A Sophie Festival acuden cada CLAUDIA SAN MARTÍN

La electrónica encuentra su templo en Torremolinos

El festival de música techno Sophie se celebra cada domingo hasta finales de agosto en las inmediaciones del Palacio de Ferias y Congresos del municipio

Sophie no es un festival al uso: es un punto de encuentro, un templo en el que relajarse, pensar, divertirse y conectar con personas de cualquier parte del mundo. Es la oportunidad perfecta para la introspección, para pensar en uno mismo y encontrar el sentido a muchas preguntas a través del ritmo repetitivo de la música: «Este concepto te permite entrar dentro de ti y hacerte preguntas que no eres capaz de hacerte normalmente. Entras en un trance y conectas con todo el mundo que tienes alrededor que viene buscando lo mismo», relatan desde la organización.

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Su logo ya lo indica: dos paréntesis que forman la 'o' de su nombre simbolizan lo que ocurre dentro de este oasis de electrónica en el que la palabra que más se escucha es 'libertad'. Dentro de unas normas, Sophie ofrece la posibilidad a sus asistentes de ser ellos mismos, de bailar sin pensar en coreografías y de vestirse como quieran, pues los prejuicios y las miradas de extrañeza quedan fuera de sus puertas.

Esta es la primera edición de un festival dominguero que se lleva celebrando desde principios de julio y que continuará hasta finales de agosto, con los exteriores del Palacio de Ferias y Congresos de Torremolinos como sede. En este espacio, en el que comienza la fiesta a partir de las 16.00 horas, todo está preparado para el disfrute total de un domingo atípico: «Toda la gente que hay aquí es adulta, rondando los 30 o 40 años. Hay muchos extranjeros que vienen buscando conectar con una comunidad parecida, gente que no iría a una fiesta de reggaeton porque aquí no se viene a ligotear, sino a conectar con uno mismo», recalcan.

Esta idea de festival semanal nace de viajes alrededor del mundo, sobre todo a aquellas capitales europeas en las que la música electrónica es casi una institución. Por este motivo Sophie ha atraído desde su inauguración a una comunidad extranjera muy dispar que acude para ver a los mejores Dj's «de todo el mundo».

Entre esos foráneos, las hermanas de Londres Maisei y Mollei llevan tomando vacaciones en Málaga desde que eran pequeñas y su conexión con la ciudad hace que estén al tanto de todo lo que ocurre en ella, a pesar de que sólo vengan unos días al año para visitar a sus abuelos. De la fiesta que se organiza en Sophie se enteraron la misma mañana de domingo en la playa, cuando un amigo Dj les contó lo que se cuece en este recinto en el que caben unas 3.000 personas.

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En la primera imagen, vista general del festival. En la segunda, Andrea, Rocío y Sofía, de Torremolinos. En la última, Mollie y Maisei, dos chicas de Londres. claudia san martín

Sin duda, una vía muy distinta de llegar a la de las amigas Rocío, Andrea y Sofía, vecinas de Torremolinos que escuchaban la música desde sus casas: «Es la primera vez que venimos y estamos alucinando. Ver mi pueblo así, tan bien y tan cosmopolita, me da mucha alegría. Hemos ido a otros festivales del estilo, pero esto es impresionante, muy bonito», comenta Rocío, que tiene tatuado en su tobillo 'I love techno' (me encanta el techno en inglés). Cristina, con sombrero, gafas de sol y botas de cowboy confiesa sentirse «volando» cuando asiste a un evento del estilo. Esta madrileña llegó con sus amigas para disfrutar de sus ritmos favoritos, y Sophie no las defraudó.

Un recinto premium

La estructura de madera que rodea todo el recinto se completan con un césped artificial, zonas de relajación con mesas y grandes sillones, 'food trucks' con menús premium, puestos de ropa vintage o joyas para que la experiencia sea completa: «Esto es más que una fiesta, porque tienes hueco para todo. Para bailar, charlar, cenar o comprarte ropa. Tienes opciones para no quedarte sólo con la fiesta», cuentan desde el festival. Por este motivo, y poner así un filtro para que quien acuda a la cita lo haga de corazón, la entrada a Sophie tiene un precio de 50 euros, 25 para los malagueños amigos o conocidos de aquellos que promueven el festival: «Esta no es una fiesta de discoteca, sino de reconexión. Por eso hemos puesto este filtro, para que quien venga lo disfrute de verdad», apuestan. Esta no será la última edición de Sophie, y es que quieren seguir promoviendo la cultura de la electrónica en Málaga para sitularla como otra capital de referencia.

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