¿Por qué en la carrera de Geografía hay tan pocos alumnos?

¿Por qué estudiar Geografía y Gestión del Territorio en la UMA? La respuesta más sencilla es: ¿Por qué no? Consolidándose como una carrera con un alto índice de empleabilidad entre los alumnos que se gradúan gracias al amplio abanico de áreas que abarca, este grado es uno de los que menos alumnos de nuevo ingreso recibe cada año. Con una oferta de 60 plazas, en el curso 2021/22 solo 22 alumnos, el 38'33% de ocupación de puestos ofertados, han decidido dar el paso a descubrir qué se esconde tras las paredes y mapas de estas aulas de la Facultad de Filosofía y Letras.

La preocupación ante la estadística es tal por parte del personal docente del departamento que han creado un comité de difusión de grado para llevar a los alumnos de bachillerato y secundaria el interés por la carrera a través de diferentes vías, desde charlas en los colegios e institutos hasta las redes sociales, como comenta el investigador del departamento, Hugo Castro: «Hemos creado perfiles en todas las plataformas y hasta hemos subido nuestro primer vídeo a TikTok», comenta entre risas.

El comité de difusión de grado es una iniciativa que nace de los propios profesores del departamento de Geografía ante la problemática que llevan arrastrando algunos años y de la que todos los componentes del mismo están involucrados de forma activa. El motivo por el que surge este contratiempo en el grado tiene una respuesta unánime y clara: la falta de interés de los estudiantes de bachillerato por esta rama del conocimiento. A partir de ese eje, cada profesor tiene una óptica diferente.

Hay quienes consideran que la falta de alumnado de nuevo ingreso se debe simplemente a un cambio de modas en los estudios, como comenta el coordinador de postgrados del departamento de Geografía de la UMA, Matías Mérida: «A veces hay una racha de menos alumnos y después de buena primera aparece una nueva hornada de mayor número estudiantes. Las causas, para mí, se pueden deber a varios factores más como el propio descenso demográfico, la ampliación de la oferta educativa, las universidades privadas y que recientemente, a nivel familiar, los estudiantes se plantean más irse a otra ciudad si pueden permitírselo».

Como contrapartida, un gran número de miembros del departamento consideran que el principal problema se encuentra en los institutos y en cómo se imparten las clases, como expone el profesor del departamento y parte activa del comité José María Sentenciales: «Muchos profesores que dan Geografía en los institutos son de Historia, de Historia del Arte o de otras disciplinas similares y seguro que muchos de ellos son unos verdaderos profesionales, pero no son geógrafos».

Esto deriva en que el alumnado no sepa diferenciar con claridad cuáles son los contenidos propios de esta área del saber, ya que la asignatura que se imparte en la ESO bajo el nombre de 'Geografía e Historia' poco tiene que ver con lo que en realidad se estudia en la carrera, como comenta la docente del departamento de Geografía y miembro de la junta directiva de la Asociación de Geógrafos Españoles y de la Unión Geográfica Internacional, María Jesús Perles Roselló: «En los institutos se imparte una Geografía primitiva donde solo se trabaja la memoria, pero hay mucho más. Las cuestiones del medio ambiente, el reciclaje y el cambio climático, que son temas de actualidad y que interesan, son parte de la geografía, pero no se dan en la asignatura, sino que se incluyen en otras materias o contenidos y esto confunde al alumnado», a lo que añade bromeando: «Parece que en este grado damos asignaturas como 'Primero de ríos, Segundo de ríos...'». Matías Mérida, su compañero de departamento, detalla: «La geopolítica, por ejemplo, que ahora está en todos lados por la invasión rusa en Ucrania, es también una de nuestras áreas de conocimiento».

La situación de escasez de profesionales es tal que no solo este comité intenta llegar a los potenciales estudiantes de nuevo ingreso, sino que desde la propia Asociación de Geógrafos Españoles se están llevando a cabo diferentes acciones de difusión, como expone María Jesús Perles Roselló: «Hacemos tareas de difusión en secundaria y tenemos una web muy interesante y completa. También tenemos un foro y actualmente estamos en el proceso de selección de un concurso de fotografía que ha concluido recientemente». No todo el trabajo de difusión se realiza en los institutos, sino que también intentan atraer al público universitario: «Hace poco fue la 'Noche Internacional de la Geografía', una actividad geográfica lúdica para dar difusión a nuestra labor y a nuestra profesión de demógrafo en las universidades. Se realizan conferencias, charlas y sobre todo actividades lúdicas relacionadas con nuestra área en muchas universidades europeas que se involucran en la 'Noche Internacional'. Este año, por ejemplo, nosotros hemos propuesto un juego que se llamaba 'Terra Incógnita'».

