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Francisco Pérez espera que el reconocimiento sirva para dar un empujón a esta pequeña bodega.
El mejor vino de súper se hace en Álora

El mejor vino de súper se hace en Álora

Iván Gelibter

Sábado, 24 de septiembre 2016, 22:33

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El lugar que alberga las bodegas Pérez Hidalgo está prácticamente en el centro de Álora. Se trata de un único edificio, blanco, y que no tiene pinta de haberse construido hace poco. Un pequeño cartel en la puerta avisa del lugar al que se está entrando, pero nada alerta que ahí, detras de esas puertas, se fabrica el mejor vino que uno pueda encontrar en un supermercado español.

«Ha sido un bombazo. Nos hemos colocado en una división diferente gracias a aparecer en la guía de Supervinos, pero el hecho de que nos hayan dado la máxima puntuación en tres años y que seamos el mejor tinto de todos es un sueño». A Francisco Pérez Hidalgo, copropietario de las bodegas, no se le quita la sonrisa desde principios de esta semana, cuando la guía de referencia Supervinos 2017 denominó al Vega del Geva crianza como «la perfección». José Miguel, su hermano y también copropietario, insiste en que él se había tomado unos días de vacaciones que casi no está pudiendo disfrutar. «Desde que salió en el periódico lo de Supervinos, no hemos parado de recibir llamadas:muchas de ellas de felicitación, es cierto, pero también hemos notado que ahora nuestro vino se va a vender más que nunca, ya que nuestro distribuidor principal no ha dejado de encargarnos cajas del Vega del Geva, incluso dos veces en el mismo día», explican.

La historia de una bodega, así como la del propio vino, es un relato que nunca puede ser breve. 16 años, que es el tiempo que hace que se fundaron las Pérez Hidalgo, no es demasiado tiempo, pero sí que ha sido suficiente para que les reconozcan su trabajo. Francisco, que además de ser catedrático de Ingeneria en la Universidad de Málaga es el enólogo encargado de fabricar el vino, relata que el origen parte de una intención de ambos hermanos de aprovechar una finca familiar del municipio perote. «En un principio plantamos un número menor de hectáreas de uva, pero lo fuimos ampliando, algo que vamos a continuar haciendo».

«Plantamos en el año 2000, así que hasta unos tres años después de hicimos ningún vino. Y, francamente, el primero que terminamos era puro vinagre, y evidentemente tuvimos que tirarlo. Era un proceso de aprendizaje que teníamos que pasar», cuenta. Tuvieron que esperar hasta el año 2006 para producir el primer «vino decente», pero de ahí en adelante solo han ido a mejor. «Mi hermano y yo llevamos desde entonces invirtiendo dinero en la bodega, y solo en estos últimos tiempos estamos empezando a verle un gran futuro. Esperamos que este último empujón de la guía sea lo que nos termine por consolidar en el mercado», afirma Francisco Pérez Hidalgo.

Sin embargo, este edificio blanco que ya es una referencia en Álora, no solo aloja la maquinaria que se necesita para producir el vino y guardarlo, sino que parte de su actividad radica en la organización de catas de vinos. «Seguiremos potenciando esta actividad», añade el propietario de la bodega, ya que es también una manera interesante de que los consumidores sigan conociendo nuestro caldo».

«La perfección»

Bajo el epígrafe de «la perfección», la guía Supervinos 2017 ha resaltado que se trata, este Vega del Geva de Álora, uno de los mejores vinos de los últimos años. «Inolvidable, perfecto vino de la Sierra de Málaga». Así se define este crianza, que además obtiene una calificación de «cinco ojos de lince», una máxima puntuación que no se concedía desde hacía tres años. El propio productor del caldo explica que a la práctica se trata de un vino de color entre rubí y cereza intensa, y se presenta con una amplia gama de frutas rojas salvajes (mora, frambuesa). El precio es de 8,85 euros, y se comercializan unas 30.000 botellas al año.

«En la actualidad producimos un total de 50.000 botellas para nuetros tres tipos de vino, pero nuestra máxima pretensión sería llegar a las 200.000», comenta Francisco. Lo cierto es que en este caso ya da igual la cantidad. Álora y la Sierra de Málaga tienen un gran vino del que sentirse orgullosos, y los dos hermanos ya tienen algo que legar. «Es mi deseo más profundo;que mis hijos puedan heredar un negocio tan bonito como este, y que además sea rentable». De momento el vino está muy bueno. «Y ahora lo puedo decir de manera objetiva», dice mientras sonríe.

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