de terciopelo rojo liso, por primera vez acompañando al Santísimo Cristo de la Humildad. Con la creación de la nueva sección, los nazarenos vestirían de lienzo crudo y capirote con el escudo mercedario, y larga cola recogida en cíngulo de esparto, como en la sección del Señor.
En el año 2008, y siendo hermana mayor Montserrat Fernández Fajardo, se presentó y estrenó el nuevo trono para Nuestra Señora, realizado por el orfebre Antonio Santos Campanario, basándose en la idea de Eloy Téllez, autor del boceto original.
Al año siguiente, la Hermandad victoriana, presidida por Fernando Galeote Sierra, presentó al público, en un acto celebrado en el antiguo hospital de San Julián, sede de la Agrupación de Cofradías, el frontal del nuevo palio, bordado por el taller de Felicitación Gaviero, según diseño de Eloy Téllez Carrión.
En 2012, la cofradía estrenó un nuevo grupo escultórico para acompañar a la imagen del Cristo realizado por el imaginero onubense Elías Rodríguez Picón.
La Hermandad de la Humildad celebra cada mes de septiembre, coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de la Merced, un triduo en honor de su sagrada titular que finaliza con el besamanos.
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