Los últimos de la Inma

Juan Soto

Málaga

Miércoles, 12 de octubre 2022, 13:56

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José Hidalgo se ha despertado, de madrugada, con ganas de helado. A las 3.30 de la mañana se ha levantado, se ha vestido y se ha ido hasta la puerta de la popular heladería Inma, en el barrio de Las Delicias, para hacer cola y esperar a la apertura del establecimiento. «No he sido el primero, ya había otra persona esperando», confiesa. De hecho no han sido los únicos 'locos'. Como ellos, miles de personas se han acercado este miércoles al local en su despedida hasta el próximo verano y han esperado colas kilométricas para hacer acopio en sus congeladores.

Como es ya tradición en la ciudad, la heladería Inma, abierta desde el año 1972, cierra la persiana el 12 de octubre, festivo de la Hispanidad, y agasaja a sus clientes con tarrinas a mitad de precio. Un reclamo más que suficiente para que vecinos y personas llegadas desde toda Málaga acudan al local y esperen durante horas para abastecerse de helados. Durante este miércoles, la heladería sólo permanecerá abierta hasta que se agoten todos los helados, algo que se calcula que puede ocurrir alrededor de las cinco de la tarde. «Todos los años es igual; esto es una locura», reconoce uno de los trabajadores.

José se ha llevado este año 14 kilos de helado. Como sólo se pueden comprar ocho kilos por persona, le ha acompañado su hermana Esperanza, que se ha despertado más tarde y ha ido directamente para la apertura. «Hemos llenado dos congeladores enteros y hemos tenido que guardar dos litros en el frigorífico porque no nos cabían más», apunta ella.

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Para organizar la cola, estos vecinos del barrio explican que todos los años se pone una mujer con una mesa que reparte los turnos y que cuando abre la heladería, a las 11 horas, se cambian esos tickets hechos en papel, por los oficiales del negocio. La rapidez en estos momentos es fundamental, ya que quien llegue después de las 11 se arriesga a quedarse sin helados. «Mucha gente sale que parece que ha hecho la compra de la semana en el supermercado», apunta otra persona que hace cola junto a ellos.

Hasta el barrio ubicado junto a la Carretera de Cádiz también se han desplazado José Luis Guillén y Silvia Gómez, de Fuengirola y Benalmádena, respectivamente. El primero fue quien acudió a recoger los turnos también de madrugada y después fue a buscarla a ella. Ellos se han llevado 12 kilos de «natilla, kinder y 'chocopistacho'», fundamentalmente. «Hay que ser rápido porque pronto empiezan a gastarse los sabores», dice él.

En esta jornada de despedida el litro de helado cuesta 7,25 euros (8,25 si alguno de los sabores lleva piñones, ya que están más caros). En la heladería ofrecen este miércoles 40 sabores diferentes y trabajan 14 personas que no dan casi abasto. En una hora sólo han podido atender 40 números y hay más de 200 esperando. Las colas en este establecimiento suelen ser la estampa habitual durante todo el verano, aunque en esta jornada son insuperables.

Sentada en el escalón de la entrada espera Ana González, una mujer que elabora minuciosamente una lista con todos los sabores que va a pedir. En su listado ya lleva seis y piensa cuál le falta. «Mejor hacerlo así porque cuanto te toca el turno tienes que decirlo todo muy rápido, así que prefiero darles la lista», razona.

Cuando aún no son las 12 de la mañana llega Antonio García. Tiene el turno C72 y el marcador indica el A40. Con un poco de suerte deberá esperar cerca de cinco horas para ser atendido, por lo que piensa en irse y volver por la tarde. Pero se muestra desilusionado. «A esa hora ya no quedarán muchos sabores». Y eso, si no se quedan antes sin existencias. «Cuando se acaban, se acaban; y las personas que están en la cola se tienen que ir con las manos vacías». Y es que la Inma es mucha Inma. «La mejor heladería que yo conozco», sentencia Antonio. Tan buena que compensa esperar más de 200 números.