Una señal que lleva al error

Una antigua señal que permanece aún en la avenida Jacinto Benavente, y que establece el fin de la limitación de velocidad a 50 kilómetros por hora está llevando al error a un buen número de conductores, muchos de los cuales están siendo sancionados por exceso de velocidad al acelerar al observar esa señal y ser cazados a pocos metros por el radar de la Policía Local. La señal está ubicada unos metros antes del polideportivo de Ciudad Jardín, zona en la que se suele apostar un radar móvil que en caso de pasar un vehículo que supere los 50 kilómetros horas salta y lo fotografía para su posterior sanción. Una multa cuya cuantía depende de la velocidad con la que se haya superado el límite establecido, sanción que puede acarrear también la retirada de puntos del carné en función del exceso de velocidad que llevara el vehículo. Algunas de las personas sancionadas tratan de recurrir la multa, al argumentar que la presencia de esa antigua señal de fin de limitación de velocidad a 50 kilómetros hora les indujo al error y aceleraron su marcha. Para recurrir, sin embargo, los sancionados deben abonar la totalidad de la multa, sin posibilidad de beneficiarse del 50 por ciento por pago de importe reducido. Además, según manifiesta uno de los afectados, se ha dado el caso de que le han dicho que si abona la sanción, la Policía Local no comunicará la retirada de puntos que conlleva la pertinente infracción a la Jefatura de Tráfico. Una situación extraña en la que los sancionados que han alegado que la existencia de esa señal les ha inducido al error, se encuentran con la respuesta de que en cualquier caso el límite de velocidad establecido para circular en el casco urbano es de 50 kilómetros hora.

Pedregalejo, El Palo y Teatinos suciedad y mala imagen

María D. Álvarez ha observado algo que no habla nada favorable de la ciudad. Denuncia esta ciudadana la suciedad de los contenedores de basura ubicados en la calle Bolivia, junto al semáforo de la trasera de los chiringuitos de la playa de Las Acacias, anterior al del arroyo Jaboneros. «Además de los líquidos y churretes que fluyen por la orilla de la calzada, llegados los calores los efluvios que despiden los soportamos los vecinos. Independientemente, claro está, de la imagen que damos a los que visitan nuestras playas». Añade que «a la altura del parque Playa Virginia, en Avda. Salvador Allende, he visto otros de aspecto muy parecido. Y digo yo ¿ Queremos ser la ciudad del turismo?», se pregunta. «Como estamos en campaña electoral y se ve el esfuerzo municipal en limpiar la cara de la ciudad, a ver si tenemos suerte y el Ayuntamiento da un toque a Limasa y a los dueños de los chiringuitos».

Carmen María Galván también se queja de la suciedad existente en Torre Atalaya, en Teatinos, donde asegura que desde que cambiaron a los empleados de Limasa que acudían a aquella zona, la limpieza es muy deficiente. Además pide que el Ayuntamiento obligue a los propietarios de un solar de calle Escritora Carmen Conde a vallarlo pues allí se acumulan basuras.