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Las flores del puente de Tetuán se han contagiado del caótico entorno y han desaparecido.
En el puente de Tetuán, ni flores
Cosas de la Ciudad

En el puente de Tetuán, ni flores

Entre las obras del metro y ahora también las de la remodelación de la Alameda, pasar por allí tiene mérito, según apuntan usuarios

Sábado, 20 de octubre 2018, 15:28

Si estuviera en una guía de senderismo, la travesía desde la Alameda Principal a la avenida de Andalucía por el puente de Tetuán estaría calificada como una ruta de alta dificultad llena de obstáculos. Y es que entre las obras del metro y ahora también las de la remodelación de la Alameda, pasar por allí tiene mérito. Hasta las flores de la acera sur del puente de Tetuán aparecen marchitas, según nos cuenta Antonio Román, un malagueño que dice que antes lucían bien bonitas. Con ese entorno que tienen esos tiestos de flores no es de extrañar que se hayan marchitado. No hay más que ver lo que le rodea: a un lado, el edificio de Correos, que lleva años abandonado y ya convertido en un hotel, pero para indigentes que se instalan en sus bajos;al otro, las eternas obras del metro, y por si esto fuera poco, ahora también las de la Alameda, lo que convierte esa zona en tierra hostil, un lugar lleno de vallas de obras por donde pasan autobuses y taxis, aunque también algún que otro turismo despistado que va sin rumbo fijo habida cuenta del caos que reina en la zona.

Y si a alguien que haga esta travesía andando le da por asomarse tras la barandilla del puente se encontrará con el cauce seco y sucio del río. Así que la ruta, además de dificultosa, no tiene ningún atractivo para recorrerla, sino todo lo contrario.

Los bajos del edificio de Correos son cobijo de indigentes.

Tomás Heredia: maceteros movidos

Algunos de los maceteros colocados en la calle Tomás Heredia, la arteria principal del Soho que fue peatonalizada tras su reforma, aparecen descolocados de su posición original, según advierte un vecino de la zona, quien afirma que cree que son movidos para que pasen vehículos. Los maceteros, metálicos y de un peso considerable, estaban colocados a lo ancho de la calle y algunos de ellos aparecen movidos de su posición inicial, lo que permite el paso de vehículos y hace que pierde su razón de ser, que no es otra que impedir el paso de automóviles por esa zona.

Macetero movido de su sitio.

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