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La antigua imagen de Jesús Nazareno 'El Rico', desaparecida en 1931, entronizada en el interior de la parroquia de Santiago. ARCHIVO AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS
Investigación cofrade

Fernando María Laffore, el impulsor de la Cofradía de 'El Rico' en los años 20

Asentado en el cargo, encargaría al escultor granadino Luis de Vicente la construcción de un nuevo trono, de estilo barroco, para la titular, que se estrenó en la Semana Santa de 1926 y fue la primera vez que el icono mariano apareció bajo palio de terciopelo negro, bordado en oro fino

ANDRÉS CAMINO ROMERO

Jueves, 19 de mayo 2022, 00:28

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La Cofradía de Jesús Nazareno 'El Rico' es, indudablemente, una de las corporaciones más singulares del procesionismo malagueño. Tiene como uno de sus principales fines durante su salida procesional la liberación de un preso. Fundada en 1658, en el desaparecido convento franciscano de San Luis 'El Real', y filial de la Archicofradía de la Vera Cruz y Sangre hasta 1754, año en que se independizó. Con motivo de la Desamortización de Mendizábal en 1835, los hermanos de 'El Rico' obtuvieron el permiso reglamentario de las autoridades eclesiásticas para establecerse en la parroquia de Santiago. A lo largo de la centuria decimonónica la cofradía alcanzó cotas de notoriedad pero también sufrió periodos de crisis. Durante los primeros años del siglo XX la institución nazarena mantuvo una etapa de inestabilidad. Con la elección en 1915 de Alberto Torres de Navarra Jiménez como hermano mayor se invertiría esta tendencia. Este cofrade dejaba bien posicionada a la hermandad cuando en 1923 cesaba en el cargo. Su sustituto, el marqués de Grañina, Francisco Javier Fernández de Córdoba, se mantuvo hasta que, en 1925, Fernando María Laffore y González de la Rasilla, al que se le dedica este artículo, tomaba las riendas y se encargaba de elevarla procesional y patrimonialmente en la segunda mitad de la década de los 'felices años veinte'.

Datos biográficos

Por desgracia apenas se cuenta con datos personales de Fernando María Laffore y González de la Rasilla. Según las fuentes consultadas, este personaje ocupó una destacada e influyente posición en la sociedad malagueña de la época.

Acto celebrado en la iglesia parroquial de Santiago con motivo de la bendición de una cruz guía y mazas de nogal. Fernando María Laffore se encuentra sentado (a la izquierda) y sosteniendo en su mano izquierda una de las mazas. VIDA GRÁFICA 1930

De profesión, propietario, nació hacia 1889. La procedencia de su primer apellido, Laffore, era del país vecino de Francia. De estado civil casado. Socio del Casinillo de Málaga, cuya sede social se encontraba en un edificio de Puerta del Mar, esquina con la Alameda Principal. Fue asesinado el 23 de octubre de 1936, desconociéndose el lugar. Es muy probable que sus restos mortales fuesen depositados en 1941 -junto a los de 1099 personas- en la cripta de la capilla del Cristo de la Victoria (más conocida por la de los Caídos), en la Santa Iglesia Catedral, aunque a día de hoy es imposible de verificar porque las relaciones de los inhumados allí sepultados se conservan incompletas.

Cofradía de 'El Rico'

La situación de la corporación de la parroquia de Santiago en los primeros años de la década de los veinte era un tanto complicada. Convivían una cofradía de entierros y una congregación de culto y procesión. Un caso parecido se dio en la Archicofradía de la Sangre a principios del siglo XX, provocando una profunda división entre sus asociados.

Cuando el mandato de Alberto Torres de Navarra tocaba a su fin, los hermanos de 'El Rico' tomaban la decisión de separarse de la Agrupación de Cofradías. En la junta general presidida por Antonio Baena, celebrada el 19 de agosto de 1922, se daba lectura «a un oficio de la Cofradía de Ntro. P. Jesús el Rico notificando el acuerdo adoptado por esta Cofradía de separarse de la Agrupación». Esta drástica decisión se la replantearían sus miembros cuando en la sesión del 9 de marzo de 1923 constaba en acta el reingreso de la Cofradía de 'El Rico' en la entidad agrupacional.

Tres meses después, el 21 de junio, 'El Rico' enviaba un oficio a la Agrupación comunicando la composición de la nueva directiva, presidida por el Marqués de Grañina. Este mismo se «ofrece para actuar en todo aquello que redunde en beneficio de la Agrupación».

El periódico La Unión Mercantil indicaba que en la procesión de 1924 había participado, entre otros hermanos, Fernando Laffore en la sección de la Virgen, con el Mater Dolorosa. También se reseñaba lo siguiente: «Reciban nuestra enhorabuena los Hermanos Mayores, marqués de Grañina y Torres de Navarra (don Alberto), por el verdadero éxito conseguido».

