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Después de tres años como fijo en el cartel de las Finales de la Copa Davis de Málaga, nunca vinieron más aficionados neerlandeses (unos 800) que en esta edición. Tuvieron visión de futuro, porque por primera vez en su historia Países Bajos pisa la final del torneo. Su techo estaba en la semifinal de 2001, y repetía ayer, con dos victorias sufridas que hicieron posible la gesta. No hubo necesidad de dobles en la cita por la que se pagaron entradas a cifras de cinco dígitos y para la que se habían sacado vuelo grandes glorias de la raqueta como Federer, Murray o deportistas como Gasol, ya que preveían para esa fecha el homenaje a Rafa Nadal por su retirada.
'Aces': 25/13
Dobles faltas: 1/1
Primeros servicios dentro: 68/65%
Puntos ganados con primer saque: 83/76%
Puntos ganados con segundo saque: 67/68%
Puntos de 'break' convertidos: 2-4/0-2
'Winners': 42/31
Errores no forzados: 18/21
Total de puntros ganados: 100/92
Pero no jugaron España y Alemania, sino los teutones ante los neerlandeses, con un 40º mundial, Tallon Griekspoor, como figura más destacada. Fue una ocasión pintiparada para los dos conjuntos de acceder a una última ronda en la Davis y la presión marcó la jornada. La sobrellevó mal Botic Van de Zandschulp, al que le costó horrores cerrar el partido (a la décima) y la asimiló algo mejor Tallon Griekspoor, que tardó en descodificar el saque de Struff, pero le acabó encontrando el truco. Hasta ahora sólo se habían medido en una ocasión, en un apurado 3-2 del holandés en el US Open de 2021, así que no había grandes referencias. Aunque ambos confiesan que les gusta más la tierra, lo cierto es que una pista tan rápida como la de Málaga les va como anillo al dedo, hasta el punto de que saque va, saque viene, sin apenas intercambios, se llegó hasta el vigésimo juego del partido sin opciones de ruptura.
En el desempate de la primera manga penalizaron a Griekspoor una bola que botó sobre la cinta y una doble falta. Demasiados errores tal y como estaba el partido. Justo como el martes ante Alcaraz, un set que no estuvo mal jugado se fue al garete por un mal papel en la 'muerte súbita (7-4).
A moment of history for a @KNLTB 🧡#DavisCup pic.twitter.com/xn92H8RT7u
— Davis Cup (@DavisCup) November 22, 2024
Y en el tramo final de la segunda manga se desataron las hostilidades. Se abrió el partido. Con el 4-4 salvó Griekspoor dos 'break points' que eran bolas virtuales de partido. Pero es que en el undécimo juego fue el de Harlem, el pupilo del belga Kristof Vliegen (con el que trabaja desde los 17 años), el que pasó al ataque y logró un quiebre crucial para el partido.
A partir de ahí Struff fue otro Struff. El tenista de 34 años, con altibajos en su carrera, pero que este año ha conseguido al fin, tras más de una década en el circuito, su primer título (en Múnich), y a no era tan inaccesible al servicio. Lo volvió a perder al comienzo de la tercera manga y se vio amenazado de nuevo en el quinto juego.
«¡Grieeeeki, Grieeki!», gritaban los neerlandeses, como conocen a su primera raqueta, y sólo quedaba enfilar la cuesta abajo a la final, ese trance que tanto le costó a Van de Zandschulp, pero en el que no hubo instantes de vacilación de Tallon ante un Struff con síntomas de verse derrengado por el esfuerzo.
Este sábado (la segunda semifinal arranca a las 13.00) Países Bajos conocerá su rival en la final de mañana (desde las 16.00). Se reedita la serie definitiva de 2023, un Italia-Australia en el que el equipo que capitanea Filippo Volandri parte como favorito. El punto del duelo individual es de Sinner, al menos.
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