
A. OJEDA
Lunes, 5 de junio 2017, 00:55
El fiel de a pie suele estar acostumbrado a rendir devoción a una imagen física y tangible como es el caso de la nutrida imaginería que poseen las hermandades de Pasión o de Gloria de Ronda o aquellas que se encuentran en los templos. Otros tantos hacen lo mismo ante la sagrada forma del Santísimo que es portada en la custodia durante la festividad del Corpus Christi. Sin embargo, hay a quienes no les queda claro el concepto en sí del simpecado. Pues bien, sin entrar en demasiadas razones históricas o culturales, se podría decir que el simpecado es una insignia de la Virgen que ostenta el lema Sine labe concepta, es decir, Sin pecado concebida, o bien, contiene una figura de María en su misterio de Inmaculada. Es la representación de la Virgen por excelencia.
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Centrándonos en el caso de las hermandades del Rocío y en la de Ronda en particular, el simpecado que descansa en la colegiata de Santa María durante todo el año es portado por la hermandad sobre una carreta especialmente preparada al efecto y tirada por bueyes, durante el camino hacia la aldea, para ser presentado a la Virgen del Rocío en la fiesta de Pentecostés
El primer simpecado que tuvo la Hermandad del Rocío de Ronda fue obra de Manuel Jiménez Friaza. Éste, que se encuentra actualmente en el museo de los tesoros de la colegiata, consta de una imagen de cerámica de la Virgen del Rocío, rodeada de bordados de oro y adornada con flores de colores sobre tela de seda de color rojizo. Peregrinó a la romería del Rocío hasta finales de la década de los 90 después de que en cabildo extraordinario la hermandad optase por la confección de un simpecado nuevo.
Orfebrería
El actual simpecado está tejido sobre un valioso paño de damasco en color cardenal. La orfebrería que lo compone es de plata de ley y acoge una pintura al óleo sobre lienzo, con atributos de la Virgen en oro, plata y piedras preciosas. Prestando especial atención a su simbología, el lienzo representa una pintura de Nuestra Señora del Rocío. Rodeada de ángeles y de forma oval, la Virgen figura en el centro, enmarcada por ráfagas en puntas, recordando a las que antiguamente utilizaba la Señora. Aparece adornada de corona, rostrillo, cetro y ráfagas en oro y luna en plata, todo sobrepuesto en el lienzo que está realizado en orfebrería fina con joyas engarzadas -pendientes, broches, cruces- de gran gusto.
El lienzo que plasma a la Santísima Virgen tiene de fondo el perfil de un amanecer en la sierra de Ronda mientras que el vestido se inspira en aquel que luce Nuestra Señora de la Paz, donado en su día por Pedro Romero. El simpecado está silueteado con finos y discretos adornos de orfebrería en plata de ley, rematado por la corona de la Casa Real Española, de cuya base nacen dos cintas, a derecha e izquierda, con leyenda Sin pecado concebida. En posición centrada aparecen la paloma como símbolo del Espíritu Santo y algunas ramas de pinsapo. La corona, paloma y ramas están trabajadas en forma corpórea. En los ángulos inferiores figuran sendas borlas de tocón. En el envés del simpecado se lee Ronda 1993 y aparecen cuatro escudos en orfebrería: Venerable Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, parroquia de Santa María de la Encarnación la Mayor, Muy Leal y Fuerte Ciudad de Ronda y el conmemorativo del bimilenario.
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