A primeros de 1925 se produjeron cambios en el seno de la congregación, dado que en la junta general de la Agrupación, la del 9 de febrero, aparecían los nuevos representantes de 'El Rico': «Sres. Laffore, Cruz y Eloy». Ello puede ser indicativo de la celebración de un cabildo de elecciones en el que se saliese elegido y fuese reconocido Fernando María Laffore como hermano mayor.

Para el desfile de ese año, La Unión Mercantil informaba a sus lectores los estrenos de 'El Rico': bastones y campanillas para los cargos, y un manto bordado para la Virgen del Amor, advocación que había sido cambiada en 1923 por la de Dolores.

Una vez que Fernando María Laffore se había asentado en el cargo, encargaría al escultor granadino Luis de Vicente la construcción de un nuevo trono, de estilo barroco, para la titular, que se estrenaría en la Semana Santa de 1926. Asimismo, sería la primera vez que el icono mariano apareciera bajo palio de terciopelo negro, bordado en oro fino. En la comitiva del Miércoles Santo se presentarían, además, «dos artísticos estandartes bordados en oro con oleografías de las veneradas imágenes».

La Virgen del Amor en su trono procesional y bajo palio. ARCHIVO AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS

La revista La Saeta, en su edición de 1926, anunciaba, con respecto a las reformas y novedades de 'El Rico', que: «Esta antigua Cofradía, de rancio abolengo, ha preparado para la procesión de este año reformas importantes, las cuales demuestran que sus fervorosos cofrades no se duermen en laurales conquistados».

Dicha publicación señera de la Semana Santa, que acaba de cumplir 100 años de historia (el 9 de abril de 2022), recogía en 1927 lo que sigue: «A pesar de las extraordinarias reformas llevadas a efecto el año anterior, los cofrades de esta Hermandad, han querido abrillantar el desfile de su procesión lujosísima presentando el palio de la Virgen completamente bordado en oro. La artística labor ha sido realizada por las religiosas Adoratrices, que en verdad han presentado un trabajo acabadísimo, del más puro estilo renacimiento español. Con ello, este paso elegante y suntuoso, puede considerarse como uno de los mejores que desfilan en Semana Santa. También los cargos de la sección de la Virgen lucirán nuevas túnicas y capirotes de seda azules y capa de lana blanca con el escudo de la Hermandad, bordado en oro cíngulos de seda roja y oro».

En la cuaresma de 1928 tuvieron lugar dos actos reseñables en la Cofradía de 'El Rico'. El primero, realizado el 11 de marzo, consistió en un homenaje a Fernando Laffore en el hotel Vasconia. En los discursos se pusieron de manifiesto el cariño y la admiración que sentían los cofrades del Rico por su hermano mayor. Uno de los intervinientes, Francisco Peñas, improvisó un pareado: «Ni que se le dé un banquete/ ni una gran cruz laureada/ para lo que él se merece/ todo me parece nada». Unos días después, se hizo entrega del nombramiento de hermano mayor honorario de la cofradía al empresario Ramón Varea, abuelo del que fuera hermano mayor Ramón Varea Rodríguez (1979-1985) y bisabuelo del actual mandatario, Ramón Varea Casares, elegido en el año 2021.

Nombramiento, en 1928, de Ramón Varea como hermano mayor honorario de la Cofradía de 'El Rico'. ARCHIVO COFRADÍA DE EL RICO

Para la Semana Santa del referido año 1928, la junta presidida por Laffore, tras haber realizado un importante esfuerzo al encargar a De Vicente la construcción de un nuevo trono para la efigie del Nazareno, veía el sueño cumplido. El director de La Saeta, Francisco Morales López, daba cuenta que le era imposible describir dicha obra, aportando únicamente algunos detalles de la misma: «mide cuatro metro cuarenta centímetros de largo, tres metros veinte centímetros de ancho por tres metros de altura. El número de luces que iluminan al trono y que se hallan combinadas artísticamente se eleva a la cantidad de ciento treinta y seis. En el frente del trono figura el escudo de Carlos III artísticamente policromado en el que figura la corona real, y el toisón de oro y corona de espinas. En los costados se ven artísticas cartelas con escenas de la Pasión en altorrelieve». Finalizaba afirmando que: «Aunque no hemos visto esta obra suntuosa, se nos asegura que es realmente sublime en conjunto y detalles. Baste que sea construido en los talleres del escultor granadino Luis de Vicente, paso que auguremos un éxito del que han de vanagloriarse los cofrades de Jesús El Rico». La cofradía también presentó otros estrenos menores: una bandera blanca con la cruz de Santiago, bastones para los segundos cargos y una artística y lujosa candelería para el trono de la Virgen del Amor.

Morales López destacaba en el mencionado ejemplar la labor desarrollada por Fernando María Laffore de este modo: «Nada más justo y equitativo que reconocer en el Sr. Laffore, al Hermano Mayor insustituible que como saben todos ha demostrado siempre un interés desmedido y una insuperable constancia, por el mayor engrandecimiento de su antigua Cofradía. A una altura envidiable se hallaba esta Cofradía, constituyendo su procesión un acto suntuoso, para el Sr. Laffore ha conseguido elevar el prestigio de la Hermandad y acrecentar la fastuosidad de su desfile procesional».

