Subidos al caballo de la feria con María del Monte

Una María del Monte poderosa y exuberante se subió la pasada noche al escenario del Auditorio Municipal, con un maravilloso traje negro con remates multicolor en honor a la bandera del orgullo. La vuelta de María del Monte a los escenarios de Málaga fue por todo lo alto. El público disfrutó de una gran velada el jueves, el sexto día consecutivo de conciertos en la feria. La cantaora se apoderó de la audiencia con su voz e impresionó a todos los asistentes. Los años no pasan por la sevillana que sigue cautivadora frente a los focos.

La puesta en escena de la sevillana fue espectacular. Portaba un maravilloso traje negro adornado con los colores de la bandera del orgullo LGTB. Algo que ha formado mucho revuelo entorno a su figura después de su salida del armario en el último pregón del día del orgullo en Sevilla. El traje de flamenca, por espectacular que fuese, desgraciadamente era demasiado caluroso para la cantante, que tras quince minutos tuvo que tomarse un pequeño descanso para cambiar su vestuario. El calor de la noche malagueña pasa factura incluso a las más grandes.

Tres trajes, tres actos. Como si de una obra de teatro, María del monte separó su actuación en tres diferentes actos, el primero de presentación con su traje negro y con marcas de la bandera del orgullo. El segundo, más tradicional, claro y con remates verdes, fue el que ocupó la parte central del concierto. La pobre María del Monte estaba muerta de calor, y ni con los cambios de traje conseguía paliar el calor que estaba pasando. Su última vestimenta ya no era traje de flamenca alguno. Era una camisa, unos vaqueros y una toalla para secarse el sudor causado por el gran espectáculo que estaba dando, o puede que por el calor de los focos también.

El Auditorio municipal disfrutó de la actuación de una de las mejores cantaoras. Sus cantes flamencos embelesaron a todos los espectadores que pudieron disfrutar de un magnífico espectáculo de forma gratuita. Como había sido siempre en la feria hasta este año, que por primera vez se cobrará por algunos de los espectáculos, como será en el caso de India Martínez.

La cantaora venía con ganas de volver a actuar en Málaga, hacía años desde la última vez que lo hizo. El comienzo de su actuación fue poderoso. La fuerza y el poderío que envuelve al flamenco estuvo presente tanto o más que nunca. Parecía que quería recuperar el tiempo perdido por todos esos conciertos cancelados que hemos tenido desde el año 2020. El auditorio era una fiesta, en el tiempo en el que María del Monte se ausentaba para cambiar su vestuario, el coro animaba a los espectadores a levantarse y bailar.

María del Monte estaba muy cómoda sobre el escenario, sin tener en cuenta el calor de los focos claro. No pudo tener otra idea mejor que arrancarse a improvisar una canción que estaba fuera de su temario. Concretamente paró el concierto en para cantar «Te estoy queriendo tanto» del grupo Siempre Así, un momento algo cómico cuando puso en un apuro a sus músicos que no tenían ni idea de ello. Pero por supuesto lo solventaron perfectamente. No faltaron ninguno de los grandes temas de la sevillana, y por supuesto el colofón final tras la tradicional petición del público de una canción más fue «Salta la Rana».

Antes de María del Monte actuó el cómico 'El Morta'. El clásico monologuista andaluz subió al escenario agradecido de poder compartir el cartel con su amiga María del Monte. Rafael Estades aligeró la noche con su humor. Músico y monologuista recitó sus chistes, que tocaban los tópicos tanto andaluces como especialmente los malagueños. Un show que mezclaba la música con el 'stand up comedy'. El mejor momento fue cuando entonó una oda al jamón serrano, ese maravilloso manjar que ilumina nuestras tostadas.

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