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La profesora de la UMA Miriam López, durante la entrevista. :: félix palacios
«'Mujercitas' es una obra con muchos elementos innovadores y rompedores»

«'Mujercitas' es una obra con muchos elementos innovadores y rompedores»

La profesora de la UMA Miriam López, experta en Louisa May Alcott, explica los detalles de esta novela que cumple 150 años

ELENA CABEZA

Martes, 18 de diciembre 2018, 00:39

Miriam López Rodríguez es profesora de Literatura Norteamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA. Como especialista en las obras de Louisa May Alcott, autora de 'Mujercitas', detalla los pormenores de esta novela que cumple ahora 150 años.

-¿Qué supuso esta obra para la sociedad del siglo XIX?

-En primer lugar, esta obra era novedosa porque ponía como protagonistas a chicas adolescentes. Lo que venía a decir era que el día a día de una adolescente era lo suficientemente importante como para merecerse una obra. En una época en la que los protagonistas solían ser hombres que vivían grandes aventuras, Louisa May Alcott dice que las adolescentes son importantes y que sus situaciones del día a día, su paso de niñas a mujeres -ese periodo de 'mujercitas'- también es importante. Además, la autora fue muy cuidadosa al presentar a los personajes hablando de una manera coloquial, tal y como se expresaban las chicas de clase media en esa época. Esto hizo que mucha gente la criticara por coloquial, pero precisamente eso era lo que se pretendía. En general, fue una obra innovadora.

-Sin embargo, la crítica literaria la tachó de conservadora durante décadas, ¿por qué?

-Porque la gente se centró en la parte romántica de la novela. Digamos que 'Mujercitas' tiene dos partes: la primera, que se centra en la adolescencia; y la segunda, que relata el fin de ésta y la entrada en la madurez cuando las protagonistas se casan. Entonces la mayoría de los lectores se quedaron con esta segunda parte más romántica. También tiene algo de culpa que en algunas de las traducciones que se hicieron para Europa se eliminaron los elementos más reformistas y se dio más énfasis a la parte romántica. Esto hizo que la gente interpretara que era una novela rosa para chicas en la que lo primordial era ver quién se casaba con quién, pero esto no era así. 'Mujercitas' es una obra en la que tenemos a una madre con cuatro hijas en una época en la que se suponía que el cabeza de familia era el hombre. Ellas estrablecen sus normas, cada una gana su dinero, no piden permiso para casarse, cada una tiene su profesión y se ganan la vida por ellas mismas. Todo esto hace 150 años eran elementos revolucionarios, pero hace 70 también.

-¿Y cuándo se empezó a ver la obra como algo más que una novela romántica para adolescentes?

-Para eso hay que esperar un siglo, cuando surge el movimiento feminista de finales de los años 60 y principios de los 70. Es entonces cuando algunas feministas empiezan a rescatar y analizar obras escritas por mujeres que habían caído en el olvido. Además, empiezan a plantearse también que si Louisa May Alcott estaba involucrada en su vida privada en movimientos de derecho al voto de la mujer, cómo no lo reflejaba en su obra. Vuelven a leer 'Mujercitas' y comienzan a ver estos elementos reformistas. En este sentido también hay que tener en cuenta que la escritora mantenía a toda su familia y que podía ser reformista hasta cierto punto. Ella sabía que si era muy radical en su obra ningún editor la iba a publicar.

EL PERFIL

  • Cargo Profesora de Literatura Norteamericana en el departamento de Filología Inglesa, Francesa y Alemana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA.

  • Estudios Doctora en Filología Inglesa. Especialista en Literatura de los Estados Unidos.

  • Publicaciones Sus investigaciones giran mayoritariamente en torno al teatro estadounidense de los siglos XIX y XX, con especial atención a la labor de las dramaturgas.

-¿A qué edad leyó la obra por primera vez y qué le sugirió entonces?

-Tendría 7 u 8 años y en aquel momento para mí era una novela romántica para adolescentes. Ya más tarde de adulta lo volví a leer y empecé a darme cuenta de cosas nuevas. De hecho, cuando estaba haciendo los cursos de doctorado tenía un par de temas que me interesaban y no me decidía, pero leí un artículo en un suplemento dominical hablando de cómo Alcott tenía dos ramas: las novelas cursis y románticas para adolescentes que publicaba con su nombre y los relatos truculentos y de mujeres fuertes para adultos que publicaba anónimamente o con pseudónimos. Yo no estaba de acuerdo con esto porque yo veía muchos elementos rompedores en sus obras. Empecé a buscar información y en casi todos los sitios presentaban la obra como conservadora. Por ello la elegí como tema de tesis. Cogí las seis novelas que escribió para adolescentes y empecé a analizarlas con los elementos reformistas de la época.

-¿Cree que seguimos atravesando las mujeres en el siglo XXI por las mismas cosas de las protagonistas de este libro, allá por 1868?

-Afortunadamente hemos mejorado en muchas cosas, pero lamentablemente hay otras que no avanzan o no tanto como sería de esperar. Hoy en día nadie se cuestiona que una chica pueda ir a la universidad, pero sí sigue habiendo gente que considera que el cabeza de familia es el hombre o que a ciertos sitios la mujer tiene que ir acompañada o que la mujer, aunque trabaje, es la encargada de las tareas del hogar. En estas cosas aún tenemos que avanzar.

-El personaje de Jo es muy revolucionario para la época, ¿qué aporta a la sociedad del siglo XIX?

-Es una chica que quiere una serie de cosas y la sociedad le dice que no debería quererlas por ser una mujer. Ella no entiende por qué hay ese doble rasero en la sociedad sobre lo que quieres hacer y lo que debes según seas un hombre o una mujer. El hecho de que este personaje sea la protagonista es algo rompedor.

-¿Por qué todas las mujeres deberían leer este libro que cumple ya 150 años?

-Por el hecho de ver las cosas que han cambiado en 150 años y las que siguen igual, sobre todo con respecto a la situación de la mujer en la sociedad. Es importante ver los avances que ha habido en estos años y los que no, sobre todo para que las mujeres vean las cosas que les pasaban a las protagonistas y que a ellas no les pasan, para que valoren que si no les ocurre es porque ha habido gente que ha luchado por ello.

-Además de ser una fuente de inspiración para mujeres, ¿puede verse también como una inspiración para la sociedad en sí?

-Claro, aunque es cierto que normalmente los chicos son reacios a leer 'Mujercitas'. Esto pasa por la idea que se ha transmitido de que es una novela romántica, femenina y tradicional. Creo que es importante que se lea, también desde el punto de vista histórico.

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