Ha sido una noche electoral tan larga que todavía no ha terminado. Los estadounidenses apagaron la tele y se acostaron por primera vez en veinte años sin saber quién sería su nuevo presidente. El motivo: el lento recuento por la histórica avalancha de votos por correo. Detrás están la pandemia y la movilización de los demócratas para que sus bases usaran este método. Ese voto por correo ha hecho que estados decisivos como Michigan o Wisconsin, que comenzaron siendo para Trump, hayan girado después hacia Biden. Pero, además de todo, hay otros como Arizona que directamente han decidido parar el escrutinio, tomarse un descanso y comenzar lo que queda mañana. A estas horas, todavía hay cinco estados que están en el aire. Algunos por márgenes estrechísimos de apenas ocho mil votos. Aunque, para ganar, a Biden le basta con confirmar su ventaja en los dos que va por delante: Nevada y Míchigan. Si se llevara también Pensilvania, que es posible, vencería además holgadamente. El caso es que de momento los estadounidenses volverán a acostarse hoy sin conocer el resultado definitivo.-Redacción--Redacción-
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