
'Exploramos el abandono más emblemático de toda Málaga'. El titular de por sí ya es sugerente. «En este vídeo exploramos un lugar que todos conoceréis... Se trata sin duda de el abandono más conocido de toda Málaga y uno de los más difíciles de entrar... ¡Lo exploramos al completo y escalamos hasta su cima! (más de 50 metros)», detallan en la entradilla de la grabación, que desde este lunes exhiben -cual hazaña personal- en su canal de Youtube. El protagonista de esta singular historia no es otro que el edificio de Correos. Detrás de ella, dos jóvenes youtubers: Álex Segura y Urbex-Málaga. El primero de ellos es conocido por sus vídeos sobre parkour (disciplina de origen francés consistente en superar obstáculos utilizando únicamente tu cuerpo y que Segura practica desde 2007) mientras que el segundo dedica su canal -con cerca de 68.000 suscriptores- a «explorar y documentar espacios abandonados por todo el mundo sin romper ni alterar su estado», advierte. Forma parte del movimiento Urbex, compuesto por exploradores que visitan lugares abandonados (y emblemáticos) para fotografiarlos, una tendencia que cada vez cuenta con más adeptos en España.
Publicidad
El pasado sábado, 11 de octubre, se marcaron un difícil objetivo. Todo un reto para ambos, «y al que más ganas le teníamos», recalcan en la presentación. Acceder al edificio de Correos en el Centro de Málaga, grabar su interior y hacerse un selfie desde su azotea. «Por razones obvias no mostramos el lugar por donde entramos pero fue tapiado días después de nuestra exploración. No intentéis hacerlo», advierten para, acto seguido, iniciar su recorrido por los entresijos del inmueble. Aseguran que ya desde hace varios años querían entrar a este edificio, por lo que el sábado cuando «se nos presentó una oportunidad de poder entrar casi por casualidad y no lo dudamos». A ambos, según aseguran, les sorprendió el estado del edificio: «Es una pena que esté tan dejado. Un edificio tan emblemático y en el Centro de la ciudad no debería estar así», insisten.
Noticia Relacionada
Y en el otro punto en lo que estos dos amigos coinciden a la hora de señalar como más destacado de la visita se refiere a las vistas: «Se ve la Catedral, Muelle Uno, el Centro... es alucinante cómo se puede ver Málaga desde allí arriba». Admiten que les hubiera gustado prolongar más la visita, pero ante la inquietud de posibles represalias no estuvieron tanto tiempo como hubiesen deseado. «Entrar a Correos ha sido una gran ilusión, pero no pudimos disfrutarlo como queríamos por si acaso nos veían», comentan.
El vídeo acaba con una panorámica desde su azotea, con vistas a toda la ciudad, «Ahí vemos la Catedral, el mirador de Gibralfaro, el Muelle Uno, el Puerto...», enumeran los jóvenes que en menos de 24 horas ya han logrado que su peculiar aventura sume más de 1.300 visualizaciones. Una visita que deja imágenes inéditas de sus entrañas. Una cocina de grandes dimensiones, una caja fuerte, oficinas, las escaleras, las distintas plantas vacías... «Tengo una ilusión y un nervio por dentro que ni podéis imaginar», destaca Álex Segura al tiempo que reconoce estar en vilo ante la posibilidad de que salte una de las alarmas del recinto.
A finales de 2019 el edificio de Correos fue adquirido por una de las sociedades del magnate del petróleo israelí Haim Tsuff, que abonó 23,5 millones de euros en una subasta convocada por la Junta de Andalucía, su anterior propietaria. El pasado mayo, el empresario empezaba a sopesar los posibles usos que podría darle a este inmueble, que lleva ya una década clausurado y que presenta problemas de revestimiento en sus fachadas, por lo que está enfundado en unas redes. Según pudo conocer este periódico, algunos de sus asesores estaban analizando un posible destino hotelero o residencial combinado con hotelero para esta construcción, cuya calificación actual como equipamiento es incompatible con esas pretensiones.
Publicidad
Actualmente, el edificio de Correos está clasificado como servicio de interés público y social. La normativa del vigente Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) contempla dentro de ese concepto el de bienestar social, que engloba a su vez usos relativos a «asuntos sociales y residencias comunitarias (residencias de ancianos, residencias de estudiantes y residencias infantiles u otras similares)». Así, para darle un uso hotelero o residencial, compatible con hotel siempre que se habiliten accesos diferenciados, es necesario que el propietario solicite una modificación del PGOU ante el Ayuntamiento de la capital, un trámite que, en este caso, tiene unos requisitos complejos.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.