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Polémica científica sobre las fósiles de Álora
Paleontólos discrepan sobre la autenticidad y datación de las huellas en Alhaja Prieta que podrían pertenecer a homínidos
El debate científico está servido. Hace un par de semanas, el arqueólogo Juan Manuel Muñoz Gambero, descubridor del yacimiento íbero de la Tortuga en Málaga, presentaba junto al director del Museo de Historia Natural de Sofía, Nikolai Spassov, lo que denominaron un «prometedor» hallazgo: un conjunto de huellas fósiles (icnitas) en Alhaja Prieta y el arroyo del Aljibe (Álora) que podían pertenecer a diferentes especies de animales y homínidos, entre las que identificaban preliminarmente lo que podría ser la pisada de un Australopithecus, primer primate que caminó erguido. Los especialistas manifestaban que se abría una fase de estudio para comprobar las icnitas que de confirmarse podrían cambiar la historia del origen de la humanidad. El anuncio ha impactado en la comunidad paleontológica, creando incluso una polémica científica. Así, los profesores de la Universidad de Málaga, el catedrático de Paleontología Paul Palmqvist y el geólogo José Manuel García Aguilar, rechazan que se trate de huellas de homínidos, mientras que Gerard Gierlinski, del Instituto Geológico Polaco, está «seguro» de la autenticidad.
Paul Palmqvist
«Las marcas no se pueden atribuir a homínido alguno»
El paleontólogo Paul Palmqvist y el geólogo José Manuel García Aguilar no tienen dudas sobre las presuntas huellas. Ellos prefieren hablar de marcas y depresiones en la superficie arenisca de Alhaja Prieta y el Aljibe, una zona que, según apuntan, tiene una antigüedad de 20 millones de años, lo que geológicamente sitúa los depósitos fósiles en el mioceno inferior. «Hablamos de una época muy anterior a que ningún homínido hollase la Tierra», explican los profesores, que han emitido un informe en el que recuerdan que las huellas fósiles indiscutibles de homínidos más antiguas conocidas son las del yacimiento tanzano de Laetoli, fechadas hace 3,6 millones de años.
En el mioceno inferior, el perímetro del yacimiento de Álora se encontraba no solo cubierto de agua sino a gran profundidad, lo que, según estos expertos, hace incompatible la presencia de un homínido. Palmqvist explica a SUR que, posteriormente, esta superficie emergió y se encuentra hoy en superficie, pero hace veinte millones de años estaba a la misma distancia que la actuales profundidades marinas a las que el hombre solo ha podido llegar con submarinos de exploración. Esta datación contradice la teoría del equipo investigador de Alhaja Prieta que situaba preliminarmente las huellas en unos seis millones de años, entre el mioceno superior y el plioceno inferior.
«El origen de estas marcas es claramente incompatible con huellas humanas o de otros animales terrestres, pues esencialmente corresponden a estructuras sedimentarias originadas en ambientes marinos profundos», asegura Palmqvist que se muestra categórico al afirmar que los fósiles hallados «no se pueden atribuir, bajo ningún concepto, a homínido alguno, tanto por la edad de los materiales como por el ambiente de depósito original de los mismos».
Palmqvist acusa de precipitación al equipo investigador, ya que comunicó los supuestos hallazgos sin realizar una publicación científica previa. Así, el paleontólogo apunta que su informe junto a García Aguilar se podrá leer en el próximo número de 'Encuentros de la Biología', que edita la Facultad de Ciencias de la UMA.
El paleontólogo, que visitó la zona y comprobó las marcas encontradas cuando Muñoz Gambero le comunicó el hallazgo, añade un dato más para rechazar que se traten de pisadas ya que las huellas no son uniformes en cuanto a la morfología, orientación y profundidad ni muestran secuencia de seres caminando. «No se aprecia ningún patrón repetitivo ni ningún tipo de rastro regular, lo que es incoherente con su interpretación como pisadas», concluye el catedrático, que explica que las marcas de estos sedimentos se originaron por avalanchas e impactos de materiales que crearon los huecos en la roca arenisca, sobre las que después actuó la erosión, dando la impresión de huellas.
Gerard Gierlinski
«Era escéptico, pero ahora estoy seguro de que son huellas»
Al debate científico suscitado por el hallazgo en Álora se ha sumado el paleontólogo polaco Gerard Gierlinski, el segundo experto internacional que visita el yacimiento por iniciativa de la Fundación Madeca de la Diputación de Málaga que apoya la investigación que determinará el alcance de los descubrimientos. El especialista del Instituto Geológico Polaco y del Museo Paleosafari Moab Giants de Estados Unidos ha estado toda esta semana estudiando in situ los fósiles y asegura a SUR que cuando recibió la noticia del hallazgo y las primeras fotos le causaron «sorpresa» y era «escéptico», ya que estas pisadas «no deberían estar aquí». Pero tras inspeccionar el paraje de Alhaja Prieta y el arroyo del Aljibe ha despejado dudas y se muestra convencido de la autenticidad: «Ahora estoy completamente seguro de que son huellas».
El paleontólogo, que trabaja desde hace 35 años en rastros fósiles –primero de dinosaurios y después de animales y homínidos–, ha colaborado con el equipo que dirige Muñoz Gambero y su objetivo principal ha sido encontrar secuencias de huellas que confirmen el hallazgo. Y asegura haberlas localizado. Algunas además muy valiosas ya que corresponderían a «bípidos» de homínidos, aunque el paleontólogo se muestra todavía cauto sobre la catalogación de las huellas que ahora tendrá que estudiar. El grupo de arqueólogos que le ha acompañado estos días espera con interés el dictamen científico y ya incluso se refieren de forma familiar y privada al posible autor o autora de las pisadas como el primer 'Alorapithecus'.
Junto a este hallazgo, Gierlinski también ha localizado series de huellas que podrían pertenecer a un gran primate y a un rinoceronte joven, respectivamente. El especialista, que ha realizado moldes de las pisadas para su estudio, viene de participar en el descubrimiento de huellas humanas en Creta datadas en 5,7 millones, un hallazgo que fue publicado en 2017 y que ponía en entredicho la teoría establecida sobre el origen geográfico de los homínidos en África. «Por eso la aparición de estas huellas en Álora es tan importante y vienen como un regalo», explica el especialista del Instituto Geológico Polaco, que añade que la aparición de nuevos rastros de bípedos en el sur de Europa confirmaría la hipótesis formulada por los hallazgos en la isla griega.
«Creta ha supuesto una interrogación, pero si en Álora hay más vamos a responder más preguntas ya que estas huellas son probablemente de la misma época y ambiente similar», sostiene Gerard Gierlinski, que también es cauteloso y dice que «todavía queda mucho por investigar». Un estudio apasionante a la vista de la polémica científica creada ya que se debate, ni más ni menos, cambiar el origen de la humanidad con la hipótesis de que los monos no solo bajaron de los árboles en África, sino también en el sur de Europa.
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