Los propios alumnos de 4º de carrera, que tienen un pie fuera de la universidad, son conscientes de la carencia de nuevos estudiantes y, desde su experiencia, animan a quienes en unas semanas harán la selectividad a decantarse por estos estudios: «No es solo estudiar mapas como se ve en la mayoría de los institutos, es mucho más. Abarca muchos campos distintos relacionados con la historia, la biología, la cultura, etcétera. Además, no es únicamente teoría, sino que hacemos muchas salidas al campo o a ciudades para interactuar directamente con lo que vemos en el aula o en los apuntes», comenta el estudiante Álvaro García a lo que su compañero Juan Lucas García añade bromeando: «Un profesor mío me dijo que los geógrafos somos como los patos, porque no somos como el resto de las aves que únicamente vuelan, sino que hacemos de todo un poco: andamos, volamos, nadamos...».

Si te lanzas a convertirte en un pato o, en otras palabras, a descubrir en qué consiste la carrera de Geografía y Gestión del Territorio la frase que mejor la describe, como cita la web del departamento, es: «El objeto de la Geografía es la forma en que el ser humano vive en la tierra: cómo la percibe y se representa; cómo la explota y la transforma y con frecuencia la altera; cómo se aplica a comprenderla sin poseerla nunca», del geógrafo francés George Bertrand. Pero en resumidas palabras del profesor José María Sentenciales: «Somos los médicos de la Tierra, porque sabemos localizar donde está cada problema o cada cambio».

Entender la naturaleza, sus procesos, aprender su pasado y advertir su futuro son partes claves del trabajo que realizan los geógrafos. Durante los cuatro años de carrera, los alumnos que decidan matricularse podrán especializarse en diferentes vertientes relacionadas con la cultura, el patrimonio, la naturaleza, la política, la biología y un amplio despliegue de posibilidades, como comenta el alumno de 4º curso Carlos Díaz: «Cuando entré en el grado no pensaba que fuese así, pero me sorprendió para bien. He descubierto muchas cosas que no sabía que me gustaban». Es precisamente por esta infinidad de puntos que toca la carrera que los cinco alumnos sentados en la gran mesa del departamento, Juan Lucas García, Álvaro García, Carlos Díaz, Conchi Moreno y Rocío Matías, comentan que tanto sus Trabajos Fin de Grado como sus perspectivas de futuro están puestas en diversos lugares como la docencia, la investigación o las oposiciones. «Al final un geógrafo es un profesional más, y aunque la salida que todo el mundo tiene en mente en principio es la docencia, conforme avanza la carrera las perspectivas cambian. Hay muchas asignaturas para especializarse en lo que más interese al alumno», explica el docente de la UMA y parte activa del comité Rafael Blanco.

En la actualidad, las funciones de los profesionales de este sector también se ven reflejadas en redes sociales, páginas webs o medios de comunicación, como expone el doctor en Geografía e investigador de la UMA José Antonio Sillero: «Todo se puede cartografiar y eso es parte del trabajo de un geógrafo. Hay proyectos de investigación en el departamento, relacionadas incluso del Covid y de las repercusiones que está teniendo este en la ciudad de Málaga. Tenemos ejemplos muy interesantes y muy variados. Al final todos vemos mapas para mostrar más claros ciertos aspectos cotidianos en muchas plataformas y medios».

Podría parecer que la carrera va enfocada a estudiantes del bachillerato de Ciencias Sociales, pero nada más lejos de la realidad: «Realmente es para todo el mundo, pero si te das cuenta está muy enfocada en temas que atañen a los de Ciencias de la Salud especialmente», puntualiza el docente José María Sentenciales a lo que añade: «De hecho, hay muchas personas que, independiente de sus estudios, son aficionados a la geografía porque les gusta viajar y quieren conocer más sobre la historia de la tierra de algún lugar, más allá de los personajes y de lo que se ve en la carrera de Historia».

En cuanto al futuro del grado y de la subida de las estadísticas, el departamento de Geografía de la UMA es optimista, como apunta el profesor: «Somos unos 30 docentes en el departamento y estamos todo involucrados al 100% en atraer nuevos alumnos mediante el comité de difusión de grado que hemos creado. Esperamos que en los próximos años se interesen más. Es cierto que somos pocos geógrafos profesionales, pero nos apasiona nuestro trabajo».

Esa vocación del profesorado del departamento ha impulsado la creación del comité, de ir más allá de las redes sociales, de acercarse a colegios e institutos y dar a conocer qué es la carrera de Geografía y por qué debe estudiarse en profundidad en todos los niveles educativos más allá de saberse de memoria los ríos y montañas o las comunidades de España. El próximo curso 2022/2023 esperan que haya un incremento del alumnado de nuevo ingreso gracias a las acciones que han llevado a cabo, más ahora que se conoce mejor todo lo que rodea a esta área del saber: «Todos los que entran a la carrera acaban sorprendidos con los contenidos y las actividades prácticas. A alguien que sea curioso le gustará Geografía y Gestión del Territorio», concluye José María Sentenciales.