
CRISTINA PINTO
Martes, 28 de diciembre 2021, 23:38
La vida a veces hace que los caminos se crucen mucho antes de lo que se cree en la actualidad. Eso les pasó a Marian ... Martín y Christian M. Walter cuando durante la mañana del martes 28 de diciembre comenzaron a compartir experiencias y anécdotas. La codirectora del Taller Gravura -junto a Paco Aguilar- y este serigrafista alemán afincado en Granada -reconocido como uno de los mejores del mundo- paseaban por este taller malagueño de grabado y comentaban los inicios de cada uno. «Llegué a Granada en 1981», matizaba Walter mientras contaba sus primeros años yendo y viniendo de Alemania a Granada mientras estudiaba grabado calcográfico. Ahí Marian Martín soltaba una risa: «Ves como estamos más relacionados de lo que pensamos. Él llegó a España en el 81, que fue cuando Gravura abrió», remarca la codirectora del taller, que este 2021 celebra su 40 aniversario.
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Eso fue hace ya 40 años y, ahora, estos caminos relacionados se fusionan en Málaga. El Taller Gravura acoge más de 35 serigrafías del taller de Christian M. Walter con piezas que datan desde 1986 hasta 2021. Esa primera fecha fue cuando Walter, junto a su mujer, decidió embarcarse en la serigrafía con su propio taller: «De nacimiento soy alemán, pero la serigrafía la he aprendido aquí. Yo cuando llegué aquí trabajaba por cuenta propia, abrí junto a mi mujer nuestra propia empresa y reunimos 500 mil pesetas con las que nos hicimos nuestros muebles, nuestras propias piezas de estampación y con eso empezamos. Hay ciertas épocas y lugares donde no se puede aprender desde la abundancia, sino todo lo contrario, se aprende desde la falta de recursos. Eso siempre me ha impresionado», explicaba el serigrafista al hablar de su trabajo.
De eso han pasado 35 años y una pequeña parte de ese trabajo se puede visitar hasta el próximo 31 de enero en Gravura. En esta exposición, Marian Martín y Paco Aguilar han seleccionado desde las serigrafías que se hicieron el primer año del taller de Walter hasta las más recientes «recién salidas del horno», como especificaba Marian Martín. Artistas como Ángeles Agrela, Paco Pomet, Rogelio López Cuenca, Soledad Sevilla, Dámaso Ruano, Jorge Dragón o Rosa Brun forman parte de estas piezas creadas en el taller que tiene Walter en la Vega granadina. Aunque también hay algunas que son de él mismo, como 'En la Vega', del año 2018. «Es un taller que ahora mismo está viento en popa», confesaba Marian Martín cuando hablaba de los últimos trabajos del taller de Walter, como el de Soledad Sevilla 'Los días con Pessoa', que es de los que se muestran de este mismo 2021, al igual que 'Nightmare' de Paco Pomet.
Cuando en la conversación de Marian Martín y Christian M. Walter seguían hablando de las sinergias que tienen entre ellos, el alemán comentaba alguno de los artistas malagueños con los que ha trabajado: «Fíjate con Lindell, Dámaso Ruano, Suárez-Chamorro, Jorge Dragón, Rogelio López Cuenca...», enumera el serigrafista. «Tenemos artistas coincidentes, porque yo tengo grabados de Dámaso Ruano, por ejemplo. Es verdad que a veces los artistas tocan todos los palos», le respondía Marian Martín. Tal es la conexión entre el taller malagueño y el granadino que incluso se están planteando el hacer algo común además de esta exposición. «Nosotros entendemos muy bien el taller de Christian, tenemos un trabajo muy similar», señalaba la codirectora de Gravura. «Hay alguna que otra idea de acudir juntos a ferias en Madrid o Barcelona, o incluso irnos fuera. Ya veremos cómo lo hacemos, yo es que le veo mucho sentido a eso de aunar fuerzas entre gente que tiene intereses similares», completaba Walter sobre la idea de algún nuevo proyecto junto a Gravura.
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Después de tantos años de trabajo de Walter, el alemán forma parte de la junta directiva de la Federación Europea de Asociaciones de Serigrafía y tiene a sus espaldas premios como el Ramón Sayans, uno de los galardones más importantes del sector. Y asegura que la mentalidad de poder hacer e innovar en la serigrafía es una de las claves para abrir el mercado y evolucionar junto a los artistas. «Por ejemplo, un artista que ha sido muy importante en nuestra trayectoria es Julio Juste. Él venía con planteamientos y lo primero que me dijo fue: '¿Tú sabes estampar en vertical sobre una pared?'. No sabía pero me decidí a hacerlo y a partir de ahí se convirtió en una especialidad. Muchas veces son los propios clientes los que te hacen activar nuevas formas de trabajar», confiesa el serigrafista.
Haciendo el repaso de la evolución de la serigrafía y de su taller en concreto, Christian M. Walter lanzaba una reflexión: «Después de una fase de mucha tecnología y mucha impresión digital estamos volviendo un poco al aprecio por lo hecho por la mano humana. El proceso de la serigrafía sigue siendo fundamental», matizaba el alemán. A Málaga le queda todavía un mes para disfrutar de esa evolución del trabajo de Walter expuesto en Gravura.
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