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En casa: Alberto González, en su domicilio en Tolox siguiendo desde una pantalla el choque de su equipo ante el Celta B. SUR
Alberto González, el primer entrenador del teletrabajo

Alberto González, el primer entrenador del teletrabajo

El toloxeño dirige al Linares, de Primera RFEF, en semanas alternas desde su domicilio debido a una necesidad de conciliación familiar asumida por el club

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Domingo, 5 de febrero 2023, 00:03

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El teletrabajo también ha llegado al fútbol. Quizás las circunstancias personales del entrenador toloxeño Alberto González puedan crear un precedente para que otros se beneficien de las ventajas cara a la conciliación familiar que ofrece trabajar desde casa. El técnico del Linares, de Primera RFEF, expuso al club que tenía una necesidad de acompañar en semanas alternas a sus dos hijas y que por esta razón debía dar un paso al lado en su exitoso paso por el cuadro jiennense, pero la entidad no quiso perderle y aceptó las condiciones de que alternara periodos de siete días al pie del cañón con otros ayudando desde casa, siendo entonces su hermano Enrique (que era su segundo) el que asumiera su función.

«Está teniendo mucha trascendencia todo esto, pero lo entiendo. Es verdad que puede chocar un poco, pero fue un planteamiento del club», asume González, que ha reaparecido en el foco informativo después de estar en él la pasada campaña por medirse con su equipo al Barcelona en la Copa del Rey (1-2) y tras eliminar antes al Alavés.

De esta forma, el malagueño pasa una semana en Tolox y otra en Linares. Se han celebrado ya tres partidos ligueros en estas peculiares circunstancias, sin una relación directa entre su presencia en el banquillo y los éxitos. Sin él se perdió ante el Celta B (4-2), se ganó (estando él) en Linarejos al Talavera (3-0) y se volvió a hacerlo ayer en La Línea (2-3) en su ausencia, en un choque en el que acabó recibiendo dos goles en superioridad numérica.

En el campo: Alberto González sigue desde la zona técnica un partido en Linarejos.
En el campo: Alberto González sigue desde la zona técnica un partido en Linarejos. IDEAL

«La dificultad mayor es el momento de la competición. Tuvimos problemas el primer día al ir con retardo, unos treinta segundos, en la imagen del partido. Aun así, en el descanso comenté los detalles de cosas que vi como mero analista e hicimos tres cambios entonces», recuerda. «El otro handicap fue que la imagen que tenía era la de la realización televisiva (que no muestra todo el campo). Hemos hablado para que nos pasen un plano más amplio, el máster, y al no tener que hacer una producción ya lo pueden ofrecer sin el retardo de tantos segundos», explica.

Entrenamientos desde casa

¿Y que pasa con los entrenamientos de la semana sin su primer técnico? Alberto González sigue desde casa las sesiones por vídeo, al menos en lo que se refiere al trabajo con balón, pero también es consciente de que en una situación así su hermano Enrique, doce años menor, ha de asumir el mando. «A nivel motivacional cuando yo no estoy él tiene que ser él mismo. Es lógico que él tenga su forma propia de ser, no puede mostrarse con las mismas ideas exactamente que yo, que le puedo aportar mi opinión», argumenta el técnico de Tolox, una localidad en el entorno de la Sierra de las Nieves y fructífera en entrenadores, con Rafa Gil (ex del Málaga, que luego asumió funciones en la cantera y ha trabajado en numerosos destinos exóticos) y también José Reina.

La peculiar situación del Linares, inédita en el fútbol español, no ha generado cisma alguno. Se explicó en rueda de prensa y ha sido entendida por la plantilla. «A los jugadores se les hizo participe de lo que había planteado el club. Ellos tenían que estar de acuerdo, porque son parte importante del funcionamiento del equipo», corrobora Alberto, que aclara que el del Linares «es un proyecto humilde dentro de la Primera RFEF, de los presupuestos más bajos». Pero eso no es óbice para reconocer que es «un club que ha hecho las cosas muy bien».

El equipo jiennense ha estado cerca del ascenso a Segunda División las dos últimas campañas, de ahí que el club no quiera desprenderse de él

De hecho Alberto González ha llevado al Linares a soñar en los últimos dos años y medio. En la 2020-21 el equipo estuvo a un paso del ascenso a Segunda y cedió en las semifinales de los 'play-off' ante el Amorebieta; y en la 2021-22, ya en la nueva Primera RFEF, de nuevo estuvo en la pelea. Fue quinto de grupo en el torneo regular y cayó otra vez en las semifinales de la fase de ascenso ante el poderoso Deportivo.

Por si no fuera suficiente, el equipo sigue este curso cerca de la zona de los 'play-off' en el grupo 2, en una categoría que podría desaparecer cara a la próxima campaña. «Ahora mismo los clubes dicen que no es sostenible, porque está perdiendo mucho dinero. Ahora bien, como entrenador, a nivel deportivo, es preciosa. Te permite competir a nivel nacional y está muy depurada, con un fútbol de más ritmo», se pronuncia, y justifica por qué no salen las cuentas: «Se han incrementado los costes de arbitraje, de desplazamientos, de hospedaje. En Segunda B hacíamos dos o tres y ahora hacemos diecisiete. Además hay unas obligaciones de tener un mínimo de fichas profesionales, y los ingresos televisivos no han aumentado tanto».

A esta Primera RFEF a debate podría llegar el Málaga, donde ejerció dos años al frente de los juveniles en División de Honor. «Ojalá que no suceda. Una ciudad como Málaga merece un equipo a la altura de ella. El principal problema que arrastra es institucional. Cuando hay tanta inestabilidad y variables sin control...», concluye.

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