Rufián prueba su propia medicina y sale increpado al grito de traidor en la protesta
Esquerra Republicana empieza a desmarcarse públicamente de sus socios de JxCat
CRISTIAN REINO
BARCELONA.
Lunes, 21 de octubre 2019, 00:02
El portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, paladeó este fin de semana un trago de su jarabe. El republicano fue abucheado e insultado por los independentistas radicales y se vio obligado a abandonar una de las marchas que los CDR y la ANC habían convocado en Barcelona. Él, que era uno de los suyos, salió con la cabeza gacha y entre lágrimas.
El diputado de ERC era hasta no hace mucho uno de los dirigentes con el verbo más afilado y provocador, pero desde que relevó al histórico Joan Tardà hace cuatro meses en la portavocía en el Congreso ha protagonizado una vertiginosa mudanza hacia la moderación y el posibilismo.
El independentismo más radical no le perdona esa evolución. «Fuera, fuera», «no es violencia, es autodefensa», le gritaron los manifestantes el pasado sábado. «Botifler, botifler», tuvo que escuchar. Botifler, en la terminología soberanista, es traidor, lo peor que se le puede llamar a un 'indepe'. Los radicales ya no recuerdan que Rufián fue uno de los culpables de que Puigdemont no convocara elecciones en 2017 y siguiera adelante con la declaración unilateral de independencia gracias al célebre tuit de las «155 monedas de plata». El republicano, en cualquier caso, no es el primero que agacha la cabeza en una movilización y huye casi a la carrera. El socialista José Montilla, entonces presidente de la Generalitat, tuvo que salir protegido de la manifestación contra la sentencia del Estatut, igual que al democristiano Josep Antoni Duran Lleida en una Diada. El abucheo a Rufián fue una expresión de la división que habita en el secesionismo. Su cara lo decía todo. Fractura entre los partidos y fractura en la calle.
Anatema
Esquerra ya hace tiempo que se ha distanciado de JxCat, aunque sean socios en el Gobierno catalán. Si no han roto aún es porque, como en los años del 'procés', nadie quiere cargar con el sambenito de ser el responsable último de la ruptura. Pero ERC, que lleva semanas presionando para que Torra convoque elecciones, ya no esconde su malestar. Oriol Junqueras, en una entrevista en 'El Periódico de Catalunya', aseguró que «hay que buscar alianzas más allá del independentismo sin renunciar a las actuales». Hasta hace unos meses,un anatema.
En las filas postconvergentes cayó como una bomba que el presidente del Parlament, Roger Torrent, también de ERC, convocara el sábado una reunión en la Cámara catalana con la alcaldesa Ada Colau y entidades sociales como los sindicatos y las patronales para buscar una salida al conflicto y se olvidara de JxCat y de la ANC. «No es justo que quien boicotea una respuesta a la sentencia, se aproveche de la falta de unidad», cargaron ayer los postconvergentes contra los republicanos. Carles Puigdemont habló de «deslealtad» y de «división intencionada». Y suma y sigue.
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