Los retos de Pellicer en su cuarta temporada seguida
Acostumbrado a que el objetivo sea la permanencia, esta campaña será crucial para determinar si puede ser el técnico de un gran Málaga a futuro
Pellicer encara su cuarta campaña consecutiva como entrenador del Málaga. Un hito, si se puede llamar de esta manera, que no sucede en Martiricos ... desde Joaquín Peiró (desde la temporada 1998-99 hasta la 2002-03), el mayor mito blanquiazul en los banquillos y el único entrenador del Málaga con más partidos que el castellonense, con el añadido de que madrileño dirigió la gran mayoría de ellos en Primera.
Entró en el momento más crítico del club a nivel institucional de su historia reciente, ascendiendo desde el Malagueño tras la destitución de Víctor Sánchez del Amo y la intervención judicial, y cumplió con creces. El cansancio mental tras la temporada de las 18 fichas provocó su marcha, para regresar año y medio después, en 2023, con la complicada papeleta de salvar al conjunto blanquiazul de la quema. No fue capaz de lograr la permanencia cuando regresó a mitad de la traumática temporada 2022-23, pero la directiva decidió que siguiera, una decisión que ha demostrado ser la correcta, primero ascendiendo y después consiguiendo la salvación a falta de dos jornadas.
Pellicer no superará a Peiró esta temporada
Con 224 partidos en el banquillo del Málaga, Joaquín Peiró continuará siendo el entrenador con más encuentros, al menos por una temporada más. Pellicer, que superó esta temporada a Muñiz para convertirse en el segundo, no alcanzaría al madrileño con los 42 encuentros de Liga y los que disputara el club blanquiazul en Copa, ya que lleva 171, 53 menos.
Por el momento, Pellicer cuenta con contrato hasta el final de la presente temporada. Para superar el número de partidos de Peiró, Pellicer debería ampliar su compromiso con el club de Martiricos por una campaña más para convertirse en el entrenador malaguista con más partidos.
El Málaga debe dar un paso al frente, que comience a pelear por cotas más altas que la permanencia, por las que el técnico castellonense no ha luchado antes como blanquiazul. Es por eso que para Pellicer esta temporada también es un reto.
Mayor exigencia
A priori, Pellicer contará esta campaña con una plantilla superior a la de otras temporadas. Acostumbrado a que el objetivo fuera la permanencia (o el ascenso en Primera RFEF), se prevé que esta temporada sea el de no sufrir por mantenerse en la categoría e incluso pelear por instalarse en la mitad superior de la tabla. En su única experiencia en otro banquillo profesional, en el Fuenlabrada, Pellicer dejó mucho que desear (fue destituido tras diez partidos). Es por eso que esta temporada debe servir para demostrar que es el técnico adecuado para un Málaga que busque ser competitivo en una categoría tan igualada.
Se da por hecho que Pellicer, un técnico con predilección por la cantera desde siempre (ha hecho debutar a 22 canteranos entre sus dos etapas), continúe apostando por los jóvenes talentos de La Academia, y estabilizar las recientes irrupciones, como Chupete, Izan Merino o Rafa, dándoles un rol significativo pero que no deban ejercer de 'salvadores', como ha sucedido esta última temporada con el cordobés. Deberá gestionar los tiempos y ritmos de los canteranos a la hora de introducirlos en la dinámica, sin que deban asumir tantas responsabilidades. Eso sería un síntoma de evolución y mejoría general.
La situación del club ha mejorado en todos los sentidos. Como entrenador, se le ha asignado un rol fundamental en materia de fichajes y bajas. Ya comunicó a Loren los nombres con los que no cuenta para la próxima temporada y trabaja con el director deportivo a la hora de elegir los perfiles que busca el club para reforzarse.
En este aspecto, Pellicer ha tenido cierta mano desde la temporada pasada. Y, salvo las incorporaciones de Luismi y, en menor medida, las de Lobete y Álex Pastor, el Málaga no ha acertado con los refuerzos en el pasado mercado veraniego. Es por eso que otro gran reto al que se enfrenta el técnico esta temporada lo comparte con Loren (la mayor responsabilidad en este asunto recae sobre el director deportivo), que es la de llevar a cabo las salidas para aligerar el número de fichas (de momento sólo queda una libre) y la de acertar con los (pocos) fichajes que se lleven a cabo este verano, y que estos supongan un salto cualitativo de la plantilla blanquiazul.
Pellicer se sentará en el banquillo de La Rosaleda por cuarta temporada consecutiva. Será una diferente a las anteriores, y que puede determinar si está preparado para ser el entrenador de un Málaga que aspire al ascenso en un futuro no muy lejano.
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