El Lunes de Pascua, 9 de abril, la cofradía ofreció un banquete en el merendero 'Antonio Martín' al escultor Luis de Vicente, aprovechando que éste se encontraba en la ciudad de Málaga.

Para la Semana Santa de 1929, se presentaron algunas novedades en el capítulo patrimonial: el trono de la Virgen había sido modificado, aumentándose sus dimensiones en 20 centímetros de alto y 70 de ancho. Al mismo se le acoplaron cuatro medallones de talla con figuras pasionistas y se amplió el alumbrado. También, y en relación a la titular, se estrenaría una malla de plata ricamente bordada en oro, en la que se destacaría un artístico escudo.

La junta directiva regida por Fernando Laffore cada año apostaba por incorporar algún estreno a su desfile procesional, intentando conseguir con ello la suntuosidad de esta hermandad. Para el de 1930 se llevó a cabo el proyecto de que la Virgen del Amor luciera un rico vestido de terciopelo profusamente bordado en oro y piedras preciosas, que un anónimo había donado para tal fin.

Las acciones benéficas realizadas por las hermandades a lo largo de los siglos no quedaron en el olvido para la de 'El Rico'. La Unión Mercantil comunicaba el 13 de abril de dicho año que el hermano mayor Fernando María Laffore había remitido «ayer [12 de abril] diez bonos para el reparto de pan que hará dicha Cofradía en la víspera de su salida procesional. Dichos bonos serán distribuidos entre verdaderos necesitados».

Por otra parte, la revista Vida Gráfica dio a conocer el 10 de noviembre del citado año la presentación de una cruz guía y mazas de nogal tallado, ofrecidas generosamente por un hermano de la cofradía, quien, además, había donado unas 15.000 pesetas para el terciopelo de las túnicas de los nazarenos para la Semana Santa de 1931. En efecto, en La Saeta de esa fecha se recogía el estreno de esas piezas y se elogiaba al hermano mayor así: «Varios años lleva presidiendo la junta de gobierno de esta importante Cofradía, el entusiasta procesionista Don Fernando Laffore que ha realizado una fructífera labor digna de mayor elogio».

Durante los años que Laffore ejerció de hermano mayor ocupó en la procesión del Miércoles Santo los cargos que se detallan: en 1926 y 1927 (el desfile se produjo en la tarde del Jueves Santo por la lluvia caída en la jornada anterior), mayordomo de trono de la Virgen; y en 1928, 1929, 1930 y 1931, mayordomo jefe de procesión.

Parte de la labor desarrollada (principalmente de tipo patrimonial) en los seis años que Fernando María Laffore llevaba al frente de la cofradía, desapareció de la noche a la mañana en los 'Sucesos de Mayo' de 1931, siendo uno de los lugares del asalto vandálico la parroquia de Santiago. La cofradía perdió sus imágenes titulares -anónimas del siglo XVIII-, el retablo y los enseres que se hallaban en la capilla y en su sala de juntas. Por fortuna, los tronos de Luis de Vicente y los equipos de nazarenos pudieron salvarse al encontrarse depositados en un almacén.

Lógicamente, el hermano mayor, al igual que los directivos, quedarían muy tocados desde el punto de vista personal y devocional con este atentado a sus creencias religiosas.

Oración en el Huerto

La revista La Saeta empezó a facilitar, a partir de la edición de 1927, unos listados con las juntas de gobierno de las diferentes hermandades y cofradías. Para las de los años 1928, 1929 y 1930, Fernando Laffore ocupaba el cargo de vocal en la denominada de 'N. P. Jesús Orando en el Huerto y María Santísima en su Concepción Dolorosa', presidida por el gerente de la Sociedad 'Tranvías de Málaga', Carlos García y García, del que se tratará en un próximo artículo.

Si fuese realmente el personaje que se trata en este artículo, no ha de extrañar que ejerciese de hermano mayor en la Cofradía de 'El Rico' y, además, perteneciese a la directiva de otra corporación nazarena, algo muy habitual en ese periodo e, incluso, esta práctica se extendería a décadas posteriores.

Agrupación de Cofradías

Fernando Laffore tuvo un perfil bajo en la Agrupación de Cofradías, desempeñando cargos de segundo nivel como los de vocal 3.º (1925-1926), vocal 2.º (1926-1927), vocal 1.º (1927-1928) y vocal en la Comisión Investigadora de Gastos Procesionales (1928-1929). A partir de este último ejercicio no aparecería en el Comité Ejecutivo, presidido por Antonio Baena.

Tras lo expuesto puede afirmarse que Laffore dejó una profunda huella en los logros patrimoniales de la Cofradía de 'El Rico', no pudiéndose ser borrada del imaginario colectivo a pesar de la destrucción en 1931 y 1936 de todo lo que, con tanto esfuerzo y sacrificio, costó levantar.

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