
Vanessa Melgar
Domingo, 17 de enero 2016, 00:00
Las ciudades las conforman sus habitantes, sus calles, sus plazas, sus monumentos, su patrimonio natural, sus tradiciones... en Ronda hay espacios emblemáticos sin los que el municipio no sería lo que es, como el Tajo, la famosa garganta que salva el Puente Nuevo, la histórica plaza de toros, la Alameda del Tajo... y un sinfín de ejemplos. Otro es la calle de la Bola, considera la columna vertebral de la localidad en torno a la que se aglutina la actividad comercial. Actualmente, alberga el Centro Comercial Abierto (CCA) de Ronda, con una longitud de unos 700 metros. Su día a día es un ir y venir de rondeños, serranos y visitantes, el punto con más vida de la población.
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Pero que nadie busque la calle de la Bola en un callejero. Oficialmente la vía se llama Carrera Espinel, en honor al músico, escritor y sacerdote rondeño Vicente Espinel, aunque su denominación más extendida es la primera y, sin embargo, ésta no reza en ningún letrero de turno que la presente ante quienes aún tengan la osadía de no conocer una de las ciudades más bonitas de Andalucía.
Para explicar la situación hay distintas teorías, que se mueven entre la verdad y la mentira. La más popular se refiere a que un año que nevó en Ronda, en el casco urbano, unos niños hicieron rodar por la vía una gran bola de nieve. Otra explicación apunta al gran reclamo que utilizaba un conocido negocio, una papelería, (una gran bola roja) para llamar la atención de posibles clientes.
Según explicó el investigador e historiador Antonio Garrido, la denominación que dio origen a la actual fue la de 'calle del Juego de la Bola'. Ésta la había llevado la calle desde el siglo XVII en su tramo más central. Hace alusión al popular juego: Ese ejercicio que con tanta asiduidad se practicaba, ese juego con bolas, había sido expulsado por las clases aristocráticas y poderosas, como siempre, de su escenario primero, el de la plaza de San Francisco para no estorbar el que emprendían los caballeros adiestrando a sus cabalgaduras, relató. Es por lo que la practica del mismo se llevó a la actual calle de la Bola.
Garrido, doctor en Filología Hispánica, Hijo Predilecto de Ronda y autor de distintos libros y artículos sobre la ciudad, el último titulado 'Augusto y Juan Centeno dos rondeños en la Residencia de Estudiantes y en el exilio de la América hispana', propuso colocar debajo del letrero de Carrera Espinel otro que recoja el nombre con el que se conoce a la popular vía de Ronda, por aquello de conservar, de forma tangible, el patrimonio de la ciudad.
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