La fauna y la flora recuperan su hegemonía en estos dos meses sin visitas al Torcal de Antequera

El centro de recepción de visitantes está cerrado, pero hay quienes acuden al paraje para contemplar la naturaleza

Lunes, 25 de mayo 2020, 19:51

Fue mar hasta su transformación hace millones de años en un paisaje kárstico único que le cataloga como uno de los parajes naturales más amplios y mejor conservados de Europa, testigo de los choques de las placas africanas y europeas que conformaron la actual orografía en la que vivimos. Se trata del Torcal de Antequera, donde estos dos meses cerrado a la masificación del turismo, ha llevado a que los senderos se oculten por la flora y la fauna vuelva a caminar por lugares donde el hombre ha estado sesenta días sin aparecer.

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Con la vigilancia medioambiental y el inicio de los senderos por espacios naturales, son muchos los que intentan subir para respirar aire fresco alejado de cualquier concentración humana. En este tiempo de disminución de contaminación, se deja contemplar con plena calidad desde el Mirador de las Ventanillas la costa malagueña. Impresionante imagen al llegar al primer punto de las visitas que suele recibir.

Ya si entras por su ruta más cómoda, te cuesta encontrar los caminos hechos por las personas, ya que los cardos borriqueros han tapado el paso de las huellas para recuperar su estado natural. Tal es el caso, que si en los días más tranquilos se podían divisar águilas, cabras o lagartos, ahora hasta vacas pasean por sus anchas por el acceso de asfalto de la carretera que te lleva al centro de visitantes.

Aún no se conoce la fecha de reapertura del centro de recepción, donde se ofrece al visitante una explicación de la formación de El Torcal de Antequera; su transformación desde que estuvo bajo al mar hasta que la erosión dio la maravilla en forma de piedras con formas como tornillos, sombreros, prismáticos, cálices, o cualquier imagen que nos sugiera nuestra imaginación. Además, el observatorio astronómico complementa sus visitas con viajes al más allá o el servicio de restaurante con las piedras de fondo.

Mientras, familias llevan a sus hijos, sin mascarilla en algunos momentos por la amplitud del lugar y porque no hay aglomeraciones por estar en plena naturaleza. Habrá 'bichos' sueltos en su paisaje, pero no se cree que el COVID-19 haya podido llegar hasta el lugar menos humano y más natural que tiene el interior de la provincia de Málaga: El Torcal de Antequera.

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Distintas instantáneas del estado actual del Torcal, desde el que es posible ver el mar estos días. A. J. G.

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