«Es un crimen», vecinos de Coín se oponen a la apertura de una cantera en la sierra

Fernando Torres

Sábado, 1 de febrero 2020, 01:48

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Llevan semanas haciendo cada vez más ruido. Primero en las instituciones, luego en las redes sociales, y en los próximos días saldrán a la calle a manifestarse. Un grupo de vecinos de Coín se ha unido para protestar por lo que consideran «un crimen» contra el entorno natural de la localidad: la apertura de una cantera dolomítica en la sierra de la localidad, que supondría el cuarto frente de extracción en funcionamiento en el municipio. El colectivo, que mañana se formalizará como plataforma ciudadana bajo el nombre 'Coín salva tu sierra', asegura que ya hay medio centenar de familias afectadas por el funcionamiento de las canteras existentes, y que este nuevo perfil supondrá la muerte de un importante bosque mediterráneo, que afectará además a otra decena de familias y a una granja escuela.

Los vecinos están decididos a ir hasta el final, según explican a SUR reunidos frente al monte en el que está proyectada la nueva cantera. El portavoz del movimiento vecinal, Juan José Ávila, asegura que cuentan con el respaldo de gran parte del municipio. «Estamos hablando de una zona que se llena de ciclistas y senderistas todos los fines de semana». Además, según ha documentado la plataforma, el perfil de la futura cantera coincidirá con un tramo de la Gran Senda de Málaga, lo que para ellos define «a la perfección» el «tipo de locura» que se está planteando. El próximo sábado ocho de febrero se manifestarán en la Plaza de la Alameda, frente al Consistorio, para pedir que se evite esta «barbaridad».

Además, varios vecinos de la zona verían sus propiedades «gravemente afectadas». La cuarta cantera de Coín está ubicada en un perfil rodeado de suelo protegido, pero es de titularidad privada. A su alrededor hay diseminados y pocas viviendas pero que sufrirán «mucho» las consecuencias de eliminar el perfil natural del bosque, «que es de los pocos bosques mediterráneos que quedan cerca de la capital», añade Ávila.

Otro de los problemas que plantea la construcción de la cantera a juicio de los vecinos es que se quedará «lindando» con una granja escuela «de gran reputación» que lleva años funcionando en la zona. «Cada curso pernoctan 4.000 personas entre niños y profesores, y acuden otros miles de personas de visita, y si abren la cantera ahí tendrán que cerrar«, explica el portavoz –mientras lo hace, a su lado hay uno de los empleados del recinto, que teme quedarse »sin trabajo« si todo sigue adelante–.

Por todo ello, la plataforma presentará una alegación formal al proyecto expuesto, ya que consideran que va en contra de la conservación del patrimonio natural de Coín. Por su parte, el Ayuntamiento hará lo mismo, tal y como el alcalde, Francisco Santos, explicó a los propios vecinos en una reunión mantenida el pasado miércoles y como confirmó en declaraciones a SUR. «Estamos estudiando jurídicamente cómo poder presentar una alegación, cuando terminemos el informe explicaremos cuáles son los argumentos». No obstante, Santos hizo hincapié en que el Ayuntamiento tiene el mismo poder de decisión en este caso que los propios vecinos, ya que las autorizaciones dependen de la Consejería de Medio Ambiente y de Minas. «La postura del Ayuntamiento es que se van a tomar todas las medidas posibles para que todo se haga de forma legal», añade el regidor.

La plataforma de vecinos no solo denuncia la apertura de la nueva cantera. De hecho, gran parte de su reivindicación está en cómo les afectan las canteras actuales. Aseguran que el polvo en suspensión es «insoportable» y que les impide vivir con normalidad. Uno de los vecinos afectados lleva denunciando desde 1981 (adjunta en los escritos más de tres decenas de reportes al respecto) que la actividad extractiva le supone continuos daños y perjuicios. El afectado tiene problemas respiratorios que, según su médico, son fruto del contacto constante y continuado con el polvo dolomítico en suspensión.

Para argumentar los problemas que genera la actual actividad de las canteras, los vecinos adjuntan un escrito de la cooperativa Trops en el que rechazan varias partidas de miles de kilos de aguacates cultivados en la zona por estar «cubiertos de una capa de polvo blanco» que afecta «a su calidad». «Las cincuenta familias que nos oponemos de forma directa a las canteras no solo estamos en contra del nuevo frente, también pedimos más control sobre las existentes, porque son incompatibles con la vida», destacan desde el colectivo, y aseguran que uno de los perfiles ha superado el nivel freático, algo ilegal en el marco normativo de las canteras.